El Amor Existe Para Siempre romance Capítulo 4

Carlos percibió la mirada de Debbie y se volvió hacia ella.

Sintiéndose tomada por sorpresa, Debbie bajó rápidamente la cabeza y se quedó contemplando el labial. "¿Crees que este color me queda bien?", le preguntó a Karen mientras fingía tranquilidad. Sin embargo, su amiga no respondió a su pregunta, sino que tiró de su manga con entusiasmo. "¡Tú y el señor Hilton se están reencontrando! ¡Qué casualidad!".-

"Debbie, ¿quién es la mujer que está con él?", preguntó Kristina.

"¿Acaso el señor Hilton vino para verte?", murmuró Karen.

Debbie fulminó a sus amigas con la mirada.

De repente, escucharon una voz desconocida. "No creo que ese labial te quede bien. Además, no puedes permitírtelo".

Confundida, Debbie levantó la cabeza y vio que era la mujer que acababa de entrar con Carlos.

¿Se conocían?

Olga Moron se acercó a ellas del brazo de Carlos. Tenía su cabello castaño recogido en un glamoroso moño. Luego, desplegó sus delgados dedos con uñas pintadas y le arrebató elegantemente la caja de labiales a Debbie. "Me llevaré esto. ¡Empácalo para mí!".

De repente, la observó de arriba abajo con una sonrisa despectiva.

A sus ojos, ella no era más que una estudiante universitaria que pretendía ser elegante y de clase alta.

'¿Por qué Carlos la estaba mirando? Sí, es hermosa, ¡pero no tanto como yo!', pensó Olga.

"¡Oye!", exclamó Olga. A pesar de que estaba furiosa, no sabía cómo responder. Por lo tanto, no tuvo más remedio que acudir a Carlos en busca de ayuda. "Señor Hilton, no puedes permitir que me trate así".

Carlos observó a Debbie detenidamente, y se dio cuenta de que era la mujer que lo había besado en el bar.

De repente, todos los presentes se volvieron hacia él, como si estuvieran esperando escuchar lo que tenía que decir. Carlos abrió la boca para responder, pero finalmente se contuvo.

Olga lo miró con una expresión agraviada. Aunque quería decir algo, decidió dejarlo pasar porque le tenía miedo.

Mientras tanto, justo detrás de ellos, se encontraba Emmett, el asistente de Carlos. Este no dejaba de mirar a Debbie, ya que le parecía bastante familiar. De repente, se dio cuenta de lo que estaba pasando y se acercó a su jefe mientras se rascaba la cabeza. "Señor Hilton...", murmuró. "Ella es...".

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