Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado romance Capítulo 334

Capítulo 334

Él hablaba muy despacio, cada palabra parecía molerse entre sus dientes.

Violeta podía sentirlo, pero no sabía por qué, solo podía preguntarle: “¿Cuándo fue que volviste?”

Durante el día, en el hospital, cuando estaba charlando con Catalina, mencionó que él había ido a los Estados Unidos por trabajo y no había regresado, y que su teléfono estaba apagado, incluso Nono había preguntado por él hoy.

Rafael todavia la miraba fijamente, y le respondió con otra pregunta: “¿Dónde está tu Julián?”

Violeta se estremeció.

Rafael entrecerró sus ojos profundos y oscuros, le echó un vistazo en la dirección de donde acababa de ir el taxi y soltó una risa fria. ¿Encontraste a alguien nuevo tan rápido? ¿No estaban muy enamorados y planeaban casarse? ¿Fue él quien te dejó, o como yo, lo dejaste tú?”

“Rafael, tú..” Violeta lo miraba sorprendida.

Tragando saliva, ella finalmente recuperó el aliento y le preguntó incrédula: “¿Lo recuerdas?”

Rafael soltó un gruñido frio desde su nariz: “¿Qué, si no lo recordaba, planeabas seguir haciéndote la tonta. frente a mi?

“…” Violeta apretó los labios.

No le respondió, lo que significaba que estaba de acuerdo, y de hecho tenia esa intención.

Desde que volvió a su pais y descubrió el cliché de que él había perdido la memoria, nunca pensó en decirle quien era ella y la relación complicada que habían tenido. Después de todo, olvidar no siempre es algo malo.

Rafael dio un gran paso adelante, mirándola desde arriba con una voz aún más fría que antes. “Violeta, te pregunté más de una vez si nos conocíamos antes, ¿por qué me mentiste?”

“Simplemente no pensé que era necesario contártelo…” Violeta frunció el ceño.

“¿No era necesario contarmelo? Rafael repitió sus palabras con una risa fria.

Si Violeta asintió sin dudar, giró la cara y fijó la mirada en la gran sombra en el suelo. “Rafael, terminamos nuestra relación hace cuatro años, si nos conocemos o no, si recordamos o no, no hace ninguna diferencia, no importa.”

Los ojos profundos y oscuros de Rafael, que parecían un antiguo pozo, brillaban ahora con una luz fría como una estrella, y soltó dos risas frias. “Violeta, si nada de esto importa y no hay ninguna diferencia, entonces, déjame preguntarte, ¿te pregunté alguna vez si podrías quedar embarazada, y qué fue lo que me dijiste?

“…” El rostro de Violeta se puso pálido.

Sí, ella le había fallado en este aspecto, le habia ocultado intencionalmente la verdad.

Las mandibulas de Rafael se apretaron con fuerza mientras preguntaba acusadoramente: “Hace cuatro años, te fuiste sin decir ni una palabra, con mi hijo en tu vientre, tú…”

“No tengo nada que decir sobre el bebé! Violeta lo interrumpió repentinamente.

Al escucharle mencionar a ese bebé, su vista comenzó a volverse borrosa y confusa.

De repente se cayó y fue llevada al hospital, donde los doctores dijeron que habia roto aguas y que iba a dar a luz prematuramente Ella yacia en la mesa de operaciones con mucho dolor, pero con toda su mente esperando la llegada de esa pequeña vida. Pero el llanto del bebé se fue apagando hasta que solo quedó un feto muerto y morado

Sin aliento, todo era sangre…

Esa siempre ha sido su pesadilla.

1/3

Capitulo 334

Ahora que él lo mencionó con un tono acusatorlo, sentía que su corazón estaba siendo estrangulado, todo lo que sentía era dolor, y era muy real.

Al encontrar su mirada, Violeta esbozó una sonrisa triste en la comisura de su boca. “No quería que te interpusieras en mi vida…”

Estas palabras, en los oidos de Rafael, tenían otro significado.

“¿No tienes nada más que decir?”

“¿No querías que me interpusiera en tu vida?*

“Gracias”, dijo Violeta, tomando las llaves.

Pero Zeus la miró preocupado. “Violeta, ¿estas bien?”

“Estoy bien…”, respondió Violeta, sacudiendo la cabeza y tocando su mandibula. Aún sentia dolor y sus piernas estaban un poco débiles. Respiró profundamente, y luego le dijo, “Zeus, ¿puedes ayudarme a subir?”

‘Claro, respondió Zeus.

P

Zeus la acompañó hasta su puerta y no se fue hasta que la vio entrar.

El interior de su departamento estaba oscuro, sin luces. Al parecer Marisol aún no había regresado. Violeta no

encendió las luces, se quitó los zapatos, se metió a la cama sin camblarse de ropa.

Esa noche, soño con aquel niño otra vez…

El calor aumentaba cada dia y el sol brillaba intensamente por la ventana.

Desde aquella noche en que tuvo ese encontronazo con Rafael, Violeta no volvió más al hospital.

Estaba sentada en la cama, doblando la ropa sobre sus rodillas. A sus pies habla una maleta que había traido de su país

La maleta estaba abierta y cada vez que organizaba algo, la ponia adentro.

El teléfono sono, Violeta lo recogio. En la pantalla apareció la palabra “Tia”, pero no contestó inmediatamente. Cuando la llamó por tercera vez suspiro y contestó.

En la llamada, no se oyó la voz de Catalina llamándola con cariño, sino una voz de niño dulce y suave, “Vivi, soy Nono

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado