Aprieto lo mas fuerte que puedo la cuerda en el cuello de este falso Rey para estrangularlo.
Las manos de este hombre me rodean apretándome con fuerza, pero mi enfado es mayor.
Mi adrenalina y mis ganas de venganza hacen que surja de mi una fuerza que no conocía...
Hasta ahora.
"Tú no eres mi Rey, por lo que ahora morirás, impostor."
Este falso Rey intenta azotarme contra la pared, pero no puede debido a que la cuerda en su cuello se tensa más.
Sonrió perversamente mientras que vuelvo a apretar más los dos lados de la cuerda observando como sus manos intentan aflojar la cuerda de su cuello mientras que emite estos sonidos tan lindos de ahogo.
No sé en que momento me hice tan sadica que encuentro excitante verlo y escucharlo mientras lo ahorco.
Observo la pared y diviso dos barras de metal firmemente fijadas a la pared.
Paso el extremo de la cuerda dos veces antes de hacerle un nudo apretado.
Puedo ver su enfado, sus ojos desorbitados y sus movimientos desesperados para poder quitarse la cuerda de su cuello.
"Ustedes, bastardos sin alma solo nos usan como sus juguetes sexuales..."
"Y nos desechan cuando quieren o creen que estamos rotas..."
"Bueno, tú eres un juguete roto con el que ya no quiero jugar."
Me subo a su espalda abrazandolo por el cuello, apretando lo más que puedo mis brazos.
Coloco mis pies sobre la pared para poder empujarlo hacia adelante y que la cuerda se tense más.
Este imitador de Rey se agita, emite soniditos raros por unos momentos y después...
Todo su cuerpo se relaja y cae hacia adelante.
Debo cerciorarme que esta muerto, por lo que localizo mi mochila apartada a un rincón de este pequeño lugar.
El bisturí aparece en un rincón, pues con ayuda de otro celular que prendí se ilumina este lugar de penumbras.
Me acerco hacia el cuerpo inerte y coloco la punta del bisturí en el pecho de Rey.
Comienzo a enterrarlo cuando de pronto siento que sus manos toman mi cuello.
"Maldita puta, te mataré!"
Exclama en voz muy rara y apagada este hombre, por lo que me empeño en hundir el bsituri lo mas rápido posible en su corazón.
La expresión de dolor y rabia que tiene en la cara es totalmente alucinante y satisfactoria para mi.
Un empujón...
El bisturí entre por completo y puedo ver la cara de asombro y dolor de este hombre.
"No podrás hacer mas daño a las chicas..."
"Y así, no importa que sean igualitos, casi clones de mi Rey..."
"Sé como reconocer al verdadero."
Doy vueltas al bisturí en su pecho y la sangre comienza a empaparme la mano, deslizándose hacia el piso.
Gotea y juro que el sonido es divinamente lindo.
Cuento hasta diez segundos para sacar el bisturí del cuerpo de este hombre y lo deslizo por sus muñecas para que termine de desangrarse.
Limpio el bisturí con su ropa y me detengo un momento para ver lo que acabo de hacer.
Un miedo me golpea cuando me doy cuenta de que me estoy volviendo como ellos...
Estoy disfrutando hacerles daño a todos y cada uno de ellos.
Sin embargo recuerdo que son pedófilos, violadores, asesinos...
Y todo lo mal que me sentía, todo el arrepentimiento y culpa que sentía, se desvanece como por arte de magia.
Miro con detenimiento este lugar de perversion.
Tomo los fustes, los latigos, las esposas que están en una mesa para guardarlo en mi mochila.
De algo me servirán.
Despues, me pongo la ropa de nuevo, me acomodo el cabello y me cuelgo la mochila de nuevo en mi espalda.
Debo encontrar a las frutitas y cortesanas lo antes posible, no se que demonios les ocurrio.
"Descansa en paz bastardo."
Le doy un beso en su mejilla fría y cierro la puerta detras de mi.
Uno menos.
Pero debo enfrentarme a lo que vendrá.
Mi corazón late ahora con miedo pues debo caminar rápido para ayudar a las chicas.
El desagüe se hace mas estrecho y amplio conforme camino.
De pronto llego a una rejilla de metal redonda que parece que esta firmemente sujeta a las paredes.
"Y ahora, como saldré de aquí?"
Susurro y de pronto puedo escuchar unas risitas femeninas a lo lejos.
Sujeto las barras con mis manos y de pronto la rejilla se alza un poco.
Sorprendida, la alzo un poco mas y la rejilla se levanta...
"Oh si!"
Digo cuando me escabullo por un lado sin problemas.
Estoy afuera!
Está anocheciendo.
Me detengo un momento observando donde estoy parada.
Llegue a un campo de césped amplio lleno de arboles y flores.
"Es un bosque..."
Me digo a mi misma observando esta belleza natural a mi alrededor.
Volteo a ver la rejilla y se que tengo que hacer algo para que nadie mas pueda salir de ese lugar y atraparme.
Saco un látigo y lo anudo a un base cercana de metal que se encuentra cerca de la rejilla.
Las risitas femeninas se escuchan levemente de nuevo.
Me levanto y trato de definir de donde provienen.
Una luz a la lejanía se enciende y se que ahí es a donde debo de ir.
Camino sin prisa hacia ese lugar, inhalando profundamente el aroma fresco y puro a mi alrededor.
El sol agoniza en el horizonte y sus rayos rojos golpean los árboles, cayendo y bañándome en el proceso con su débil luz.
El cielo pasa de ser rojizo y amarillo a oscuro en tan solo un minuto.
"Bueno, no nos gustan ni las niñas ni las mujeres."
"Somos gays y pareja desde hace más de cincuenta años si eso te hace sentir mejor, princesita."
Uno de ellos toma la mano del otro y después se giran para darse un beso en la boca.
Las chicas dejan escapar un "aaww" que me asombra.
"Nosotros tuvimos éxito en escapar de la guardería..."
"Hace tantos años ya de eso..."
Dice el otro anciano algo encorvado y de sonrisa agradable.
"Esperen, ustedes estuvieron en la guardería?"
Los cuestiono porque si dijeron que son pareja desde hace cincuenta años y se ven como de setenta años...
"Porque no te das una agradable y refrescante ducha primero antes de que te contemos nuestra historia?"
"SSSSIIII!"
Gritan y aplauden la frutitas al unisono.
"Donde están las cortesanas?"
Cuestiono a la chica que esta a mi lado y ella sonrie.
"Ellas están en cama recuperándose."
"Te llevaré con ellas."
Dice uno de los dos ancianos.
"Soy Logan."
Dice el ancianito que no tiene barba.
"Y yo Jack."
Comenta el que si tiene barba y ahora se quien es quien.
Ellos caminan despacio delante de mi para alcanzar unas puertas dobles que deslizan hacia los lados.
Ahí, recostadas en varias camas individuales, las cortesanas con intravenosas en sus brazos duermen profundamente.
"Esos bastardos reales siempre fueron los peores para tratar a las mujeres..."
Dice Jack cuando se acerca con una sonrisa bonachona a mi.
"Ellas necesitan mucho descanso, por lo que las dejaremos aquí bien cuidadas."
Las bellas y calidas frazadas están sobre sus cuerpos y todo el ambiente huele a dulces.
"Dejemoslas dormir todo lo que necesiten."
"No deben de preocuparse de nada ahora."
"Nosotras las cuidaremos como las muñequitas que son."
"Y nadie más las torturara como lo hicieron antes."
Lindas palabras susurradas por Logan.
Pero algo me dice que no debo confiarme del todo...
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión.
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