*** Perspectiva de Luisa ***
Cuando regresamos a la casa no entendía porque estaba molesta con Julián no tenía razón, me sentía un poco celosa pero no tenía por qué sentirme así, él no había hecho nada se comportó muy bien y me dio mi lugar.
Sara se acercó a mí y me indico.
-Luisa no te enojes lo que paso hoy no tiene que ser razón de un enojo él se comportó muy bien, yo sé que tú lo quieres se nota de lejos pero no te preocupes el siente lo mismo que tu- yo solo asentí con la cabeza de verdad me sentía extraña que ella tocara esos temas.
-hoy por la noche consiéntelo un hombre como él no lo puedes dejar, y no lo digo solo porque muy guapo si no porque es el padre de tus hijos, no te dejes intimidar por una vieja amiga de la infancia- comento y se alejó. Estaba muy nerviosa por eso no pude articular ninguna palabra.
Mi humor cambio en cuando la tarde siguió esas palabras que me había dicho Sara, era lo que necesitaba salinos nuevamente a la playa.
Yo me quede con mis hijos construyendo un castillo de arena cerca de la playa, mientras él fue a nadar un poco, estaba tan entretenida hasta que Lola se me acerco y mi dijo - porque no vas a ver a Julián, diviértete con él, antes de que él se divierta sin ti.- Yo no comprendía lo que me indicaba hasta que observe a lo lejos como una chica le coqueteaba descaradamente, él no le prestaba atención pero sentí mucho enojo.
-él es soltero puede hacer lo que quiera- dije con indiferencia, aunque me moría por ir y darle una lección a esa chica.
-ve con el Luisa no le dejes servido el plato a nadie- indico Sara que se paraba a un lado de mí. Como no mencione nada ella tomo mi mano y le guiño el ojo a Lola y me acerco hacia Julián.
La chica le indicaba muy coqueta – vengo sola y quiero solo un poco de compañía guapo- yo solo abrí los ojos, pero Sara no se quedó callada –señorita si requiere compañía cuente conmigo ya que el joven debe de atender a su familia- dijo con una voz muy seria.
-¿familia?- grito la chica muy impactada.
-su novia y sus hijos señorita- dijo Luisa.
Con el valor que me daba esa copa de vino que tenía en mi sistema me acerque a él y bese sus labios carnosos empecé a recorrer su espalda desnuda con una mano y con la otra acariciaba su cabello y el solo se me devolvió el beso sin tocarme, me sentí un poco defraudada él me había indicado que me deseaba y ahora que le estaba dando una oportunidad sentía que ya no me deseaba y recordé a la chica con la que nos encontramos hoy. Y me aleje de él e indique
-discúlpame creo que …- el me interrumpió poniendo su dedo índice en mis labios – te prometí que cuando lo hiciéramos sería muy conscientes de lo estábamos haciendo y creo que en este momento tú no te encuentras bien no quiero que el día de maña… - esta vez fui yo quien lo interrumpió de la misma manera que él había hecho – me siento bastante bien y consiente de lo estoy haciendo es nuestra última noche en este lugar y me gustaría… - no me dejo terminar porque me beso con fuerza, ávido y con gran pasión yo me deje llevar, debajo de mi bata de baño solo llevaba mi ropa interior esa noche estaba decidida a entregarme a él lo deseaba y me gustaba el saber que me deseaba solo podía pensar una sola cosa por mi cabeza *incluso si no podemos estar juntos al final, me alegro que hayas sido parte de mi vida* y era cierto después de todo ya tenía dos hijos con el que más da pensé.
El desato mi bata al percibir que solo traía puesta mi ropa interior me regalo una sonrisa perversa y prosiguió recorriendo mi cuerpo con sus manos parecía pulpo pegado a mí, pronto quito mi sujetador y comenzó a acariciar y morder mis pezones vaya me estaba perdiendo en sus caricias hasta que el agarro mis nalgas para acercarme más a él y me cargo en vilo, enrollo mis piernas en sus caderas y me llevo hacia la cama, cuando mi espalda toco la suave colcha él se apartó de mí y me miro muy fijamente a los ojos – estas segura de esto, porque todavía estas a tiempo más adelante no podré contenerme sabes cómo te deseo Luisa- yo solo suspire y le dije – yo también te deseo-
Sus ojos se abrieron con sorpresa y siguió su camino, ya no había vuelta atrás, estaba segura que lo quería hacer teníamos un tiempo viviendo juntos nunca me había faltado al respeto, me daba mi lugar como novia ya había indicado que éramos novios, ya no tengo que buscar otros argumentos para entregarme a él.
Nos entregamos con mucha pasión no sé si por el alcohol o por el deseo pero me sentía con mucha valentía, a pesar de la incertidumbre que si después de esta noche el seguiría con migo de la misma manera o cambiaria una vez que su deseo sea saciado, no quería pensar en ello, porque lo tenía en frente de mi tenía que disfrutar el momento.
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