Nos miran fijamente cuando aparecemos en la fiesta.
"OH DIOS MÍO!"
"Pero que les ocurrió muñecas?"
Nos cuestiona Miranda cuando nos ve llegar.
La música se detiene.
Todo el mundo está a la expectativa.
"Aaron y Jordan fueron los responsables de esto."
"Necesitan un castigo severo para que aprendan a ser disciplinados."
Dice el doctor Reginald con voz tranquila y profunda.
"Por favor caballeros, podrían decirme cual es el lema de esta, nuestra bella ciudad?"
Los hombres se ponen serios por la pregunta del doctor antes de decir a coro.
"Las muñecas no se tocan ni se lastiman."
Si esto no es raro...
No se que lo será entonces.
Las chicas que están a su lado sonríen mientras que toman el brazo de los hombres.
Ellos parpadean para después enfocar la vista en sus adorables muñequitas que les sonríen ampliamente.
"Eso es correcto."
"Sigan con la fiesta por favor."
"Que vuelva a sonar la música."
Dicen alternadamente Miranda y el doctor Reginald.
"Vengan muñequitas, debo revisarlas."
Observo cuando dos hombres con cara de pocos amigos se acercan a los chicos que tienen las manos amarradas detrás de sus espaldas.
"Están en serios problemas jovencitos."
Escucho decir a uno de los hombres quien les indica de manera dura que suban a una camioneta oscura.
La camioneta se pone en marcha alejándose de este lugar.
"Dejame revisarte, Elizabeth."
"Por favor."
Mis ojos se topan con los ojos moka del hombre y una rara sensación me invade por completo.
Siento que tengo que obedecerlo.
"Voy a tocarte lo menos posible."
Comenta el doctor mientras que Logan, Jack y las demas frutitas nos rodean a Iris y a mi.
Los ancianos tranquilizan a todas las chicas que sollozan.
Mientras que las yemas de los dedos del doctor apenas me rozan, el hombre se agacha,
me mira el cuello,
la mejilla,
las manos,
los antebrazos y mi cara en general.
No dejo de mirar sus ojos.
Simplemente no puedo.
"No veo moretones ni heridas importantes."
"Te daré unos calmantes para el dolor que puedas llegar a sentir."
"Jack, Logan, que duerma bien hoy."
"Mañana llévenla al consultorio para que mi enfermera la revise de nuevo."
No más enfermeras por favor!
"Estoy bien, no necesito que nadie mas me revise."
"Tampoco necesito calmantes."
He pasado por dolor extremo sin tomar nada que me ayude a aliviarlo, por lo que ahora no siento dolor alguno.
"Elizabeth, debemos cuidarte."
"Ya no formas parte del morboso proyecto del Club Royal Exclusive Socialite."
"Por ende, en este lugar, cuidamos y mimamos a las muñecas."
"Ellas lo merecen, comprendes?"
Las palabras del doctor parecen sinceras...
"Bien, Iris, por favor, déjame revisarte."
La chica emite un suspiro de decepción cuando se posiciona frente al doctor quien la revisa a detalle como a mi.
Cuando me alejo del apuesto doctor miro hacia las chicas.
Puedo ver que algunos hombres se han acercado de nuevo a ellas.
Uva, que ahora se hace llamar Nancy Drew abraza a un hombre recargando su cabeza en su pecho.
El hombre sonríe mientras que acaricia delicadamente el cabello oscuro de la niña.
Cereza, quien ahora se llama Melody también esta abrazada de un guapo hombre.
Sandía, quien ahora ha recuperado su tono de cabello chocolate recarga su cabeza en el hombro de un apuesto hombre a su lado.
Banana, quien ahora es Mariane y Melon, quien ahora es Grace enlazan las manos con dos hombres de impecable traje azul oscuro.
Solo manzana y frutilla permanecen solas al lado de Jack y Logan.
"Caroline, Sara Lee, porque no van a bailar?"
Piden amablemente los ancianitos.
Dos chicos de poco más de veintitantos aparecen raudos en la escena.
"Me permites esta pieza, bella muñeca?"
Dicen los dos chicos extendiendo las manos hacia las chicas quienes asienten felices.
Se dejan conducir hasta la pista y bailan a una distancia respetuosa.
"Elizabeth, te encuentras bien?"
La voz de Logan me hace retirar mi mirada de todo lo que pasa ante mis ojos.
Siento que algo no anda bien con toda esta gente.
"No sé..."
La manita de Iris se enlaza de nuevo con la mía y dirijo mi mirada hacia ella.
Ambas intercambiamos miradas que solo nosotras comprendemos.
"Esta es la receta de los calmantes."
"Que las dos tomen leche tibia y sean arropadas esta noche con amor."
"Mañana a primera hora iré personalmente a verlas."
"A las dos."
Las palabras del hombre me impactan.
Tiene un aplomo maduro, magnético y animal...
"Doctor Reginald, no queremos causarle ninguna molestia pues usted acaba de regresar de su largo viaje."
"Las atenderemos nosotros."
"Greta está cuidando de las otras muñequitas en estado delicado."
El dichoso doctor levanta una ceja por el comentario de Jack.
"Estado delicado?"
Cuestiona con voz oscura el doctor.
"Si, ellas llegaron muy débiles..."
"Nuestra adorada y valiente Elizabeth las libero del club."
"Ahora tienes una amiga de tu clase para conversar."
Iris y yo nos miramos con complicidad.
Oh claro que seremos amigas.
Las mejores.
Las dos hemos sobrevivido el infierno de mierda por el cual nos hicieron pasar los reales.
Eramos solo nueve chicas cuando llegamos a esta pequeña ciudad.
Ahora regresamos diez hacia la casa de Jack y Logan.
Mi mente esta ansiosa por revisar a las cortesanas inconscientes.
"No puede ser!"
Grita emocionado Jack delante de nosotras.
"Greta me acaba de enviar un mensaje diciéndome que las cortesanas acaban de despertar de su sueño reparador!"
"Preguntan por Elizabeth, nuestra princesita estrella!"
"Debemos darnos prisa en llegar a casa."
Las chicas ya despertaron, esa es buena señal.
Barajeo de nuevo mis opciones.
Puedo irme sola y dejar solas a las chicas en este "maravilloso" lugar.
O puedo buscar un empleo en la ciudad, independizarme y conseguir mi propio lugar.
O puedo quedarme a vivir con los ancianitos...
Pero hasta cuando?
Quiero una vida que sea MÍA!
Quiero vivir sin pedir permiso a nadie.
Pero mi mente traicionera quiere volver a Rey.
No puedo evitarlo...
Me jodio tan bien mi mente que lo extraño demasiado.
Lo extraño tan maldita sea tanto!
"Es muy guapo."
Susurra Iris y se a quien se refiere.
"No confío en doctores."
"Y menos si se llaman Reginald."
Rey...
Reginald...
Regina...
Mi Rey...cuanto te extraño.
La imágen de Rey siendo silenciado por la maldita doctora me golpea la mente.
Debo seguir su última orden.
NO puedo confiar en nadie.
Solo en mi Rey.
Rey...te volveré a ver algún día?
Me hiciste tan dependiente a ti que no se si podré sobrevivir sin ti mi vida entera.
Por favor, vuelve a mi...
Dejame volver a ti.
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión.
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