Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 294

Salvo Antonio y Carlos, nadie tenía ni idea de qué estaba pasando.

Omar le echó un vistazo a Antonio abajo en el público, pero él permaneció sentado tranquilamente en su lugar con una expresión compleja en su rostro mientras los miraba, era como si hubiera sabido de eso desde hace tiempo.

Lo que Omar quería era a Estefanía, ¡no a Fabiola, que ya había caído en desgracia!

¡Fabiola no sólo se había acostado con Carlos, sino que también se había ido al extranjero a dormir con directores, quedó en ridículo ante todo el mundo! ¿Cómo iba a traer a casa a una mujer así? Sería como admitir que le estaban poniendo los cuernos abiertamente.

En ese momento, en la entrada del salón, alguien empujó la puerta y entró.

Omar estaba parado en el escenario, miró hacia allí y vio a Rafael y a su grupo entrando con tres objetos envueltos en tela roja que parecían regalos.

Cuando llegaron a la mesa auxiliar y dejaron las cosas, Rafael se giró y, con una reverencia, dijo respetuosamente: "Sr. Carlos, aquí tiene todo".

Aparte de la música melosa que estaba sonando en los altavoces, todo el mundo en el salón estaba en silencio y con la atención puesta en Carlos.

Carlos miró por encima de la multitud y su vista se posó en Fabiola, que estaba sentada en la silla columpio sin poder levantarse.

Fabiola había tomado somníferos y había dormido todo el día.

Recién había despertado y su mente había estado en blanco hasta ese momento. Al ver al maestro de ceremonias en el escenario y a Omar a su lado, finalmente se dio cuenta de lo que estaba pasando.

Intentó levantarse con esfuerzo, pero nadie se acercó para ayudarla.

"¡No!", dijo mientras miraba fijamente a Carlos y negaba con la cabeza débilmente.

¡Ella era la benefactora de la familia Mendoza! Si no fuera por ella, ¡Martín ya estaría muerto! ¿Cómo pudo Carlos hacerle algo así?

Con un dejo de burla en sus ojos, Carlos la miró y tras unos segundos, dijo: "Hoy es el día de boda de mi querida hermana, Fabiola".