Capítulo 205
Rafael sintió una contracción repentina en sus pupilas.
Su mirada estaba fija en ella con una mirada profunda y recogida, su garganta se movla apenas perceptiblemente, como si no estuviera seguro de lo que acababa de decir.
“¿Qué dijiste?”
Violeta to miraba fijamente sin pestañear y mordiéndose el labio “Dije. ¿Podríamos volver a estar juntos?”
Habia dicho lo que más queria decir desde el fondo de su corazón.
Durante todo su viaje a Ciudad Céspez, incluyendo el tiempo que pasó esperando, eso era todo en lo que podia pensar, quería estar con él, quería abrazarlo.
Pero al ver que él continuaba en silencio, Violeta se sintió un poco perdida, y no se atrevió a acercarse.
Rafael la miró de esa forma por un momento, sin decir si estaba de acuerdo o no. Sus labios delgados se apretaron en una linea recta, simplemente sacó la llave que no habla sacado antes, camino hasta la puerta, la abrió frente a ella, y luego entró
Lo único que la aliviaba era que no habia cerrado la puerta.
Violeta, con la cara dura, lo siguió.
No habia zapatillas, asi que tuvo que entrar descalza Rafael ya habia llegado al salón y se habia quitado la chaqueta que llevaba. Su camisa blanca, que había llevado todo el dia, seguia sin arrugas. Su corbata estaba tirada al lado, y estaba subiendose las mangas, revelando poco a poco su antebrazo
Violeta lo miraba atónita y empezó a hablar, “Hoy mismo me enteré de todo esto…”
*Fui al Grupo Castillo con Diego, escuché que preguntó a Raul si ya no estabas ahi, si habías venido a la sucursal de Céspez. Raúl dijo que tu padre había convocado personalmente una junta de accionistas para dar la orden. Luego le pregunté a la tia Catalina, y.
Ella estaba hablando de manera incoherente, jugueteando con sus dedos, sin saber realmente lo que estaba
diciendo
Rafael simplemente escuchaba en silencio sin decir una palabra. Su rostro no mostraba ninguna emoción, y cada rasgo de su rostro permanecia sereno y calmado.
“Quiero decirte que antes de que Rafael te conociera, su familia ya habia arreglado este compromiso. matrimonial, asi que no es justo para Rafaell
“Dijo que como soy tu amiga, puedo quedarme sin preocupaciones”
“Vivi, está bien que no me entiendas.”
Muchas voces resonaban en sus cidos.
Las de Antonio, las de Marisol, incluyendo las de él, especialmente la última. Cuando Violeta pensaba en su tono de voz desesperado, sentia como si hubiera un pequeño hombre dentro de su corazón, golpeándolo con un látigo una y otra vez.
“Rafael…”
Violeta lo llamó suavemente.
Cuando paso por su lado, extendió la mano y agarro la mano que él tenía colgada al lado de su pierna.
Primero lo agarro suavemente, y luego lo apretó más fuerte, preguntando en voz baja y con una voz lastimera
Rafael, todavia me quieres…?”
Rafael bajo la vista y miró su mano agarrada.
Luego, levantó la otra mano y la apartó sin usar mucha fuerza, caminando hacia el dispensador de agua que estaba al lado.
Violeta bajo la mano vacia y la apretó, quedándose solo con el aire. Sentia como si su corazón también se hubiera vaciado.
Sabla que él estaba enfadado. Aquel día en que estaba esperándola en la puerta con su maleta, pero ella había visto la noticia de su compromiso y habia pensado erróneamente que él iba a mudarse de verdad, por lo que le habla deseado suerte. Seguro que se sintió muy decepcionado..
Violeta lo miró, y la luz cálida por encima de su cabeza no podía calentar sus ojos indiferentes.
De repente recordó que cuando rompieron, él le habia preguntado si estaba segura
También dijo. “Mas te vale que lo pienses bien, no siempre voy a dar la segunda oportunidad”.
Rafael se tensé por un momento, luego la abrazó aún más fuerte y permitiendo que sus lágrimas majaran su pecho Esas lágrimas saladas parecian haberse filtrado en su corazón, haciendo que deseara poder abrazarla hon más fuerte
Te duele pregunté el, apretando los dientes,
“Mucho “Violeta asintió honestamente, sintiendo como si sus hombros fueran a desmoronarse
Pero Rafael respondió con ferocidad. “Bien, deberia dolerte!”
Violeta, con la nariz roja, parecia que no se atrevia a enojarse ni a hablar. La alegrin de haberlo recuperado Henaba su pecho.
Rafaella sotto un poco, resoplo y la pregunto: “¿Ya no me felicitas?”
Vicleta bajo la cabeza, sintiéndose avergonzada y culpable.
Echo un vistazo a sus ojos sombrios y murmuro, “Lo siento
“¿No has oido el dicho? Si las disculpas funcionaran, para qué necesitariamos juez? Rafael no aceptó la disculpa, su tono y expresion no eran amigables
“Violeta se sintió incomoda y no supo qué decir.
Volvió a apoyar su cabeza en su pecho, escuchando el fuerte latido de su corazón. Sus lágrimas se detuvieron
poco a poco
“Vivi De repente, Rafael la llamo
Violeta levantó la cabeza para mirarlo, como un cachorro esperando.
Ese apodo intimo la hizo querer llorar de nuevo, pero se asusto al ver el frio en sus ojos y escucho su tono amenazante. Si te atreves a hablarme de romper otra vez te estrangularé!”
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