En el despacho de Arturo
****Narrador ****
Se encontraba Laura con su padre en su despacho, discutiendo porque quería comprar un automóvil y su padre no lo aprobaba.
En el último mes Sara se había acercado mucho a Laura buscando la aprobación de esta, para acercarse a Lorenzo y ella había estado de acuerdo con Laura de adquirir un automóvil y juntas habían sacado presupuestos y verificado cuál podría ser el mejor.
-padre en el despacho de Sara deje la cotización del automóvil que ella aprobó vamos para que te la muestre- indico Laura
Entraron al despacho y Laura empezó a buscar la cotización y se topó con el borrador del testamento de Sara e inmediatamente se lo enseño a su padre.
este lo tomo y lo leyó y si rostro cambio por completo y solo le indico a su hija - si Sara ya aprobó el automóvil y tu estas de acuerdo con eso entonces cómpralo- ya no espero respuesta por parte de Laura y salió del despacho muy enojado.
****perspectiva de Sara ****
Tan pronto como llegue a casa me di un baño y estaba por acostarme cuando suena mi teléfono era mi prima Luz, necesitaba desahogarme con ella le conté todo lo ocurrido de que Miranda y Lorenzo no eran mis hijos y que tal vez ellos sabían del paradero de mis hijos y de lo destrozada que estaba porque había regresado al principio, después de llorar por unos minutos me dijo que tal vez necesitaba distraerme un poco salir un poco de la rutina que tomara una vacaciones por uno o dos días para meditar las cosas.
Me comento que porque no salía a la bahía en donde tenía ella una casa, que tal vez mis hijos estaban tan cerca de mí que solo abriera los ojos que los encontraría pero que tenía que tener paciencia, que la sangre siempre llama y que solo tenía que abrir bien los ojos.
Yo le explique que no tenía ni tiempo para hacerlo, pero recordé a Luisa ella estaba también muy angustiada y estresada y pensé una vacaciones con esos niños porque no, le pregunte si podía llevar a otras personas y ella comento que no tenía problema y que solo le indicará la fecha para tener todo arreglado.
En cuanto colgué con ella entro una llamada de Saúl, se oía bastante nervioso mientras redactaba lo que estaba sucediendo hasta que me dio una noticia que me dejó paralizada.
-señora Lemus encontramos a Alondra pero está muerta- mi corazón se hundió con esa noticia, la había dejado de seguir desde que me entregaron las pruebas de ADN.
Ella era la única persona que podía hablar de mis hijos, ahora no tenía nada para encontrarlos todas mis esperanzas se morían con ella.
-¿hace cuánto murió?- Atine a preguntar.
-2 meses, al parecer fue por un intento de robo- colgué sin más, no podía seguir siendo tan débil, era una persona fuerte, no tenía por qué llorar, pero mis lágrimas no cedieron a mis deseos y rodaron por mis mejillas.
No podía creer que mi única esperanza de encontrar a mis hijos fuera Martin, ese hombre ruin nunca me lo dirá, necesito encontrar algo en su contra lo investigare a fondo el me dirá quiénes son mis hijos.
Decidí dormir un poco necesitaba descansar, pensar cual sería mi próximo movimiento, necesito pensar fríamente y dejar de ser tan impulsiva nunca he sido una mujer así.
En casa de Julián.
-Oscar, saca el automóvil llevaremos a Uri al hospital tiene fiebre – le informaba Julián a Oscar.
-Lola puedes quedarte con Ian por favor- rogaba Luisa a Lola.
-vamos a cambiarnos Luisa para salir a pasear por la playa, como te prometí yo compre algunas cosas para ti espero y te gusten- dijo Lola y le guineo el ojo a Luisa.
Al salir Luisa estaba muy renuente a ponerse un traje de baño pero Sara y Lola insistieron, llegaron a la playa Oscar y Lola llevaban a los niños, mientras que Luisa y Julián así como Sara y Arturo iban de la mano.
-Vayan al mar, Cris se quedara con los niños indico Sara- Cris, era la niñera para los niños.
-Lola jalo a Luisa y le quito la toalla de encima – ella llevaba un traje de baño a una pieza pero que no dejaba mucho a la imaginación. Julián no podía dejar de verla
-vaya Julián veo que no se ha perdido la llama del amor entre ustedes, tu nuez de Adán no para de moverse en cuanto viste a tu mujer- dijo muerto de la risa Arturo. Julián volvió en sí y solo asintió con la cabeza y le indico a Luisa- vamos a nadar te enseñare- comento tomándola de la mano.
Cuando llegaron a la orilla, Julián se acercó más a ella y le susurro en el oído –te sentó de maravilla la maternidad – ella lo volteo a ver con los ojos muy abiertos mientras el solo reía.
Julián entro al mar mientras Luisa, solo lo observaba desde la orilla y el comento –vamos a nadar-
Ella con miedo en los ojos menciono –no se y me da miedo- el salió del agua y la cargo al estilo nupcial para entrar con ella al agua.
Estuvieron chapoteando en el agua, Lola, Oscar, Arturo, Julián y Luisa, intentaron introducir a los niños al agua pero ellos se reusaron porque preferían jugar en la arena.
Por la tarde fueron a comer, y se recostaron en unas tumbonas, llego la noche Sara había dispuesto las habitaciones y Cris dormiría con los niños.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: EL CEO Y LA HUÉRFANA