El Amor De Antonio romance Capítulo 317

El sol de la tarde brillaba a través del cristal hacia la cafetería y caía sobre la mesa que estaba junto a la ventana, reflejando una luz brillante.

Clara escuchó en silencio toda la historia de Lydia se quedó en silencio por un momento antes de hablar lentamente, -Aquiles trajo a esa chica a la fiesta de caridad solo porque no pudo encontrar pareja para ir a la fiesta. No fue aposta, así que Lydia, no te pongas tan nerviosa ¿Vale?-

-No me he puesto nerviosa. Es solo que ...- Lydia reflexionó sobre sus palabras, -Yo solo... me siento un poco incómoda.-

Clara se rio, -Puedo entender tus sentimientos, pero tus sentimientos están más allá de tu control. Así que ahora que Aquiles no tiene ni novias ni le gusta ninguna chica, puedes declararle tus sentimientos directamente, para que puedas aprovechar la oportunidad. Eso es lo más importante.-

-¿Pero y si no le gusto?- Lydia no era que no pensó en decirle a Aquiles directamente sobre sus sentimientos, pero tenía miedo de ser rechazada, por eso no se atrevió a hablar.

-Entonces haz que le gustes.-

Era muy fácil decir, pero era demasiado difícil de cumplir.

Lydia guardó silencio, bajó la cabeza y miró el líquido marrón de la taza con una pizca de duda en los ojos.

-Lydia, pruébalo, tal vez le gustas a Aquiles también.-

Las palabras de Clara resonaron en sus oídos, Lydia se mordió el labio, sus ojos mostraban un rastro de firmeza.

Si no lo probase, ¿cómo se podría saber el resultado?

Si fuese un mal resultado, pues intentaría que fuera bueno.

...

Después de tomar el café con Lydia, regresó a la empresa y le dijeron que alguien la estaba buscando.

Clara se paró por un momento, pensando en quién vendría a la empresa a buscarla.

Cuando entró en la sala de conferencias y vio a la persona sentada, levantó las cejas, luego se acercó lentamente, apartó la silla y se sentó en el lado opuesto de la persona.

La persona del otro lado llevaba una gorra de visera, gafas de sol y una máscara, por lo que era imposible reconocer quién era.

Pero Clara aún la reconoció.

Sus labios se levantaron lentamente, sus cejas estaban llenas de burla, -Amaya, me estabas buscando, no era para enseñarme esta vestimenta, ¿no?-

Al escuchar eso, la persona del otro lado se quitó las gafas de sol y la máscara directamente, revelando un hermoso rostro que no tenía ni un toque de maquillaje y que estaba un poco demacrado.

Clara enarcó una ceja y preguntó sin rodeos, -Viniste a verme por esa noticia, ¿verdad?-

Amaya la miró con frialdad y se burló de las comisuras de los labios, -Clara, ¿habías calculado de que vendría a buscarte?-

-¿Por qué tendría que calcularlo?-, Preguntó Clara sin contestar.

Amaya entrecerró los ojos, pasó una emoción densa y oscura por sus ojos, y dijo fríamente, -Porque tú enviaste la noticia, debes saber que vendré a buscarte.-

¡¿Ella envió la noticia? !

Qué broma más grande.

Clara no pudo evitar reírse y la miró ridículamente, -Amaya, ¿dónde escuchaste que publiqué tu relación con Francisco como noticia?-

-Si no fuese tú, ¿quién sería?-, Se burló Amaya.-Debes estar envidiosa de que esté con Francisco.-

Vaya, era aún más divertido.

Clara puso los ojos en blanco, -Amaya, ¿cómo puedes estar segura de que me das envidia por estar con Francisco? Tú y Cecilia sois las únicas que apreciáis a Francisco como un tesoro. Para mí, no es nadie.-

Amaya la miró fijamente, tratando de saber por la expresión de su rostro si sus palabras eran ciertas.

La expresión de Clara era tranquila, sin rastro de remordimientos de conciencia ni nada por el estilo.

Amaya frunció el ceño, -Si no eres tú, ¿quién será?-

-Entonces, ¿quién crees que será?-, Le preguntó Clara.

