EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 98

*** Perspectiva de Luisa ***

Desperté a la mañana siguiente, un poco confundida e intente moverme pero un brazo no me lo permitía, estaba totalmente desnuda la misma escena de dos años atrás, por un instante la recordé pero rápido la aparte de mi memoria, nunca podría ser la misma escena ya que está vez estaba muy consciente de lo que había pasado las condiciones eran diferentes, pero a la vez tenía una sensación de miedo a que este hombre después de esto no se interesara aun en mi, pero no importaba lo deseaba, me quede admirando su hermoso rostro mientras mi cabeza reposaba en su bien tonificado pecho.

Por un momento se me vinieron a la mente todos los sucesos de la noche y no pude dejar de dibujar una sonrisa en mi rostro, comencé a acariciar su musculoso brazo que me rodeaba me sentía como en un sueño y si solo era eso quería gozarlo hasta que terminara.

-buenos días preciosa- una voz suave me indico.

-buenos días no quise molestarte lo siento- dije con mucho nerviosismo e intente levantarme pero el me tomo con más fuerza hacia él.

- no te alejes Luisa, quiero disfrutar este momento contigo- yo solo oculte mi rostro en su pecho, me sentía tan tímida estando en esa posición con él.

El comenzó a reír y me acaricio la mejilla y me levanto para mirarme a los ojos y me comento con una voz muy sexy –no seas tímida, eres tan hermosa – acerco su hermoso rostro hacia mí y me dio un suave beso en los labios.

-me levantare necesito ver a mis hijos- dije intentando nuevamente levantarme pero él me jalo nuevamente hacia la cama y me dio otro beso pero esta vez no fue solo un beso suave era uno lleno de mucha pasión y deseo, comenzó a masajear mi trasero yo solo abrí los ojos de sorpresa que pretendía hacer este hombre, pensé.

Él se separó de mí y me indico- Luisa no sabes todo lo que provocaste en mi anoche, que lo quiero nuevamente- me lo dijo y su voz parecía de súplica.

Aparto el cobertor que nos cubría a ambos y me sentí muy expuesta, ayer por la obscuridad o por los tragos que tenía encima no lo sentí de esa manera, pero hoy con la luz de la mañana no me atrevía a mostrarme ante él e intente cubrir con mis manos mis partes más vulnerables y el solo sonrió con picardía

y me comento –no te cubras eres muy hermosa que quiero verte, conocerte – dijo quitando mi mano de mis senos y comenzó a masajearlos me estaba volviendo nuevamente a llevar a los placeres de la carne. Yo no sabía si quería que continuara o que me dejara.

-Julián…- quería protestar pero él no me lo permitió cubriendo mis labios con los suyos.

-Luisa no lo pienses mucho este deseo es mutuo no lo puedes negar- dijo y comenzó a acariciar nuevamente mi cuerpo poco a poco solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas y empezó ese va y ven en nuestros cuerpos. Una hermosa danza bien ensayada que no sabía cómo parar, ese hombre me enloquecía de muchas formas.

Después de nuestro ejerció matutino por fin lo convencí para salir de la habitación estábamos en casa ajena y hoy seria nuestro último día es esa casa.

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