EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 95

Al entrar en la habitación Luisa estaba muy nerviosa y Julián, lo noto y decidió romper el silencio he indico.

-Luisa  por favor respira, como te prometí nunca te tocare sin tu permiso- dijo acercándose a ella.

-gracias lo sé pero- no termino de decir lo estaba diciendo cuando él la abrazo y la beso, ella se asusto con la acción de Julián.

-dijiste no me tocarías sin mi permiso- dijo y lo aparto de ella.

-soy tu novio, un novio puede abrazar y besar a su novia, pero lo que no haría es tener sexo, si ella no quiere-  dijo apretándola  hacia él y con una mirada pícara en el rostro.

-Luisa no sabes cómo te deseo hoy que te vi con esa prenda, vaya no sabía cómo contenerme por favor Luisa no me castigues así, siento hervir mi sangre al no poder tenerte- dijo volviéndola a besar.

-Julián por favor – dijo mientras sus palabras se perdían entre sus caricias el la tomo para llevarla a la cama, Julián al no sentir resistencia por parte de ella le quito su pequeño chal que llevaba, el sentía que se volviera loco si no la poseía.

-Luisa me traes loco eres más hermosa de cómo te recordaba- dijo intentando quitar su blusa, ella estaba ya en un punto que no sabía si ceder o no, era tan tentador y sentía como el calor subía pero tenía un debate interno en ella no quería ser una simple amante.

Al lograr quitarle la blusa comenzó a masajearle uno de sus pechos, era como una pequeña danza entre ellos intento quitarle su pantaloncillo cortó pero al mirarla observo como una lágrima brotaba de sus ojos.

El levanto su mano y seco la lagrima y se paró para sentarse a lado de ella –discúlpame, no llores, no pretendía ofenderte ni mucho menos aprovecharme de ti- ella se levanto

-no discúlpame Julián simplemente no sé cómo comportarme, de verdad que lo intento, como me comentaste la vez pasada claro que te deseo, pero sé que escuchara ridículo teniendo dos hijos, pero para mí sería como la primera vez, sé que para ti la experiencia conmigo no lo es, discúlpame- él se volvió a ella y la abrazo con fuerza.

-lo sé no te preocupes y déjame decirte que cuando suceda seré lo más tierno posible,  pero promete algo- dijo y le coloco su mano encima de su rostro. –no te alejaras de mí no quiero tenerte lejos estaremos dos noches en esta habitación quiero tenerte a mi lado, prometo portarme bien-

-bien, necesito solo tiempo- ella comento tímidamente, el solo le dedico una sonrisa fingida

-iré a darme una larga ducha fría  la voy a necesitar, ¿no quieres acompañarme?- dijo de una manera picara.

Ella solo cubrió su rostro, la noche transcurrió tranquila, él durmió a lado de ella a diferencia de la primera vez que lo hicieron esta ocasión se abrazaron antes de cerrar los ojos el se tranquilizó y ella lo sintió.

Al siguiente día se levantaron y fueron a conocer la bahía, caminaron, compraron muchos recuerdos Luisa y Julián se sentían tan contentos, los que habían tenido una mala noche eran Sara y Arturo, ellos si la ocasión lo ameritaba dormían juntos sin molestarse mutuamente había desarrollado ese don, pero la noche anterior Arturo no tenía planeado respetar la tregua descrita y había querido propasarse con ella y habían tenido una mega pelea.

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