Amaya enarcó las cejas y pensó por un momento, luego de repente abrió los ojos, -¡Cecilia!-

Clara sonrió, -Parece que no eres estúpida. Cecilia está de regreso a la industria del entretenimiento ahora. Las personas que no dejaría escapar seríamos tú y yo.-

Amaya la miró con los ojos muy abiertos.

Clara se encogió de hombros. -Entonces, Cecilia debe haber hecho esto. Buscaste a la persona equivocada.-

Después de decir esto, Clara se puso de pie, y como ya lo dejó claro, no tenían nada de qué hablar.

Se giró y se fue. En este momento Amaya la llamó, -Clara.-

Hizo una pausa, volvió la cabeza y vio que ella también se puso de pie, sus ojos estaban fríos y sus labios rojos se abrieron levemente, -¿Quieres cooperar conmigo?-

Clara enarcó las cejas sorprendida -¿Cooperar?-

-¿Entonces se lo aceptaste?-, Preguntó Alejandra.

-No.- Clara negó con la cabeza.-No estoy tan aburrida, como para traerme problemas a mí misma.-

-Así es.- Lydia tomó un sorbo de su vino y luego continuó, -A continuación, Amaya y Cecilia deberían comenzar una guerra de mordida de perros. Déjelas morderse. Podemos simplemente ver el espectáculo.-

-Es verdad- Alejandra asintió con la cabeza.

Lydia y Clara se miraron y sonrieron, luego bebieron el vino en sus copas, se volvieron para mirar la puerta cerrada, fruncieron levemente el ceño y murmuraron, -¿Por qué no está aquí todavía?-

Esta frase fue escuchada por Alejandra, y no pudo evitar de interesarse, -¿Esperas a Aquiles?-

Lydia miró hacia atrás y vio los ojos curiosas de Alejandra y Clara, enarcó las cejas y admitió con franqueza, -Sí, lo estoy esperando.-

-Vaya, ¿de verdad lo estás esperando?- Alejandra obviamente estaba asustada por su honestidad.

-¿También llamaste a Aquiles para que venga?-, Preguntó Clara.

-Sí, pensé que sería muy aburrido si solo fuésemos nosotras tres, así que lo llamé cuando salimos del trabajo.-

Clara enarcó las cejas, la miró profundamente y luego bebió un sorbo de vino sin decir nada.

Pero una hora después, Guillén vino se llevó a Alejandra a casa.

Dos horas después llegó Antonio.

Tres horas después, Antonio y Clara se fueron, dejando a Lydia sola en el palco.

Antes de que Clara se fuera, le pidió que fuera con ellos, pero se negó. Sabiendo que todavía estaba esperando a Aquiles, Clara suspiró levemente y no la obligó a irse.

Después de que Clara y los demás se fueron, Lydia llamó directamente a Aquiles.

El timbre sonó durante mucho tiempo y nadie respondió.

Volvió a llamar y tampoco lo cogió.

Llamó varias veces seguidas, todas estaban en el estado de sin responder.

Finalmente, salió apresuradamente del club y se dirigió directamente a la casa de Aquiles.

Sin embargo, no había nadie en casa de Aquiles.

Tocó el timbre durante mucho tiempo, nadie vino a abrir la puerta.

El teléfono no fue contestado y no había nadie en casa, todo esto era extraño e inusual.

Lydia se sintió repentinamente confundida y pensó que le había pasado algo o que le había pasado algo de camino al club.

Llamó a Clara apresuradamente y le contó la situación. Clara en el otro lado del teléfono le dijo con calma, -Lydia, no te asustes. Si de verdad le hubiera pasado algo a Aquiles, con el tiempo que ha pasado, seguro que habrá nuevas informaciones.-

-Pero... - Lydia quiso decir algo más, pero el sonido del ascensor llegó a sus oídos.

Lo que siguió fue una voz familiar.

-¿Cómo te sientes?-

-Bueno, estoy bien, pero todavía no tengo mucha fuerza.-

Voces de hombres y mujeres, Lydia bajó lentamente la mano que sostenía el teléfono y se dio la vuelta lentamente, una mirada increíble cayendo sobre los hombres y mujeres que venían aquí.

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