Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado romance Capítulo 27

Capítulo 27

Cuando Violeta desembarcó, apresuradamente tomó un taxi hacia el hospital.

La llamada telefónica había sido confusa, sólo le habían dicho que su abuela se había desmayado repentinamente esa mañana y estaba en la sala de emergencias…

Al salir del ascensor, Violeta se sintió aturdida durante unos segundos, como si estuviera caminando sobre algodón.

Mientras corría hacia la sala, chocó varias veces con las camillas de los médicos. Las enfermeras de la sala, al verla, la ayudaron a levantarse, “¡Señorita, no se preocupe! Su abuela está bien, ya la regresamos a su habitación.”

Escuchando esto, sintió como si la luz volviera a sus ojos.

Al abrir la puerta de la habitación, efectivamente su abuela ya estaba allí, pero su rostro estaba pálido y tenso, y tenía un matiz azul entre las cejas. Con los ojos cerrados, parecía casi como si estuviera muerta.

Violeta se lanzó hacia ella y tomó su mano, calentó poco a poco la frialdad de sus dedos con sus manos, y finalmente pudo

relajarse.

Media hora después, la anciana despertó lentamente.

Al ver a Violeta inclinada sobre la cama, mostró una sonrisa débil pero llena de cariño, “¿Estás llorando, mi niña?”

“No, abuela, no estoy llorando”, respondió Violeta negando con la cabeza.

“¡No digas tonterías! Tus ojos están rojos, seguro que estuviste llorando mientras yo dormía”, respondió la anciana, acariciándole la mano y la mejilla, “No te preocupes, tu abuela no se irá de este mundo tan fácilmente. ¿No te acuerdas que la vidente dijo que viviré hasta los noventa y nueve años?”

Violeta sintió un zumbido en la cabeza al escucharla hablar sobre ese tema.

“¡Abuela, por favor, no hables de eso!”

“Está bien, está bien, no hablaré de eso.”

La anciana se rio, haciendo que el ambiente sombrío de la habitación se volviera uno más cálido.

Violeta se levantó para buscar agua, probando cuidadosamente la temperatura antes de dársela a su abuela. Pero la anciana estaba mirando el bulto que a Violeta se le veía alrededor de su cintura, “Violeta, ¿todavía estás pensando en él?”

Violeta esperó en silencio a que continuara, “Aunque hemos logrado estabilizar a su abuela por el momento, su condición está empeorando. Hemos discutido su caso y creemos que se necesita una cirugía de bypa*s”.

“Y esta cirugía es costosa, necesitas al menos…”

Violeta vio el número que el médico indicaba, “¿Veinte mil?”

El médico negó con la cabeza e hizo una señal con los dedos para indicar diez veces más.

Violeta sintió que le faltaba el aire, su visión se oscureció y empezó a oir un zumbido en sus oídos

Y eso es solo el comienzo. Dada la edad de su abuela, los costos de la hospitalización y los medicamentos posteriores a la cirugia no serán baratos. Señorita, debo advertirle que debe estar preparada si decide que su abuela se haga la cirugía”.

Cuando el médico se fue, Violeta se quedó apretando la manija de la puerta, tratando de mantenerse de pie.

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