Desde un matrimonio falso romance Capítulo 332

Por el contrario, la ropa diseñada por Mariana parecía muy duradera y muchos de los pequeños detalles estaban hechos mucho mejor que los de Noe.

Los resultados finales de la preventa de un día se enviaron a Mariana y Noe.

La preventa en un solo día de Mariana fue de 50.000 unidades, mientras que la de Noe solo fue de 30.000. Esto supuso una clara victoria para Mariana.

Ellos no se imaginaban que este tipo de argumento de venta llevaría a muchas empresas a seguir su ejemplo.

Muchas empresas consideraban que esta competencia de ventas de la empresa Elamorad estaba especialmente bien hecha esta vez. No sólo para que los diseñadores se enfrentaran, sino también para aumentar la popularidad.

Esta competencia de ventas le ha dado a Noe otra oleada de calor y popularidad.

Esto era algo en lo que la empresa no había pensado, pero en realidad, fue algo que Leopoldo pensó desde el principio.

La fama de Noe había empezado a reavivarse una y otra vez.

Junto con el esperado evento de la empresa, se celebró la novena edición de Super Diseño.

En el lugar de la grabación, Mariana y los demás habían llegado temprano, pero sólo Noe se retrasó, lo que hizo que el director casi explotara.

—Esto no va a abrir una claraboya, ¿verdad?— dijo Ana, apuntalando el rostro del director.

—No pasará, no te preocupes. El director y los demás se pondrán en contacto con la gente buena —Mariana acarició la mano de Ana para tranquilizarla.

Sólo veinte minutos antes de que el programa saliera en directo, Noe entró.

Las ojeras le pesaban un poco y parecía que no había descansado bien. Mariana frunció el ceño y, cogiendo la mano de Ana, dio unos pasos hacia fuera.

—¡Bienvenidos a la novena edición de Super Diseño!

La hábil frase de apertura del presentador se basó en la decisión del director de seguir impulsando a Noe.

—El siguiente tema de Super Diseño es «Verano».

«¿Verano?»

—El tema de este número es un poco abstracto —murmuró Ana.

—De hecho, los temas de este número abarcan una gama un poco amplia —Mariana asintió con la cabeza.

Los ojos de Ana se iluminaron repentinamente con una fuerte intención de batalla, y le sonrió a Mariana.

—¡Mari, no perderé esta vez! ¡Sólo espera!

—Bien, ve a por ello entonces —Mariana alentó suavemente.

—Mari, me voy —dijo Ana y se dirigió a su lugar habitual.

Mariana también se dirigió a su lugar habitual y justo cuando se acercó a Noe, él le guiñó un ojo.

—Diosa, me alegro de que podamos volver a jugar juntos.

—El Señor Cantero es muy divertido —Mariana respondió con indiferencia.

—Diosa, viéndote, exploté instantáneamente de inspiración. Eres mi musa —dijo Noe con repentina emoción.

La conversación entre los dos hizo que los internautas empezaran a pensar en ello.

Incluso hubo una pancarta que los emparejaba a los dos dando vueltas en la transmisión en vivo, con la popularidad de Noe subiendo unos cuantos peldaños y la gente diciendo que quería drogarse de verdad.

Todo esto fue leído palabra por palabra por Leopoldo, y las comisuras de su boca se hundieron.

En directo desde la emisión.

Mariana estaba garabateando en su papel, pero se dio cuenta de que todavía no había captado la inspiración de «Verano».

Estos vestidos no eran los que ella había imaginado para el verano, y se podría decir que no tenían ninguna relación en absoluto. Mariana detuvo su bolígrafo y abandonó los vestidos que estaban a medio camino del diseño en su papel.

¡Verano! ¡Mangas cortas! ¡Sol!

Con sólo ese pensamiento fugaz, Mariana supo lo que quería.

Cogió un trozo de papel limpio y empezó a dibujar de nuevo, pero cuando iba por la mitad, sintió que le faltaba algo y levantó la vista para ver que la ayudante en prácticas de Noe la observaba desde el otro lado de la habitación.

