EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 37

Julián para tranquilizarla se sentó en una silla y sentó a los niños en su regazo y prosiguió.

-como ya lo dije no me los llevare, ni  los alejaré de su madre, pero si los voy a reconocer y mantener, también quiero convivir con ellos. Creo yo no sería mucho pedir, Luisa has estado muy callada que piensas al respecto- quería saber lo que diría la madre.

-que son mis hijos y que nadie me puede obligar a nada- Luisa no permitiría que le quitaran a los niños.

-hermana no seas tan terca como ya te lo dije los niños se merecen un mejor futuro que nosotros no se los podemos dar pero el sí y ya prometió no llevárselos- Marisol estaba más que convencida que debería aceptar la propuesta siempre y cuando no le quitaran a los niños.

-qué garantías te está dando  que no me los quitara por eso trajo a su abogado para quitármelos piensa Marisol.- ella no estaba dispuesta dar su brazo a torcer.

Julián le hizo un gesto a Marisol y a Joaquín para que le quitaran a los niños a lo que ellos sin pensar accedieron. Julián se levantó y camino hacia ella y le indico que si lo acompañaba al patio que quería hablar con ella en privado.

-Luisa te pedí estar los dos solos porque después de todo el problema es de ambos, como te repito no soy un hombre de familia, no soy de los que creen en el amor, pero lo medite mucho antes de venir aquí, necesito un sucesor nunca antes lo había comprendido hasta el día de hoy, no me gustan los compromisos pero al cargar a esos dos angelitos mi corazón se siente bien, si son mis hijos nunca voy a permitir que vivan de esa manera y te los quitare si no accedes a mis peticiones- era hombre de negocios tenía que amenazar.  

 -pero está la posibilidad de que no lo sean ¿no crees?- no cedería tan fácil

-buena respuesta, tienes razón, que te parece este trato, si accedes a practicar un prueba de ADN mañana mismo  te ayudare a mantenerlos si no son mis hijos, pero si los son tendrás que acertar mi propuesta inicial si lo piensas tú tienes la de ganar en este trato.- resultaba que la mujercita era inteligente pensó Julián.

-que hay si me niego- estaba convencida de que era una trampa.

-vaya tienes agallas, me agrada, pero soy un hombre poderoso, si te niegas presentare una orden judicial para reclamar la paternidad de los niños y te los quitare con dinero sabes que se puede hacer todo – estaba más que seguro que eran sus hijos y pelearía por ellos, él no sabía porque se estaba empezando a encaprichar con los niños.

-tú no tienes ningún derecho son mis hijos, además donde está tu promesa de no quitármelos- le grito Luisa.

-la oferta solo es válida si accedes de buena voluntad, si me obligas a usar la fuerza atente a las  consecuencias, es un trato mañana vengo por lo ti y los niños para llevarlos al hospital, a otra cosa si resulta que son mis hijos quiero que renuncies a tu trabajo y te dediques a cuidar a los niños al cien porsiento- Luisa tenia ira en los ojos. Julián al ver su reacción le encantaba esa mujercita, le fascinaba su manera de como intentaba proteger a sus hijos.

-¿porque estas tan seguro que accedí?-cuestiono Luisa, a lo Julián le dio gracia su comentario e indico 

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