Dulce Juguetito romance Capítulo 64

"Bueno, esa era la última muñeca adoptada que teníamos que visitar."

"Estas contenta con sus nuevos hogares?"

Reginald me pregunta mientras se coloca el cinturón de seguridad antes de encender el auto para regresar al departamento con Rey Amable.

"Si, estoy contenta al ver que ellas tienen una vida fingida de ensueño."

"Una vida de mentiras."

"Una realidad inventada tan endeble como un trozo de papel."

No puedo creer que en verdad me he vuelto tan audaz para poder externar lo que viene a mi mente.

Y más frente al doctor quien ahora sostiene mi mentón con su gran mano de forma dura y dolorosa.

"Es una vida decente para ellas."

"Esos hombres les están dando una vida que nunca podrían haber tenido en la despensa del chef y lo sabes perfectamente, princesa."

Es increíble como Reginald defiende a esos hombres embusteros!

"Ahora retractate de tus palabras."

Que?

Pero que dije de malo?

Solo dije la puta verdad!

Esos hombres adinerados juegan con muñecas de carne y hueso dándoles una casa de ensueño y ropa que Jack y Logan comercializan para ellas.

Juegan con ellas a la casita.

A los esposos.

A la perfecta felicidad eterna de una pareja recién casada en los suburbios donde son felices tomando el té con galletitas de colores que hornearon juntos...

Donde son felices bailando en la gran sala música lenta, cursi y romántica.

Donde son felices compartiendo el lecho nupcial, el cual es testigo mudo del sexo descontrolado y duro que mantiene la pareja, que consiente la frutita...

Perdón, la muñequita adoptada, la

"hija" adoptiva, pues el chef las acostumbro a esa clase de sexo.

Tal vez debería de dejar de criticarlas, pues no estoy mejor yo.

Ayer tuve sexo con los dos de forma caliente, sucia, ruda, dura y lujuriosa.

Después Rey Amable me cogió de nuevo, dándome la liberación que tanto necesitaba después de escuchar los gritos de la pobre princesita fallecida...

Si, creo que es mejor que no externe esta parte, pero aún así...

Espera un segundo.

Si ellas están viviendo esa vida de fantasia...

Yo también estoy dentro de esa misma fantasía?

"Ahora que tanto piensas princesa Elizabeth?"

"Solo puedo ver tus pequeños ojos hermosos moverse de un lado al otro mientras tu semblante cambia a cada segundo."

Justo cuando voy a responder, un auto se estaciona a nuestro lado.

La ventanilla del conductor desciende, por lo que Reginald desciende la ventanilla de mi lado.

"Reginald, necesitamos hablar contigo."

"Miranda, Sofia, Lorraine, Greta y Logan irán al Auditorio mayor."

"Las princesas deben asistir."

Tal como yo, mi amiga Iris permanece inmóvil y callada en el asiento del pasajero.

Las dos estamos tan bien entrenadas que parece que respiramos cuando nos indican...

Existimos cuando nos lo permiten los hombres.

"De acuerdo Stone."

"Te sigo."

Cierra la ventana de mi lado mientras que el auto del doctor Stone se adelanta.

Estos dos médicos son adinerados como los hombres que visitamos hoy.

Todos ellos tienen casas de ensueño, hermosas, grandes, con jardines llenos de flores, árboles, plantas, aves, una piscina, columpios...

Todo lo que una muñeca de carne y hueso podría querer, lo tiene dentro y fuera la casa.

"Creo que tendremos que darnos prisa princesita Elizabeth."

Dicho esto pone en marcha el auto.

No se si se refiere a alcanzar al auto del doctor Stone o...

A adelantar lo que piensan hacer contra los reales.

Lo que sea, estoy lista para dar el golpe de estado y derrocarlos.

Ya quiero verlos caer de su falso pedestal de soberbia donde están tan bien instalados.

La tarde muere dando paso a la noche.

Para cuando llegamos al Auditorio, el cielo se tiñe de diminutas estrellas muertas.

"Doctores, por fin llegaron."

Iris y yo nos tomamos de la mano para entrar al frío y espacioso auditorio.

Los médicos van delante de nosotros.

"Miranda, veo que todos pudieron venir."

El doctor Stone saluda a todos con un gesto de su sombrero.

"Todos están enterados de la noticia, me imagino."

Las cabezas de los presentes afirman sin emitir ni un solo sonido de sus bocas.

Todos tienen semblantes duros y preocupados.

"Iris."

Sofia se levanta de su asiento para abrazar a mi amiguita, por lo que suelto su mano.

"Elizabeth."

Logan me abraza también, aunque la verdad es que siento que es él quien se esta consolando al abrazarme y no al reves.

"Muy bien queridos mios, ocupen sus lugares de nuevo por favor."

"No tenemos mucho tiempo antes de que comiencen a sospechar."

"Es por eso que aunque no querramos, como me dijiste por la mañana Rich, debemos apresurar las cosas."

Todos afirman de nuevo moviendo sus cabezas.

Sofia y Lorraine hacen lo mismo!

Iris y yo estamos impactadas en este instante!

"Y eso no es todo..."

Miramos a las tres y todas, sin excepción alguna se quitan las medias que traen, las cuales son color carne, revelando sus piernas y...

"DIOS MIO!"

"Ustedes..."

"TAMBIEN FUERON PRINCESAS?"

Todas tienen la marca del grillete en sus tobillos!

"Yo no."

Dice Miranda con un dejo de lástima en su voz.

"Yo alguna vez fui la triste y desdichada Reina del Club."

"Y cuando me di cuenta del horrible monstruo que era, mi entonces marido, a quien siempre consideré un hombre de ciencia, recto, ético, bueno y digno en su profesión..."

"Intenté dejarlo, pero él me encadenó en nuestra habitación."

"Dijo que yo era imprescindible para él en sus experimentos..."

"Que yo era su musa, su inspiración..."

Si no es porque Reginald me detiene en estos momentos con sus manos yo estaría en el suelo pues no creo que mis delgadas piernas pudieran sostenerme en este preciso instante.

"Pero eso era mentira."

"Solo quería tenerme por mi ADN."

"Dijo que necesitaba mi material genético para sus hijos."

"Nuestros dos hijos biológicos nunca se habían enfermado de gravedad en sus vidas."

"Tampoco habían sufrido malformaciones o deformidades..."

Miranda se coloca de nuevo su media en su pierna, cubriendo su marca, la cual luce tan oscurecida, ancha y dolorosa como la mía.

"Un día escapé sin más y logré llegar a un acuerdo con él."

"Un acuerdo de neutralidad."

"Si alguna chica salía de su centro de investigación, mejor conocido como "Club Royal Exclusive Socialite" yo las ayudaría."

"Y él me dejaría en paz."

Miranda se acerca a mi hasta que está a solo unos pocos centímetros de mi cara.

"Pero tu, hija mía, te volviste en contra de Reynard."

"Y de su séptima generación exitosa."

Las manos de Miranda ahora descansan en mis hombros.

La boca pintada de rojo de esta mujer se contorsiona en una sonrisa siniestramente malvada.

"Y por eso te admiro mucho mas, futura Reyna Elizabeth."

***By Liliana Situ***

Valoro mucho tu opinión.

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