Capítulo 388
Después de que volvieron a estar juntos, aunque no habían tomado precauciones las veces anteriores, ella estaba en su perlodo seguro. Hoy era su periodo de riesgo y no pudo evitar preocuparse, por lo que rápidamente le recordo.
Al escuchar eso, Rafael no pareció preocupado y dijo. “¿Por qué deberíamos protegernos?”
Violeta parpadeo un par de veces, se sintió timida y titubeo. “Si no nos protegemos, qué pasará si…“
“¿Qué pasará?” Rafael preguntó a sabiendas,
Violeta mordić su labio y respondió con una pregunta. ¿Qué crees…?”
Rafael levantó su mano y con el dorso de sus dedos acancio su rostro y dijo. “Recuerdo que dijiste una vez que querias tener una hija.”
“Uh… Violeta se quedo un poco atónita.
Parecia que si habia dicho algo asi. Hace cuatro años, cuando comenzaron a salir, ella estaba cuidando a Julian y Nico, y él mencionó que queria tener una hija. Más tarde, Catalina también mencionó algo similar y él enfatizó que queria tener una hija….
Violeta, entre risas y lágrimas, dijo. ¡No puedes simplemente decidir lo que tú quieres!”
“El adivino dijo que tendria tanto un hijo como una hija en esta vida Rafael arqued una ceja, su tono lleno de certeza y confianza
Al ver eso, Violeta se rio y dijo alargando las palabras, Rafael, no puedo creer que seas supersticioso!
“Hmm” Rafael elevó una ceja, pareciendo muy relajado Despues de considerar durante un par de dijo: “Pero supongo que deberia esforzarme un poco más
segundos.
Se besaron apasionadamente, y sus ropas fueron quitadas poco a poco. Violeta, agarrándose a su cuello, le pidio que se calmara. La luz de las estrellas se filtraba por las cortinas, creando un ambiente intimo en la
habitación.
A la mañana siguiente, ambos se despertaron casi al mismo tiempo.
Parecia que no estaban satisfechos con la noche anterior Rafael queria continuar, pero Violeta logró disuadirlo Rafael, sin molestarse en recoger la toalla del suelo, salió de la habitación solo en calzoncillos y se dirigió al baño.
Violeta se lavó rápidamente en el lavabo. Al mirarse al espejo, vio que sus mejillas todavia estaban rojas y su piel lucía hidratada. Parecia que si apretaba un poco, podría exprimir agua.
Cada mañana, cuando se despertaba, tenia que volver a su habitación para evitar que los niños la descubrieran. Esa era la razón por la que había insistido en detener a Rafael la noche anterior.
Pero al salir de su habitación, vio que la puerta de la habitación de los niños ya estaba abierta. Nono, todavía en pijamas, salió caminando con seguridad. Al verla, inmediatamente corrió hacia ella y le grito
“Vivi
Violela se sorprendió al ser descubierta.
Mientras se preguntaba cómo salir de esa situación embarazosa, Nono habló primero. “Sabía que estabas despertando a papá otra vez, ¿verdad?”
“Si.. Violeta sintió, avergonzada.
Nono fruncid el ceño y dijo: “Papá es tan perezoso, necesita que alguien lo despiertel
“¿Qué has dicho? Rafael, que acababa de salir del baño, preguntó con una navaja de afeitar en la mand
Nono cambio de terna, se abrazó a la pierna de Violeta y dijo Tengo hambre…
Uupitulo 388
Violeta sonrio, levantó a su hijo y vio que Rafael habla terminado de ducharse. Aún llevaba solo calzoncillos, pero en ese momento tenia varias marcas rojas sospechosas en su pecho, probablemente dejadas por ella la
noche anterior.
empresa. Ven conmigo y cuando termine, iremos a ver una película al cine
“¿Deberíamos decirle a Pablo para que traiga a Nono también? Violeta intervino rápidamente
Rafael frunció los labios, como cuando habia ido a Nueva York antes, no repetiria el mismo error. Miró a Violeta con una mirada profunda, “Die nosotros dos, ¿cuándo dije que lo traeriamos?
¿Qué haremos con Nono si vamos al cine? Violeta frunció el ceño y añadió, Planeaba cocinar algo rico para él esta noche…”
Su voz se fue haciéndose más débil al final, porque vio que él ya estaba frunciendo el ceno.
Violeta se acercó un par de pasos y preguntó con cuidado, Rafael, estas molesto de nuevo?”
Rafael resopló, y con un tono lleno de resentimiento, dijo: Estás con él todo el dia, ¿no puedes venir al cine conmigo en la noche?”
Ese celo evidente
Violeta luchú internamente después de escucharlo, finalmente asintió, “Está bien, lo entiendo
“Et bien. El rostro de Rafael paso de la sombra a la luz
Agarró su mano y camino con grandes pasos hacia su Range Rover blanco fuera de la oficina.
Desde que entraron por la puerta giratoria del Grupo Castillo, Rafael no soltó su mano. Muchas miradas se volvieron hacia ellos en el camino, Violeta quería zafarse, pero di la agarró más fuerte y entraron directamente al ascensor privado,
“Sr. Castiliol
Cuando llegaron à la azotea, un Raúl con expresión apenada los recibió.
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