Capítulo 308
Parpadeo un par de veces, convencida de que la figura que yacia ante ella era Rafael.
Ignorando su presencia, sus ojos permanecian cerrados, como si estuviera durmiendo.
Violeta miró a su alrededor. Aparte de Rafael en la cama, no había nadie más en la habitación. Sin embargo, Catalina habia dicho claramente por teléfono que no se sentia blen
Apresuradamente. Violeta solto la sabana que tenia en la mano y se levantó para irse, pero se detuvo al ver la
preocupación en su rostro.
Observo durante unos segundos y sintió que algo no estaba bien
La sabana se deslizo un poco más, revelando que la camisa de Rafael estaba desabrochada y su rostro estaba rojo. Parecía estar sufriendo. Su pelo estaba empapado de sudor, el cual humedecía la almohada,
Violeta extendio la mano y lo empujo suavemente “Eh, Rafael
Rafael no respondió, pero cuando ella retiro su mano, él la agarró con fuerza.
Violeta se asusto con su movimiento y también con la fiebre que tenía. No parecia estar enfermo….
Su garganta se movia mientras extendia las manos hacia ella.
Antes de que pudiera reaccionar, la tiró sobre su pecho, y en su lucha por levantarse, Violeta se dio cuenta de
su excitacion
Bajo la vista para ver que los ojos de Rafael estaban entreabiertos, como si estuviera en un estado de confusión.
Habiendo experimentado algo similar en dos ocasiones anteriores, Violeta llegó a una conclusión
Alguien lo había drogado!
Al darse cuenta de eso, no sabia qué hacer.
¿Que debía hacer?
Además, parecía que los efectos de la droga estaban en pleno apogeo Violeta sabia mejor que nadie lo potente que era esa droga. Si realmente estaba drogado, ir al hospital no serviria de nada, solo podria.
Antes de que pudiera ordenar sus pensamientos, Rafael de repente la volcó, quedando ella debajo de él.
“Mmm…”
La besó con fuerza y sus lenguas luchando entre sí.
Justo cuando Violeta pudo tomar un respiro, su camisa fue desgarrada. “Rafael, no…”
El resto de sus palabras se perdieron en el aire.
Al día siguiente, un taxi se detuvo frente al edificio de apartamentos.
Cuando Violeta bajó, miró a su alrededor varias veces, como si estuviera haciendo algo ilegal. Incluso al entrar al edificio, parecia tener miedo de ser descubierta.
Cuando el ascensor llegó, se tambaleó al salir, sintiendo que sus piernas temblaban
Conocia bien la energia de Rafael en la cama Impulsado por las drogas, era aún más intenso.
Violeta, que no hizo el amor con ninguno por más de cuatro años, apenas pudo respirar la noche anterior No
sabia cuanto tiempo habia durado, pero no pudo resistir la fuerza y la velocidad con las que él la abrumaba
Apenas amaneció, se escanó mientras Rafael aun dormia.
No solo sus plemas, sino que incluso mover los brazos era dificil.
Violeta sacó la llave, abrió la puerta y la cerró con cuidado detrás de ella. En ese momento que estaba en un lugar seguro, su corazón nervioso finalmente se calmo
Camino con cuidado, temiendo despertar a Marisol, que necesitaba descansar por su embarazo.
¿Cómo es que volviste a comer eso?” Antonio frunció el ceño aun mas al escuchar eso, especialmente al ver io débil que se veia Marisol No pudo evitar decir con frustración, Te lo he dicho mil veces! Tienes un
estómago delicado y la comida callejera está llena de bacterias!”
Aunque su tono era un poco alto, no podía ocultar su preocupacion.
Marisol movió la boca, luego bajó la cabeza y dijo, “Lo tengo en cuenta, Dr. Antonio
Las últimas palabras hicieron que Antonio pareciera más molesto.
Les venas de su cuello estaban a punto de estallar, pero afortunadamente su teléfono sonó. Parecia que habia una emergencia en el hospital y necesitaban que volviera inmediatamente. Antonio la miró en silencio durante unos segundos antes de finalmente marcharse
Cuando la pueria se cerró, Violeta suspiró y dijo: Marisol, te sientes mejor?”
Mucho mejor Mansol asintió, mirando hacia la puerta y murmurando, De verdad! No me dejan en paz desde primera hora de la mañana: Creo que debería conseguir un perro grande, asi si Antonio vuelve, lo suelto contra
En serio? Violeta pregunto.
“¡Por supuestol Marisol respondió, aunque su voz se fue apagando.
Violeta suspiro de nuevo y la ayudó a regresar a su habitación.
Después de beber un vaso de agua, Marisol se sintió mucho mejor y comenzó a Interrogar a Violeta, “¿Dónde te metiste anoche? ¿Te quedaste en casa de Rafael otra vez?”
“No… Violeta negó con la cabeza, estaba claramente Incómoda.
Marisol parecia dudosa y volvió a preguntar: “¿Sequra?”
“Um… Violeta murmuró
Marisol levanto una ceja y señaló su cuello, ‘Violeta, ese chupetón en tu cuello te delatal”
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