Capitulo 399
feliz! ¡Si alguien tiene la culpa, es tu hijo por tener tanta suerte! Lo atropellé tan fuerte, ¡y aun así sobrevivió!” La voz de Estela se volvió cada vez más desesperada, y sus ojos estaban llenos de resentimiento.
¡Estela, estás completamente local Violeta la miró con incredulidad.
Rafael le tomó la mano y miro friamente a Estela, cuyas facciones de su cara estaban deformadas por la furia, Señaló a un lado y dijo, ‘Aqui hay cámaras de vigilancia. La policia encargada del caso se encargará de esto, no te preocupes por esta loca.
Después de eso, se llevó a Violeta.
Justo antes de cerrar la puerta. Violeta giró la cabeza para
a Estela una última vez.
Ella estaba sentada alli, esposada, sus ojos llenos de odio estaban fijos en él, hasta tal punto que sus párpados se habían torcido Su cabello estaba desordenado a ambos lados, destacando aún más la deformación de su rostro
Además del delito de huir de un accidente, se le sumó el cargo de asesinato premeditado.
Violeta miró los ojos fríos de Rafael, recordando lo que había dicho antes de abrir la puerta, sabiendo que no la dejaría ir fácilmente Solo necesitaba encontrar un abogado competente, probablemente no dejaría que Estela saliera facilmente de la cárcel..
Rafael cambió su táctica y la abrazo por los hombros, susurrando en su oido, “Se lo buscó su propio castigo”.
“Si, lo sé, asintió Violeta
Después de que los dos policías se retiraron, la puerta se cerró delante de ella y sintió que sus manos todavia
estaban un poco sudorosas.
No es que estuviera asustada, sino que le resultaba desconcertante que alguien pudiera planear un asesinato, principalmente planear asesinar a un niño pequeño. ¡En su corazón, estaba tan enfurecida que pensaba que Estela debería pudrirse en la cárcell
Porque si no fuera por ella, Rafael, que habia perdido la memoria hace cuatro años, podría haberse casado con Bianca. Pero, las cosas que Bianca había hecho y dicho, incluyendo ocultar su embarazo, demostraban que no era tan inofensiva ni tan carente de artimañas como su elegante apariencia sugeria.
Al ver a Bianca, Rafael frunció el ceño ligeramente “Sunny, ¿qué haces aquí?”
“Un amigo mio perdió algo y vino a reportarlo. Vine a ayudarle con el trámite, le explicó Bianca con una sonrisa. Luego miró hacia adentro, hizo una pausa y dijo en voz baja, “Por cierto, justo cuando llegué vi que Estela habia sido arrestada y hablé con la policia… Rafael, ¿podriamos hablar a solas?”
Bianca mantuvo la mirada fija mientras hablaba,
a, y no pudo ocultar una pizca de amor en sus ojos.
Al escuchar esto, Violeta también siguió su mirada y levantó la vista hacia Rafael.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado