Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado romance Capítulo 496

Capítulo 496

“Rafael, ¿te sientes incómodo ahora? Silvia tenia una mirada llena de astucia y placer triunfante. Su falda volaba mientras su voz se volvía más suave, “Tengo una manera de hacer que te sientas mejor, ¿te ayudo, Rafael?”

Al pronunciar su nombre, Silvia estiró intencionadamente la última silaba, agitando la manga de su traje mientras lo hacia

Aléjate de mi Rafael se aparto y dio un par de pasos al lado, listo para llamar a alguien con el teléfono interno.

Los ojos de Silvia to sequian atentamente. Notaba cómo su ceño se fruncia más y más, cómo su cuello se movia lentamente con cada trago y cómo su expresión era de contención, pero aun así, no mostraba signos de no poder controlarse Ademas, cuando su mirada se posaba en ella, no habia ni rastro de lujuria.

Ella no entendia. De repente, como hacia él y lo abrazo por el brazo para detenerlo de hacer la llamada, pegando su cuerpo al suyo como queriendo demostrar su encanto, tocando el cuello de su camisa, “¿Por qué te haces sufrir así? Sé que te sientes mal déjame ayudarte. Aquí esta bien, en el sofa?

En el momento en que Rafael levantó la mano para apartarla, la puerta de la oficina se abrió

Violeta, que acababa de ser escoltada desde el ascensor por Raúl, se quedó paralizada al ver la escena.

Justo cuando Raúl abrio la puerta, la mirada de Violeta captó a Rafael levantando la mano y luego escuchó un grito. Silvia, que estaba pegada a él como si fuera una pelota, se estrelló contra el suelo con un “pum a un lado.

“¿Que estan haciendo? les preguntó Violeta con la boca apretada.

Al ver a Violeta, Rafael camino apresuradamente hacia ella, tomó su mano y con una mirada llena de agravio e inocencia le dijo. Ya lo has visto todo, soy inocente.”

Justo antes estaba preocupado de que ella llegara en ese momento, y qué coincidencia que asi fue.

“Mmm. Violeta asintió, Lo sé.

Ella no era de las que hacían un escándalo sin razón. Los hechos estaban ante sus ojos y no podia malinterpretar la situacion de manera irracional. Durante los cuatro años de amnesia de Rafael, él nunca había tocado a Bianca, y mucho menos ahora se involucraria con otra mujer. De eso estaba segura.

Al mirar a Silvia en el suelo, Violeta frunció el ceño involuntariamente, solo de verla ya le daba rabia.

No sabia si Rafael lo habia hecho a propósito, pero había usado mucha fuerza Silvia no solo habia caido al suelo, sino que tambien habia golpeado la esquina de un escritorio, y ahora se frotaba la frente con la mano. Aunque Violeta no podia verio seguramente Silvia tendría un gran chichón, pues el escritorio era de marmol…

Realmente no se habia retenido!

Aunque no sabia que habia pasado, Violeta casi podía adivinarlo. Se sorprendió internamente, pensando en lo liberal que podia ser alguien que había estudiado en el extranjero, queriendo hacer ese tipo de cosas en una oficina….

Rafael, al ver que no habia celos ni enojo en su rostro, y que no habia malentendidos, suspiro aliviado. Luego, con una mirada fría, ordenó con voz grave, Raúl, acompaña a Silvia afuera. Y avisa al personal que desde ahora todo visitante debe ser identificado, no permitamos que personas ajenas a la empresa entren tan fácilmente.”

¡S! Raúl le respondió inmediatamente.

Violeta se mantuvo a su lado, aún abrazada por él. Mientras hablaba, la acercó aún más a su pecho, y cuando terminó de hablar, casi la había escondido dentro de su abrazo. Violeta podia sentir su aliento caliente en su oído, “Vivi…”

Ella frunció el ceño y levantó la vista para mirarlo.

Pronto se dio cuenta de que algo andaba mal. Sus ojos bajos la miraban con un deseo confuso y ardiente, y a través de la ropa, la temperatura de su cuerpo era alarmantemente alta. Parecia estar luchando por mantener la conciencia, respirando pesadamente.

Violeta casi al instante comprendió lo que le ocurria…

En la hermosa luz del atardecer, un taxi se detuvo frente a la puerta de la mansión.

Tras decir eso, rechazó la ayuda de Lucía con un gesto y subió las escaleras rápidamente con Rafael

No podía creer que, por segunda vez, terminara siendo ella quien tuviera que resolver la situación….

Una vez en el piso de arriba, Rafael se transformó por completo, su mirada ardiente la llenó de miedo.

Violeta lo arrastró hacia la habitación, y justo al cerrar la puerta, él se lanzó sobre ella desde atrás, y se oyó el sonido rasgado de la tela, seguido por una ola de frescura.

Su cabeza era presa de su palma, y su rostro fue girado a la fuerza para recibir su beco

Aprovechando un respiro, ella jadeo, ¡Ay! Espera a que cierre la puerta con llave…

Después de la operacion de ella, Rafael había estado conteniéndose por tanto tiempo, y ese dia el conteo regresivo finalmente había terminado.

Esa noche tampoco pensaba dejarla ir, después de contenerse tanto tiempo, estaba listo para darse un festin y gracias a Silvia, probablemente no saldría de la cama en toda la noche

Finalmente, al liberarse de sus labios, Violeta sintió un vacio bajo sus pies, y de repente fue arrojada sobre el colchón

Antes de que pudiera recuperarse del vértigo, su impaciente amante ya no podía esperar más.

Con su voz quebrada, ella apenas pudo recordarle, “Las cortinas… aún están abiertas…

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado