El Amor De Antonio romance Capítulo 316

Volver a la industria del entretenimiento, lo primero que pensó Cecilia no fue importunar a Clara, sino a Amaya.

Tan pronto como Francisco rompió su contrato matrimonial, estableció la relación con Amaya.

Esto significaba que los dos estuvieron juntos desde hacía mucho tiempo, desde cuando ella todavía era la prometida de Francisco.

Si Amaya se atrevió a ser su amante, también se tendría que soportar las consecuencias.

-Cecilia, Amaya y tú estáis en la misma compañía, os vais a ver la cara muy a menudo. No lo hagas tan cruel.-

Enzo Cortés, el presidente del Grupo Mar Vasto, miró a Cecilia sentada en el sofá opuesto con un poco de ansiedad, entre sus palabras había un toque de súplica.

Nadie podía creer que el presidente de una empresa de entretenimiento hablara en una voz tan sumiso con una artista contratada.

-¿Que no sea tan cruel?-, Se burló Cecilia con ojos fríos. -Cuando Amaya robó mi prometido, ¿por qué no pensó que estaría siendo cruel?-

-¿Pero no habías roto con Francisco?- Enzo frunció el ceño, -Desde que rompisteis, era normal que Amaya y el Señor Francisco estuvieran juntos.-

En opinión de Enzo, sus acciones no tenían sentido, eran simplemente para importunar a Amaya.

Para la empresa, Amaya era más valiosa que Cecilia, después de todo, la reputación de Cecilia en la industria del entretenimiento ya era pésima, ningún director o publicista se atreverá a usarla.

Entonces, su regreso a la industria del entretenimiento era algo particularmente divertido para todos.

Si no fuera ... que tuviese su punto débil, sería imposible que el Grupo Mar Vasto la firmara.

Pensando en esto, los ojos de Enzo rápidamente destellaron un rastro de molestia.

Cecilia lo miró fríamente y resopló, -Señor Enzo, ellos dos no empezaron la relación después de que rompí con Francisco. Uno debe distinguir la situación, y no se pueden decir tonterías.-

Enzo respiró hondo e hizo todo lo posible por esbozar una sonrisa amable, -Cecilia, incluso debido a mi honor, deja de importunar a Amaya.-

-¿Tu honor?- Cecilia se burló.-Señor Enzo, su honor probablemente no valga nada.-

-Y ...- Cecilia levantó los párpados ligeramente y le disparó con frialdad, -Señor Enzo, si vuelve a hablar a favor de Amaya, no me culparás de no cumplir nuestra promesa.-

-Usted…-

Al escuchar esto, los rostros de Enzo mostraron molesto repentinamente y le miró con ira, pero no se atrevió a decirla nada.

¿Qué podía hacer si tenía ella su punto débil?

Cecilia le miró, luego se levantó y le dijo a Andrés, que estaba detrás de ella, -Andrés, vámonos.-

Después de decir eso, se fue con Andrés con orgullo.

Enzo miró fijamente a su figura, con unos ojos muy oscuros.

La noticia que reveló que Amaya era amante se volvió cada vez más interesante en el internet, e incluso apareció el video de la entrevista de Cecilia.

En el video, Cecilia lucía tranquila y cuando los reporteros le preguntaron, -Qué quieres comentar sobre la implicación de Amaya en su relación con Francisco-, ella se limitó a decir a la ligera, -¡Les felicito!-

Al ver este video, Lydia se burló, -Esta Cecilia es realmente inteligente. Su felicitación hace que la gente piense que este asunto no tiene nada que ver con ella, y también hace que los internautas piensen que ella ha sido generosa y lamentable al mismo tiempo.-

Aunque nunca le había caído bien Cecilia, esta vez Lydia no pudo evitar de dejar escapar un suspiro de emoción, -¡Es un método muy bueno!-

Aquiles escuchó esto y arqueó las cejas con interés, -¿Qué? ¿Le estás admirando?-

-¿Por qué la admiro? Simplemente admiro su forma de actuar.- Lydia lo miró enojada, luego apagó la página web del ordenador, se levantó y caminó hacia su escritorio con los brazos alrededor de su pecho, fingiendo preguntar casualmente, -Oye, ¿Qué pasó entre tú y Alina?-

-¿Qué pasa?- Aquiles la miró, estaba un poco aturdido.

-Es...- Lydia lo consideró, -¿No es que la llevaste a la fiesta de caridad ese día? Recuerdo que... ¿no parecéis muy conocidos?-

Si no fuera por ella, ni siquiera se conocerían.

Al pensar que Alina fuera su pareja de fiesta la hacía sentir con todo el tipo de incomodidad.

Miró hacia la oficina del gerente general que tenía la puerta cerrada y luego salió.

Clara tomó un sorbo de café y luego miró a Lydia, quién la había llamado para que viniese.

Ella estaba inexpresiva y no sonrió en absoluto.

Parecía que estaba de mal humor.

Clara dudó, luego preguntó con cautela, -Lydia, ¿Aquiles volvió a enfadarte?-

Lydia frunció los labios.-No, solo que estoy molesta.-

-¿Qué pasa?-, Preguntó Clara preocupada.

Lydia se mordió el labio, dudó un buen rato y luego dijo, -Es sólo que... hay una mujer que vive enfrente... de Aquiles.-

-¿Sí?- Clara frunció el ceño -¿Qué hay de malo en esto?-

Una mujer viviendo enfrente de Aquiles, ¿no era algo común?

-Es... es...- Lydia no sabía qué decir, su expresión era un poco ansiosa.

Clara no pudo evitar reírse.-Lydia, ¿qué te pasa? ¿Crees que pasará algo entre Aquiles y esa mujer que vive enfrente de él?-

Clara solo lo dijo a la ligera, pero cuando terminó de hablar, Lydia la miró fijamente, sus ojos demasiado serios le dijeron que tenía razón.

Clara no pudo evitar de reírse produciendo sonidos. -Lydia, ¿no será que piensas demasiado? A lo mejor Aquiles ni si quiera conoce a la mujer que vive enfrente de él. ¿Cómo podrían llegar tener algo?-

-Ellos se conocen-, dijo Lydia a la ligera.

-¿Eh?- Clara estaba atónita.

Vaya, ¡Se conocían!

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