Capítulo 111
Violeta se sentia como si tuviera un nudo en la cabeza
Al ver la tormenta que poco a poco se formaba en sus ojos, apretó sus puños con algo de miedo, pero sentía una fuerza arrolladora en su pecho. Su voz resono de nuevo, “Dije que terminemos ya este sucio trato”
“Mi abuela ya salió del hospital, así que ya no quiero seguir con esta relación”
Cuando Rafael se giró, su silueta se recortaba contra el sol poniente en la ventana, una silueta que imponía silencio y respeto.
Sacó una cajetilla de cigarrillos de su bolsillo, encendió una y el humo blanco se disperso desde su nariz y labios. No mostró la furia que ella esperaba, pero su mirada permaneció fijada en ella hasta que el cigarrillo se consumió hasta la colilla
Cada linea de su torso desnudo se tensaba como una flecha a punto de ser disparada, parecia silencioso pero listo para atacar
Rafael apagó la colilla en el cenicero. Violeta, ya me usaste y ahora te vas?”
Su voz tranquila era sorprendentemente ligera, pero había un brillo siniestro en sus ojos.
Violeta sabia que el estaba molesto
“Durante este tiempo trago saliva, haciendo que su voz sonara más tranquila, ambos hemos obtenido lo que necesitabamos, si terminamos, espero que podamos seguir cada uno por su lado
Estas simples palabras fueron suficientes para hacer que un sudor frio empezara a correr por sus manos
Pero si continuaba, seguiria siendo tratada como un juguete por el.
¿Estás segura? Rafael entrecerró los ojos.
“Si… Violeta asintió.
“Bang!”
El balde que estaba en el taburete se volcó.
El agua se derramo por todas partes, gran parte de ella salpicó sobre los zapatos de Violeta Sus zapatillas se empaparon rápidamente, pero ella no se atrevia a moverse
Rafael solto una risa fria la oscuridad en sus ojos alcanzó su pico mientras hablaba palabra por palabra, “Violeta, crees que puedes romper conmigo cuando te plazca?”
“No.”Violeta grito en pánico, y fue arrastrada por él.
El peso sobre la cama hizo un ruido sordo, trató de resistirse, pero fue silenciada por sus labios
El beso estaba mezclado con su rabia, llegando como una avalancha.
No habia ningún signo de debilidad en la fuerza de Rafael, en un instante, su suéter de lana fue estirado hasta deformarse, incluso se podia oir el sonido de las hebras de la lana rompiéndose, y la siniestra mirada en sus ojos la hizo sudar frio.
Violeta forcejeo con todas sus fuerzas, pero no pudo quitarselo de encima.
Soln podia mirar al techo, sus ojos poco a poco perdieron su brillo, y su voz se volvió cada vez más distante y vacia, “No quiero, Rafael, no puedes obligarme, esto es violación.
Rafael pasó su mano por su cintura, abriendo la cremallera de sus jeans
Lo que sus dedos empezaron a tocar, hizo que se detuviera
Dominado por su rabia, Rafael casi olvidó que su menstruación aún no se habia ido..
Cuando levantó la mirada, su respiración se detuvo.
Violeta yacia alli como un cordero listo para ser sacrificado, sin luchar, sin gritar, pero sus lágrimas corrian por sus mejillas.
Rafael extendió la mano, tocando esas lagrimas, como si algo le hubiera pinchado.
En realidad, era un hombre orgulloso, despreciaba la idea de forzar a alguien a hacer algo que no queria
Como antes, aunque queria que ella estuviera con él, solo usaba trucos para persuadirla hasta que finalmente se rindiera, al igual que le había dicho a Antonio, en la canía, es mejor cuando ambos están de acuerdo en hacerlo
Rafael apretó los dedos, la sensacion humeda de sus lagrimas se disperso, su voz era tan profunda como su mirada, “Violeta, estas son las primeras lágrimas que derramas por mi
Violeta, incapaz de contenerse, le pregunto “¿Y el…?”
“Ah, Rafael, se fue”, respondió la abuela sin mirarla “Parece que tenia asuntos en la empresa. Se despidió apresuradamente, tomó las llaves del coche y se fue¿No te lo dijo?”
“Si, me lo dijo Las comisuras de los labios de Violeta se movieron.
No necesitaba más calentar su cama, no tenia que estar a su disposición…
Gozar de su libertad era algo bueno, pero al respirar profundamente, se sintió un vacio aún mayor en su pecho
No fue dificil encontrar a alguien que cuidara de su abuela, había muchas personas dispuestas a ayudarla en el vecindario.
Violeta eligió a alguien con quien tenia una relación cercana, acordó un precio, le dio algunas instrucciones sobre el cuidado de los ancianos y finalmente se fue tranquila
Sin Rafael, tenia que tomar el tren de vuelta el domingo por la noche.
Antes de irse, Violeta abrazo fuertemente a su abuela, como si buscara recuperar fuerzas a través de la anciana
El tren en el que viajaba era el más lento, paraba en casi todas las estaciones. No fue hasta las cinco de la mañana que finalmente llegó a su destino Entonces se dio cuenta de que no había dormido en toda la noche
No se sentia realmente cansada, pero sus piernas se sentian pesadas, como si estuvieran llenas de plomo Todavia tenia tres horas antes de ir a trabajar, Violeta tomo un taxi a casa. Mientras subia las escaleras, se le cortó la respiración.
Por algún motivo, la imagen de Rafael cargándola escaleras arriba cuando tuvo una intoxicación alimentaria apareció en su mente.
Violeta se frotó la frente para asegurarse de que no pensaria más en el Finalmente, llegó al último piso, sin aliento.
Más que sacar las llaves, decidio llamar a la puerta para que Marisol la abriera.
La persona que abrió la puerta la dejo atonita
“¿Julián..?”
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