EL CLUB DEL DESEO romance Capítulo 9

Gael y Mason salieron de la oficina y se fueron directo a la barra y pidieron algo para comer, Gael siempre estaba pendiente de sus negocios, pero tenía a alguien de suma confianza para que se hiciera cargo del hotel y las habitaciones, que todo fuera perfecto, el revisaba todo los martes y jueves, iba y verificaba que todo estuviera en orden, pero eso sí, todos los días le daba vueltas para que el lugar estuviera limpio, ordenada y como debía.

Ambos charlaban de trabajo cuando Gael vio movimiento en las mesas, su mirada se fue hasta donde la hermosa castaña estaba limpiando mesas, ¿cómo diablos iba a poder hacer para controlarse si cada vez la veía más hermosa?

—Gael — dijo Mason en todo de advertencia, al ver que el hombre no le quitaba los ojos de encima a la pobre chica.

—No puedo Mason, es simplemente hermosa y con ese uniforme la hace ver malditamente caliente.

—Sí, pero ya te dije… — Gael no lo dejó terminar, y molesto lo interrumpió.

—Sí, sí, ya sé, que ella no es para mí, ya te dije que no voy a corromperla, pero no me vas a prohibir verla. — no dijo nada más porque llegó su comida, mientras Mason negaba divertido, sabía que su jefe iba a perder la cabeza por esa mujer.

Audrey limpiaba las mesas distraída, sin notar como una mirada muy intensa quería desnudarla con la mirada.

—Hola, eres Audrey ¿cierto? — Audrey miró con una sonrisa a la recién llegada.

—Hola, si, ¿tú eres…?

—Oh, cierto, yo soy bailarina aquí desde el primer día en que abrió, y estoy casada con Mason, soy Jenny Cooper. — Audrey se sorprendió al oírla, ese grandulón estaba casado, bueno igual la joven enfrente de ella era muy hermosa.

—Es un gusto conocerte — a Jenny de inmediato le cayó bien, se veía una joven humilde, sincera y hermosa.

—Igualmente, cualquier cosa que necesites estoy para servirte, ahora iré a saludar a mi hombre — Jenny sonrió y Audrey le correspondió.

—Gracias — Jenny asintió y se fue directo a donde estaban Mason y Gael, ella la siguió con la mirada y fue cuando vio que su jefe no le quita la mirada de encima, no pudo evitar sentirse nerviosa.

En cuanto Jenny llegó tomó a su esposo por el cuello y lo besó salvajemente, Audrey los miró sorprendida, mientras Gael sonreía, ya los conocía, su mirada volvió a Audrey y no pudo evitar desear besarla de la misma manera.

Audrey pudo notar como algo en la mirada de su jefe cambiaba y ella no pudo evitar tragar saliva, ese hombre la hacía sentir cosas que nunca nadie le había provocado.

Decidió girarse y seguir con lo que hacía, pero podía sentir la mirada de su hermoso jefe aún sobre ella.

—Quieren por favor dejar eso, comen delante de los pobres. — Jenny se separó de Mason agitada y muy mojada, ese hombre la ponía a mil.

—Hola Jefe, ¿descansó?.

—Así es — dijo antes de volver a mirar a Audrey, Jenny sonrió.

—Una chica como ella debería buscar usted, no como las zorras que quieren su dinero — Gael la miró con una ceja levantada.

—Jenny… — dijo Mason en advertencia, ella sólo se alzó de hombros.

—¿Qué? No he dicho nada malo, solo dije la verdad.

— Y tienes toda la razón Jenny, el problema es que tu marido cree que no soy digno de Audrey.

—Así que ya han hablado de ella, ¿Te gusta? — Jenny se puso emocionada, mientras ignoraba la mirada de su marido. — y Mason tiene algo de razón.

—¿Algo? — dijeron los dos hombres al mismo tiempo.

—Sí algo, Gael es un buen hombre, lo que tienes que dejar de ser es un puto — Gael se carcajeo al oírla — no te rías, hablo en serio.

—Yo no voy a dejar de disfrutar de las mujeres solo por una. — Jenny achicó los ojos.

—¿Te encuentras bien? — Audrey lo miraba a los ojos y miles de mariposas en su estómago.

—Sí, gracias señor.

—Suele ser muy pesado, si empieza a molestar, por favor avísame de inmediato.

—Así será señor. — Audrey pensaba marcharse cuando recordó lo del aniversario, por lo que se giró a mirarlo. — Yo… — Se sintió nerviosa y Gael lo notó.

—¿Qué pasa? Puedes decirme cualquier cosa— Audrey sintió sus piernas gelatina cuando vio la manera en que le sonreía.

—Escuché lo que dijo, solo quería decirle que tengo ideas, puedo escribirlas y llevárselas, así las puede leer, sin ningún compromiso. — Gael sonrió pícaramente y le agarró su mano.

—¿Qué tal si mejor vamos a mi oficina y me dices de una vez? — Audrey solo asintió con su rostro muy sonrojado. Gael aún teniéndola agarrada de la mano, se la llevó directo a la oficina.

Jenny y Mason los miraban sin disimular.

—Esos dos se gustan. — dijo Jenny muy sonriente.

—No quiero que ella sufra. — su mujer lo miró con el ceño fruncido.

—¿Por qué lo dices? ¿También te gusta? — dijo celosa. Mason sonrió antes de besarla.

—No, pero a millas se nota lo inocente que es, y ya has oído al jefe, no va a dejar de ser quién es por nadie.

—La vida es así cariño, no debemos meternos, no al menos que sea necesario, tal vez Gael se enamore, nunca lo había visto así con una chica, ¿Has visto cómo le brillan los ojos cuando la ve? Esa mujer va a tener a nuestro jefe a sus pies. — dijo Jenny muy convencida de que así sería.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: EL CLUB DEL DESEO