En un momento, Mariana comprendió lo que necesitaba.

Con la modelo en su sitio, Mariana esbozó la imagen en su mente mientras dibujaba, empezando a ver cómo hacer que el vestido reflejara su verdadero efecto.

A un tercio de la jornada, muchos de los diseñadores empezaron a levantarse para recoger sus telas.

Y el diseño de Mariana seguía siendo revisado.

¡Tick tock, tick tock!

Sólo después de que pasara la mitad del tiempo, Mariana detuvo el lápiz que tenía en la mano. Frunció los labios y volvió a mirar a la joven ayudante, al que observó durante un rato antes de retirar la mirada.

—¿A quién estás mirando aquí, Diosa? —preguntó Noe con un toque de celos.

Mariana sonrió amablemente pero a distancia.

—Señor Cantero, estoy viendo a su asistente.

Al oír estas palabras, un rastro de desprecio brilló en los ojos de Noe, y luego siguió mirando a Mariana.

—¿Cómo puede ser mi ayudante tan guapo como yo? Diosa, deberías mirarme más a menudo.

—Es bueno que el Señor Cantero tenga fans que lo observen.

Mariana se levantó para marcharse cuando terminó de hablar, sin intención de seguir diciendo tonterías con él.

Sin embargo, subestimó los atributos de Noe.

Justo cuando Mariana entró en la sección de telas, Noe, que la seguía, se acercó de nuevo.

—Diosa, ¿qué tipo de tela necesitas? Te la buscaré.

Mariana frunció el ceño ante este entusiasmo de Noe y se apartó.

—No es necesario, Señor Cantero, es hora de competir, Somos rivales —Mariana dijo con una expresión ligeramente incómoda mientras retrocedía unos pasos.

No sé si era su ilusión o no, pero por un momento, Mariana sintió que esa persona la miraba de forma extraña.

Este tipo de mirada hizo que Mariana se sintiera muy incómoda.

Era como si fuera una presa siendo vigilada de cerca y había deseo en los ojos de Noe, un deseo que la repugnaba.

—Diosa, ¿me estás rechazando? Estoy muy dolido —dijo Noe con lástima.

Ante estas palabras, el corazón de Mariana se heló. Se apresuró a dar unos pasos más para alejarse de él y sonrió cálidamente.

—Es mejor que el señor Cantero compita en serio.

—¡No quiero competir! ¡Quiero cortejarte! —Noe gritó de forma alborotada.

Estas palabras silenciaron toda la transmisión en directo durante varios segundos.

Con eso, las ventanas emergentes en la transmisión en vivo flotaron instantáneamente de manera salvaje, bloqueando completamente la pantalla.

En este punto, los pensamientos internos de la multitud fueron inesperadamente unánimes.

—¡Mierda! ¿Una confesión en vivo? ¡Qué emocionante!

Y el grupo de personas que los emparejaba empezaron a sentir diabetes como locos.

—Tsk, gran diseñador Cantero, tienes que pasarme primero antes de perseguir a mi Mari —Ana apareció para bloquear la agresiva vista de Noe.

Tras un momentáneo destello de desagrado en el rostro de Noe, éste parpadeó y miró a Mariana con extraña piedad.

Era como un gran perro que pedía mimos y consuelo.

Sin embargo, Mariana actuó como si no lo viera, y dijo con un poco de ira:

—Debe haber un límite para las bromas del señor Cantero.

Con esas palabras, se dio la vuelta para buscar la tela que necesitaba y se alejó rápidamente, sin dar a Noe ni una sola mirada en todo el tiempo, ignorándolo por completo.

Tras pasar esta inexplicable «confesión», Ana le hizo una mueca a Noe y se marchó con su tela en brazos.

Y dejado atrás, Noe bajó la cabeza y empezó a elegir sus telas.

Esto hizo que el público sintiera lástima por él, y pusieran a Mariana como una flor en una colina muy alta.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Desde un matrimonio falso