EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 128

En los siguientes cuatro días Luisa se mudó a su cuarto anterior, y Julián  también la dejo buscar el día después de la confesión de amor de Luisa no llego ningún regalo fue extraño, pero los siguientes tres días volvieron a llegar el primero fueron unos chocolates, el segundo y un muñeco de peluche y el último un ramo de flores con notas amorosas y firmadas como T.F.N.

Luisa, esta vez como las anteriores le pidió a Lola deshacerse de los regalos pero Lola lo que hacía era guardarlos en una bolsa de plástico y colocarlos en su clóset le decía eran recuerdos   y no quería tirarlos y las flores en esta ocasión las llevo a su recámara y comento que Julián no lo veía, ella estaba enojada por la actitud de Julián con Luisa, por eso la alentaba a tomar los regalos y si la convencía de que le tomara la palabra a quien fuera que le estuviera mandando los regalos.

En esos días hasta Sara noto la melancolía de Luisa y estaba enojada con Julián porque veía a Luisa muy triste y Luisa nunca le confeso del porque su actitud, llegaba a verla a la hora de la comida para no toparse con Julián.

En la oficina de Sara

Arturo estaba muy asombrado por la actitud que tenía Sara con respecto a sus supuestos hijos que no soporto más y se lo comento entrando en su oficina y sentándose en frente a su escritorio.

-mi querida sarita no entiendo tu actitud, creí que los hijos de Martin Fiore eran tus hijos, yo sabía que esos bastardos tuyos estaban muertos tu abuelo me lo dijo hace muchos años, me alegra que no seas estúpida y te creas que ellos viven, te felicito por  demandarlos y por no sacar de la cárcel a esa tal Miranda y Lorenzo lleva tantos días desaparecido que mi hija ya me tiene arto preguntando por el que ya no se que decir solo que lo olvide ya que si su hermana es una criminal el también debe de serlo - dijo entrecerrando los ojos a ella.

-es es correcto ella debería de alejarse de él, y no entiendo porque dices que ellos era mis hijos, no sé ¿qué te propones con todo esto Arturo? – dijo con la expresión adusta Sara, ya que le intrigaba que el estuviera tan enterado de todo.

-mi querida sarita tú lo sabes mejor que nadie, ha por cierto, porque no me informaste que tu querido papito falleció, ¿que más me estas escondiendo?, y se que ya se leyó el testamento, así que el rancho ya es nuestro, quiero hacer dos o tres cambios en el para echarlo andar ya que lo tienes muy descuidado- dijo el muy seguro de lo que estaba hablando, ya que se sobra sabía de las propiedades de su suegro.

-jajá, lo siento maridito mío pero ese rancho lo vendí, como dices era una verdadera pérdida de tiempo  y el dinero lo done a una obra de caridad y aunque lo tuviera no tengo porque compartirlo contigo era herencia de mi padre y él lo dejo muy estipulado en su testamento que podía hacer lo que quisiera en el, sin ningún problema y como ves no fuiste requerido por tal motivo a ti no te dejo nada, así que no te metes en mis asuntos-  cada día se volvía más avaricioso y eso a ella ya la tenía muy irritada.

-vaya Sarita sí que quieres sacar la uñas pero está bien no tengo ningún problema por ahora lo dejare pasar pero no siempre va a ser así- dijo levantándose de la silla enfrente de su escritorio, le dedico una enorme sonrisa y le mando un beso al aire.

-eres una mierda de persona pero no te preocupes, sé con qué tipo de víbora me case, te puedes retirar- dijo Sara ya muy asqueada y haciendo una seña con la mano, él se dio la vuelta y la dejo sola.

Una hora más tarde llego Martin, exigiendo verla, Sara nos tenía ninguna intención de recibirlo pero el empezó a ser un escándalo y accedió a entrevisté con el.

Al entrar Martín a su despacho no dudo en decirle a Sara muy enojado y frustrado– Sara Lemus ¿que tipo de persona más cruel eres tu? ¿porque me estas quitando mi taller ? puedo suponer que siendo tan despreciable no quieras a tus hijos y te comportes como autentica hiena pero porque quitarle el poco patrimonio que tienen tus hijos- casi quería golpear con la actitud que tenía y Sara con una sonrisa irónica le indico.

-Mi querido Martin como te comente, puedo llevar a un médico a la cárcel para que Miranda me dé su sangre y con esos resultados haré una prueba de ADN y los vigilare como un águila y no sabrás por quien son procesados y si esa prueba sale positiva sacare a Miranda de la cárcel, y si me traes a Lorenzo para hacerse la prueba conmigo les daré de nuevo el taller sin deudas solo eso pido de lo contrario me tendrás que traer a mis hijos verdaderos y  también te devolveré a el taller tú decides que hacer- comento Sara muy enojada ya fastidiada de tanta porquería de su parte.

-pero que más pruebas quieres Alondra te lo dijo, y yo te presente las pruebas de ADN- comento Martin muy irritado y con los dientes apretados sabía que tenía todas las de perder.

-si las pruebas son reales cual es el problema de hacerlas nuevamente lo único que te pido es que me entregues a mis verdadero hijos  y si son ellos demuéstramelo y no hay problema, es más si Lorenzo en Mi hijo le dejare la mitad de mi fortuna en sus manos- dijo muy Fría, el único que todavía podría ser su hijo era Lorenzo pero tampoco estaba segura de eso porque no lo sentía como Luisa y bajo eso comparativa no era lo mismo pero todo podía pasar.

-Lorenzo esta fuera del país como le comente uno de los que él cree su primo por parte de su madre tiene un problema y él lo está ayudando- Martin estaba que no podía soportar la frustración y Sara no se la ponía nada fácil.

-bueno si no puede venir entonces me temo que todo seguirá tal y como esta, como le comente si ellos no son mis hijos y usted me indica quien es mi hijo le devolver su taller, de lo contrario usted y yo no tenemos nada de qué hablar, así que porfavor o sale de mi oficina en este momento o llamo a seguridad para que lo saquen deaqui-

él se dio  la vuelta sabía que no podía conseguir nada de ella.

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