Desde un matrimonio falso romance Capítulo 49

Ese día, Mariana estaba buscando entre los diversos discos de vídeo y libros relacionados en su pequeño estudio, con la esperanza de obtener algo de inspiración de ellos, pero no funcionó como esperaba.

Cuando estaba preocupada, su teléfono móvil sonó bruscamente en la silenciosa habitación, haciendo que Mariana se sobresaltara.

Dejando de buscar, se acercó lentamente al escritorio, cogió su teléfono móvil y frunció ligeramente el ceño, mirando el número desconocido que parpadeaba en la pantalla. Después de un poco de silencio, finalmente optó por contestar,

—¿Sí? Dígame.

Una sonrisa vino del otro lado, con una ligera sensación de familiaridad, haciendo que una imagen apareciera en la mente de Mariana, y en este momento, fue como si un par de bonitos ojos surgieran.

—Xavier.

—Soy yo.

Una rápida palabra afirmativa salió del otro lado del teléfono, él estaba ligeramente sorprendido.

—Realmente no he pensado que estuvieras ya tan familiarizada con mi voz, que pudieras adivinar con precisión quién soy con solo una pequeña risa... Es un verdadero honor para mí.

La voz coqueta entró en sus oídos con claridad, Mariana frunció el ceño.

Tras un breve silencio, fue Xavier quien tomó la iniciativa de hablar, con un sentido tentativo:

—¿Estás bien?

El saludo fue como una piedra lanzada a un lago tranquilo, que hacía surgir ondas. Al oírlo, Mariana se estremeció un poco y, subconscientemente, se mordió los labios.

«Debe ser que Xavier ya ha sabido de esas cosas.»

También era cierto que este asunto había llegado a los primeros puestos de los buscadores y a los titulares de todas las páginas web importantes, por lo que todos los miembros del set ya lo supieran. Ella era la única que siguiera engañándose a sí misma y a los demás.

Mariana dio una sonrisa de amargura.

Pero las siguientes palabras al otro lado del teléfono la sobresaltaron.

—Ya se ha retirado la búsqueda caliente.

—Aunque hay mucha gente en Internet, los internautas tienen una memoria limitada, y no pasará mucho tiempo antes de que todo el mundo se olvide de esto.

El tono que había sido juguetón trajo inexplicablemente un significado reconfortante, suave y cálido, como una semilla que no podía evitar brotar en el fondo de su corazón y crecer un árbol gigantesco. Unos cuantos pensamientos pasaron de repente por la mente de Mariana, tan rápida y fugazmente que no pudo atraparlos a tiempo.

Pero en el siguiente instante, se sorprendió.

Sus delicados dedos agarraron el teléfono con fuerza, sus nudillos incluso se blanquearon ligeramente debido a la fuerza.

La búsqueda en caliente había sido retirada.

«¿Quién me ha ayudado a eliminar esta búsqueda caliente? ¿Podría ser... Xavier?»

En el momento en que este pensamiento surgió, hizo que el corazón de Mariana se estremeciera.

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