El Amor De Antonio romance Capítulo 360

Xinara nunca había pensado que una actriz tan insignificante como ella pudo actuar en la película. Para ella, todo era como un sueño irreal.

Así que durante toda la conferencia, se quedaba en blanco.

Al regresar a su habitación, se tumbó en el sofá. Si no conocieron la verdad, pensarían que acababa de asistir a la carrera de 100 metros planos.

-Amiga, ¿puedes darme un vaso de agua?- levantó una de sus manos, sin ver quién estaba en el cuarto, dijo como lo habitual cuando comunicaba con su asistente.

Tras un rato, se le pasó un vaso de agua.

-Gracias.- dijo en voz baja, y se levantó para beber, vio por el rabillo del ojo una cara llena de sonrisa.

Abrió sus ojos desmesuradamente. Tras fijarse bien, gritó, -Clara, ¿por qué estás aquí?-

Clara sonrió- Vengo para verte.-

Xinara vio el vaso que tomaba, sonrió tímidamente, -Clara, lo siento. Te he pedido a darme un vaso.-

-No lo importa.- Clara la vio con la mirada amable -Toma el agua primero, y luego hablamos sobre la película.-

-Vale.-Xinara respondió y tomó toda agua de su vaso.

Viendo tomó el agua con mucha prisa, Clara sonrió y cogió el guion desde su gran bolso.

Lo pasó a Xinara, -Esto es el guion de la película, léelo detalladamente.-

Xinara la miró y recibió el guion. Lo vio bajando su cabeza.

-Te contratamos de mucha prisa, así que no te queda mucho tiempo. He dicho al director que traslada su parte, a ver si puede darte más tiempo a conocer el guion.-

Xinara levantó su cabeza para mirarla, asintió con su cabeza -Vale, lo intentaré.-

Clara sonrió culpablemente -Xinara, lo siento por contratarte con mucha prisa. Espero que no te moleste.-

Después de escucharlo, Xinara giró su cabeza, -No me molesta, Clara.-

Y añadió, -Tengo que agradecerte por darme una oportunidad tan preciosa. Si no, no me atreveré a imaginar que puedo actuar en la película, incluso en mi sueño. Sin mencionar que es una película fenomenal.-

La expresión facial y las palabras de Xinara mostraron sus agradecimientos.

Clara dijo tras pensar un rato, -Te elijo es porque estás adecuada a este carácter, por lo tanto, tienes que agradecer a ti misma.-

Xinara sonrió bajando su cabeza, - Es porque me crees.-

Clara batió sus hombros -Xinara, no seas tan desconfiado a ti misma. Eres brillante. Espero ver la última edición de la película.-

-¿En serio?- Xinara levantó su cabeza a verla.

-Sí, es verdad.-Clara asintió con su cabeza fuertemente - Por eso, tienes que hacerlo con todos sus esfuerzos. Pienso que darás a mí y a todos los espectadores una interpretación inolvidable.-

Xinara estaba con confianza - Clara, no te decepcionaré.-

Clara rio, -Te creo.-

Un día tras la rueda de prensa, Clara y Antonio regresaron a Beijing juntos.

La familia Díaz, el primero entre las cuatro familias más poderosas. Era lógico que su poder financiero y político era inimaginable.

La casa de la familia Díaz estaba en medio de una montaña calma. Daba a una laguna artificial pintoresca.

El negro Maybach se detuvo frente a la casa, por el parabrisas, Clara puso su mirada en el chalé europea bella.

El tejado era rojo, la pared era blanco, la luz del sol se caía en el enorme ventanal, y se refractaron el deslumbrador brillo.

Clara entrecerró sus ojos, apretó el cinturón de seguridad. Estaba muy nerviosa, así que su corazón batió rápido.

Aunque tienes ver a sus suegros algún día, pero si tienes que ver las personas que no les gustaba, solo quiso huirse.

Antonio soltó el cinturón de seguridad, al ver su cara nerviosa, sonrió, -Cariño, si estás nerviosa, podemos salirse ahora.-

-No hace falta.- Clara suspiró fuertemente, giró su cabeza y sonrió -Si temo ahora, tu padre me despreciarás.-

Antonio arrugó sus cejas, -No necesitas tomar en cuenta lo que él piensa.-

Clara sonrió, -Lo sé, pero es tu padre.-

Solo porque era su padre, le acompañaba a regresara a la casa de la familia Díaz. No importaba le gustaba o no, no lo tomaría en cuenta. Solo no quiso dar más problemas a Antonio.

Al entrar en el chalé bello, el mayordomo quien les había abierto la puerta les dirigió al salón lujoso y majestuoso.

En el sofá europea, sentaba un hombre serio con más de 50 años. Cuando escuchó el mayordomo dijo que su hijo había vuelto, les vio por el rabillo del ojo indiferentemente.

Antonio cogió la mano de Clara estrechamente, pero no se le acercó al hombre, sino que vio a Cutberto con la mirada indiferente sin decir nada.

El ambiente era reprimido. Clara pensó en su corazón que era verdad que eran padre e hijo, y que parecían que eran dos desconocidos.

Ningún de Cutberto Y Antonio quiso hablar primero, lo que hizo a Clara, quien vino a la casa de la familia Díaz por primera vez, sintiera más nerviosa y que sudaron sus manos.

En aquel entonces, se oyó una voz con sorpresa.

Clara vio a donde vino esta voz. Vio que una mujer elegante se les acercó rápidamente. Su cara con maquillaje exquisito estaba llena de sonrisas.

Clara levantó sus cejas levemente, esta sería la madrastra de Antonio.

Nora se detuvo frente a Antonio para tocarle con su mano, pero él se huyó.

La sonrisa de Nora se congeló en su cara, pero parecía ya había acostumbrado su indiferencia. Puso otra vez la cara con sonrisa.- Ya ha vuelto, ya ha vuelto.-

Antonio no la miró, pero siguió manteniendo su cara indiferente.

Pero Nora no lo importaba, lanzó su mirada hacia Clara, la vio detalladamente con la cara llena de sonrisas.

Si no supiera quién era ella, con su sonrisa amable, pensaría que ella era la madre biológica de Antonio, una mujer amable.

Esto era lo superficial.

En la familia González, Ofelia tenía muchas intenciones, no cabe mencionar a la familia Díaz, una familia tan poderosa. La madrastra de Antonio dio a luz a dos hijos, así que era lógico que tuviera la intención de rivalizar la herencia.

-¿Eres la esposa de Antonio?- preguntó Nora aunque la respuesta era clara.

Clara respondió sonriendo, sin decir más.

Nora asintió con su cabeza - eres una bella.-

Clara mantuvo su sonrisa gentil, levantando sus cejas levemente.

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