El CEO, Mi Falso Prometido romance Capítulo 2

Jennifer Saldaña

Miami

Dulce salió de mi área de consulta para ir a comenzar a acomodar los materiales que habían quedado fuera de lugar, vi el folleto que al parecer me estaba llamando la atención y la curiosidad me mató, así que tomé en mi mano el folleto que Dulce había dejado ahí y vi el anuncio de esa agencia de acompañantes. “Los mejores Scorts de Miami, acompañantes para cualquier ocasión, discreción absoluta, precio por horas, días o semanas. Excelente servicio garantizado”

Wow toda una variedad de servicio. Me reía ante la sola idea de tener que recurrir a algo tan bajo, de cualquier modo guardé el folleto en mi mochila.

–Lo siento Jen – Me dijo Emiliano – Lamento entrar así a tú área. Me dijo Dulce que ya nos vamos.

Ver la cara de Emiliano tan desencajada me hizo pensar en que algo grave estaba pasando.

–Sí, ya nos vamos. Pero ¿Qué es lo que sientes?

–Que no he podido conseguirte a nadie y no es porque nadie quiera ir contigo a la boda. Es porque no avisamos con tiempo, mis amigos están ocupados y no tengo a quién más conseguirte.

Bueno, tenía razón solamente a mí se me habia ocurrido esperar hasta el final para buscar a alguien que estuviera disponible, pero para mí mala suerte ya el fin de semana estaba a la vuelta y era imposible encontrar a algún alma caritativa que me quisiera hacer el favor de acompañarme.

–No hay problema Emiliano, supongo que tendré que enfrentar a mi familia y aceptar mi realidad, que estoy sola sin perro que me ladre.

Sería el hazme reír de todos en la familia, cero que estaban esperando a que se me diera por vencida y les dijera la verdad de que ese supuesto novio nunca existió. A estas horas no sé si estaba esperando un milagro y que un hombre apareciera en mi camino para poder saciar la curiosidad de los Saldaña y los Taylor.

– ¿Por qué no le dices a Ray que vaya contigo? – Sugirió mi amigo – Dicen que los ex novios son los mejores amantes.

El solo escuchar mencionar su nombre me daba más ganas de seguir sola, como pude caer tan bajo al salir con un animal de su categoría, mujeriego y tomador, que solo sabía exigir las cosas como si de un rey se tratara, a la primera que me salió con exigencias, lo mandé a volar, le conté a mi padre y a mis hermanos y por nada del mundo lo querrían en la boda de Liam.

–Gracias ya me siento mejor Emiliano, de veras, eso es peor que ir sola. Raymundo y yo nunca nos acostamos y eso que te quede claro, así que no fuimos amantes nunca y si fuera con él mi papá es capaz de sacarlo a patadas. Eso está descartado.

–Bueno, no diré nada. Veo que estás de malas.

–Para nada, ya vámonos.

Vi que venía Dulce y me paré de la silla, Emiliano hizo lo mismo, era hora de salir y dejar todo apagado y cerrado. Recogimos nuestras pertenencias y cerramos juntos la clínica los tres como era costumbre y una vez fuera, nos despedimos.

–Nos vemos chicas – Nos dijo Emiliano – Que pasen bonita noche.

–Hasta mañana amigo – Respondí desganada.

–Nos vemos Emiliano – Se despidió Dulce.

Al quedarme sola con Dulce, le quería preguntar sobre esa agencia, pero me daba pena verme tan desesperada de cualquier modo ya no es como si tuviera tantas opciones. La cosa era poder encontrar a alguien, no importaba como, pero que viniera a la celebración conmigo.

–Vamos Jen, sé que lo estás pensando – Me dijo Dulce – Sí quieres vamos a dar una vuelta a la agencia para que la conozcas. Yo ya he ido y es un lugar muy bien establecido, ¿Te dice algo que esté montada en South Beach?

Claro la zona era de prestigio, pero pues eso equivaldría a que ni siquiera con todos los ahorros lograría pagar un servicio de tan solo un día.

–Me suena a que es una e****a y que en el remoto caso que tenga que caer tan bajo ¿Cuánto va a costarme mi “novio”? Para que sólo me acompañe a la boda.

–Lo que cueste te apoyaré. Sabes que te quiero prima, es más vamos ahora mismo a la agencia. No tenemos ya tiempo Jen y lo sabes.

Sus palabras solo me ponían más histérica de lo que estaba, conociendo a nuestra familia como se me habia ocurrido inventar semejante historia.

–Tienes razón Dulce pero ¿Qué hay con tu vestido?

–Lo compraré mañana o ya que salgamos de buscar a tu “novio”, me acompañas a buscarlo.

Capítulo 2.- 1

Capítulo 2.- 2

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