capitulo 36
Reunión
Narrado por Amy
Caroline: - Señora Amy - me llama entrando a mi habitación.
Amy: "Sí", le digo sin ni siquiera levantar la vista de mi computadora.
Caroline: - Tengo una persona aquí que quiere verte.
Sigo escribiendo, tengo que entregar este informe pronto.
Amy: - Sea quien sea, ven después, ahora no puedo.
-¿No puedes ni por tu marido?
ALEX…
Rápidamente levanto mi mirada hacia él, y veo la vista más hermosa.
Está ahí mismo en la puerta, impecablemente vestido con traje negro, camisa blanca, corbata verde claro, que contrasta perfectamente con sus ojos, y zapatos negros.
Tiene el abrigo despierto, que deja la camisa pegada a su esculpido pecho que tanto me gusta tocar, tiene las manos en los bolsillos del pantalón y me mira con esa sonrisa pícara y esa mirada penetrante.
Alex me mira de una manera que hace que mis piernas se debiliten, Dios mío, el poder que este hombre tiene sobre mí es aterrador.
Sonrío feliz pero no lo muestro, lo que realmente quiero es subirme a su regazo, pero me contengo, Caroline sigue en la habitación.
Amy: - Puedo por ti - sonrío y me levanto lentamente - Caroline puede irse.
Ella sale de mi habitación de inmediato y cierra la puerta rápidamente.
Saca las manos de los bolsillos y me agarra todavía en el aire, porque acabo de saltar en su regazo. Nos abrazamos muy fuerte y nos quedamos así por un rato, hasta que finalmente nuestras bocas se encuentran, llenas de anhelo, llenas de emoción, llenas de excitación.
Me apoya contra la pared y besa mi cuello y abre un botón de mi camisa y besa la parte superior de mi pecho.
Suena el teléfono de mi escritorio, mierda.
Me menosprecia y voy a responder a esa maldita cosa que se interpuso en nuestro momento.
Todavía un poco jadeante trato de ocultarlo.
Amy: - Sí - Digo puta de vida para los que se interpusieron en el camino.
-Amy - Oh mierda, es mi padre.
Amy: - Sí papá.
George: - Por tu tono enojado, apuesto a que Alex ya llegó a tu oficina.
Me recompongo.
Amy: - Sí, ya prácticamente llegó y ya me está molestando - Lo miro sonriendo y él me devuelve la sonrisa, sentándose frente a mí - Alex siendo Alex - continúa.
George: - Amy, por favor, pórtate bien, por el amor de Dios.
Amy: - Que se comporte, llegó ahora y ya se está burlando de mí, nadie se lo merece.
Nos apartamos, él se sienta para disimular el tamaño de su polla, y yo me enderezo y le pido a quien sea que entre.
Y entra mi padre, debe haber tenido miedo de que nos matáramos aquí en mi sala jajaja.
Entra, nos mira y por nuestras caras piensa que teníamos que discutir, tal era nuestro nerviosismo.
Mi padre va hacia Alex.
Jorge: - Mi querido yerno, buenos ojos te ven - dice mientras se abrazan.
Miro para ver si todavía tiene el bulto caliente en sus pantalones, pero afortunadamente no lo tenía, uf.
Mi papá me mira y yo pongo los ojos en blanco, mostrando molestia.
George: - Está todo bien aquí - dice, sin dejar de mirarme.
Amy: - Será mejor que te lo lleves - señalo con la mano, como diciendo que nos larguemos de aquí.
George: - Eres imposible, hija - dice disgustado.
Amy: - Sí, sí, está bien, ahora vete, alguien tiene que trabajar. Y tú – señalo con el dedo en su dirección – a ver si escuchas bien las instrucciones que te va a dar Albert, porque yo no quiero y no voy a repetir nada.
Me siento y empiezo a escribir en mi cuaderno.
Como veo que no se han movido, miro hacia arriba, poniéndome muy molesto, y lo veo sonriendo disimuladamente y veo a mi padre con cara de sorpresa, así que continúo.
Amy: - ¿Siguen ahí??
George le hace señas a Alex para que lo acompañe, él se queda atrás y antes de cerrar la puerta me manda un beso.
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