EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 81

Después de una plática muy amena en compañía  de la nueva tía Luz  llego la hora de dormir, clarisa un chica muy amigable que es su asistente nos indicó que las recamaras ya estaban listas  para cuando quisiéramos dormir.

-clarisa contrato a una chica de su entera confianza para que se quedara a dormir con los niños porque ustedes necesitan descansar- comento la tía Luz.

-gracias no es necesario, los niños pueden despertar en la noche y… -no me dejo terminar – y nada querida para eso se quedara Trini, con ellos es muy profesional los niños estarán bien recuerda que son mis sobrinos nietos, ve descansa que te consienta tu marido – comento y sentí que me puse de colores al recordar lo que paso esta tarde.

-Luisa ¿qué pasa?, vamos que no te de pena, se perfectamente que no están casados pero tienes hijos con él, no te preocupes que entendemos la situación y no soy tan espantada- comento Sara muy casual- luego me susurro al oído – aprovecha para que Julián ya no este molesto contigo- comento y me giño el ojo. Y se volvió hacia él.

-Julián, consiéntela esta noche, nada de reproches, ni enojos soy una pareja joven, disfruten la noche.- vamos a nuestros cuartos.

Al llegar a la puerta de la recamara  Julián se acercó a mí con sus manos en mi cintura y me susurro al oído - vamos Luisa debo obedecer a mi suegra y consentirte, sé que despierto tus bajas pasiones lo pude sentir hoy por la tarde – si era muy cierto lo que me comentaba, pero al igual que por la tarde me quede muda. El abrió la puerta y me indico – entra –

Entre pero mis piernas estaban tan débiles me sentía muy nerviosa, estaba claro algo entre nosotros nos descebamos mutuamente pero si cedía a mis instintos como lo vería a la cara teníamos que convivir por muchos años.

Al parecer él se dio cuenta de mi nerviosismo y comento.

-Luisa, voy a ser lo más sincero contigo como te pudiste dar cuenta por la tarde despertaste en mi deseos carnales, y por lo pude notar me correspondiste en la misma medida.- quería gritar y decirle que si eso era cierto, yo no podría ser nunca una amante para él no quería ese papel en mi vida pero por más que intentaba no salía ni una sola palabra de mi boca.

-Luisa nunca podría aprovecharme de ti- suspiro –bueno nunca más lo haría, sabes te confesare algo, la noche de la concepción de esos niños esa noche fue muy inolvidable para mí, lo que te comento no es para que te molestes conmigo, lo que pretendo decirte es que me dejaste huella, eres una mujer muy hermosa con un cuerpo hermoso, sin querer caer en lo vulgar contigo recuerdo cada parte de tu hermoso cuerpo – después de permanecer en total silencio con mi expresión adusta, lo mire a los ojos muy abiertos y llenos  de ira, me había recordado aquella noche y él la había disfrutado pero para mí había cambiado mi vida por completo.    

-no te enojes pretendo ser lo más sincero posible, para mí tampoco ha sido nada fácil mi vida después de esa noche no pude pasar la página, tan fácilmente de echo creo que hasta que te mudaste a casa conmigo se  sentí tranquilo y asimile lo ocurrido,  me estoy acostumbrando a mi nueva vida no te mentiré estoy aterrado no sé qué nuevos planes la vida me esté reservando pero por lo pronto solo te indicare que ustedes hay venido a mover mi mundo de una forma que nunca lo hubiera imaginado y me agrada-

-Luisa quiero que no te confundas siento deseo por ti, no Amor, pero soy respetuoso nunca te forzare a nada, eres la madre de mis hijos y como tal siempre serás importante en mi vida.-se acercó a mí y me tomo de la cintura.

-sé que tenemos un lazo que nos une por toda la vida y de verdad no quisiera complicarlo, pero podemos disfrutar mutuamente- vaya eso era cierto podría, pero sabré manejarlo después me arme de valor y le comente.

-discúlpame, sé que nosotros en el pasado pero yo no recuerdo nada de lo que paso, no estaba consciente de lo pasaba tal vez para ti fue satisfactorio, pero yo no lo recuerdo en ocasiones me frustra la idea de haber tenido dos hijos sin saber cómo sucedió, pero – me quede en silencio – en mi memoria nunca he estado en una situación así con un hombre, no sé si me ¿puedes entender?-  el me soltó y se llevó una de sus manos a su bello rostro después de unos segundos me volvió abrazar y con fuerza  me comento. – no te preocupes ya lo sabía lo note esa noche y me causo confusión porque yo te creía una mujer experimentada pero lo entendí después, me disculpo y créeme nunca te forzaría no es mi estilo, si esto pasara entre los dos algún día será por voluntad propia y conscientes de lo que estamos haciendo  te lo prometo – vaya esas últimas palabras me movieron por completo me sentía satisfecha y conforme al respecto, así que solo lo abrace, en señal de aprobación.   

Esa noche me acosté de un lado de la cama y el del otro al parecer no era la única que se sentía incomoda con la situación ya que el tampoco podía dormir lo  note hasta que el sueño me venció.

Al despertar estaba en medio de la cama con mi cara hundida en su pecho  desnudo pero  su mano descansaba sobre mi cintura estaba tan pegado a mí que cada centímetro de mi cuerpo tocaba el suyo tenia las piernas entrelazadas a  las del el, no podía moverme ni un centímetro de él era extraño pero me encanto despertar y ver esa escena me sentía tan cálida y protegida, decidí no moverme disfrutaba estar de esa manera cuando escuche como su respiración cambio y comprendí que estaba despierto levente un poco la cara el me miraba cuando nuestros ojos de encontraron el me abrazo con más fuerza hacia él y medio un beso en la frente y me indico –buenos días preciosa- baje la mirara y conteste –buenos días- y me trate de alejar de el y me tomo de la mano y me indico –disfrute mucho despertar de esta manera contigo gracias – y me dio un leve beso en los labios antes de levantarse y meterse al baño. Para mi estaba haciendo costumbre que cada vez que me sentía nerviosa me quedaba callada. 

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