El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 102

Senda estaba de espaldas a la cama, y se quitó la bata de baño.

Empezó a cambiarse de ropa con elegancia frente a la chica que estaba en la cama.

Era la primera vez que Mauren vio a alguien hacer acción tan fácil como cambiarse de ropa con tanta perfección y hermosura.

Él no quería mostrar nada con intención. Eran solo acciones más fáciles como ponerse el vestido, abrocharse el vestido, y aún ponerse los pantalones, que era totalmente inelegante para otros quienes lo hacían.

Pero todo lo hizo con tanta elegancia.

Su espalda musculosa y su cintura robusta sin ningún molledo eran perfectos.

Era realmente hermoso y atractivo.

En el momento en que Senda se dio vuelta, Mauren se precipitó a bajar la cabeza y no se atrevió a seguir mirándolo.

Si seguía mirándolo, sería una broma para él.

-¿Cómo te sientes siendo infiel?- El hombre ya se había cambiado de ropa, y se dio vuelta para mirarla.

Mauren levantó la cabeza de repente, y miró a sus ojos negros y profundos.

Tenía muchas palabras para refutarlo, pero cuando las miradas de los dos se encontraron, ella no podía decir nada.

Después de un rato, dijo, -No tengo ninguna conciencia culpable.-

Además, ya Senda había ido a buscar a Noan, ¿no?

Ya que élpodía encontrar aquí, debebría saber por qué Noan y Xavier se alojaron en el hotel.

Los cuatro siempre querían estar juntos, cualquiera que hicieran. Por eso, ¿parecía extraño si ella, junto con Liz, iba al hotel a visitar a Noan?

Ya que sabía que Noan se lastimó anoche para salvarla.

Espera, ¿Liz?

La cara de Mauren cambió, e inmediatamente retiró la colcha para bajarse de la cama.

-No sé cuántas personas todavía se quedan aquí. ¿Estás segura de que salgas ahora?-

Estos estudiantes eran realmente locos. Aquí solo treintitantos fueron detenidos.

No se sabía cuántas personas habría en la planta baja, en todos los pisos, y fuera de los portones principal y trasero del hotel.

El asunto ya había sido resultado básicamente, pero no se podía garantizar que alguien quisiera crear problemas.

-Pero Liz...-

-¿Qué te puede impedir esa chica?- Senda resopló fríamente.

Sin embargo, Liz, quien era muy débil, se atrevió a impedir el paso al otro lado del pasillo para obtenerle más tiempo, lo cual excedió sus expectativas.

De hecho, esa chica tenía alguna sinceridad con Mauren.

En efecto, si Senda estaba dispuesto a reconocer, sea Liz, Xavier o Noan, tenían sinceridad absoluta con Mauren.

Los cuatro podía sacrificarse para cada uno entre ellos.

Pero el orgulloso Señor Senda todavía no quería reconocer este tipo de cosas aburridas.

Mauren se puso tranquila y pensó. Realmente parecía no haber ruido particularmente grande afuera.

Entonces, ¿dónde estaba Liz?

-¿Han sido tus subordinados quienes la han salvado?- Ella estaba mirando a Senda.

Senda no habló. Este tipo nunca respondía a las preguntas cuando no quería hablar.

Ella arregló la ropa y quería salir.

Pero de repente, Senda la detuvo agarrando su muñeca con ojos oscurecidos, -Ya te he dicho que no salgas ahora.-

-Quiero ir a buscar a Liz.- Ella no tenía otro remedio que buscar la respuesta por cuenta propia ya que él no quería responder.

Senda entrecerró los ojos. Esta mujer estaba obviamente desafiando su paciencia.

Si fuera otra persona, habría mandado a alguien que la matara si ella hacía algo desagradable, y mucho menos gastar energía y tiempo para ella.

Solo a esta mujer no la quería hacer caso, pero llegó tan pronto como recibiera la noticia de que alguien iba al hotel para impedirla.

Pero ella no sabía agradecerlo para nada.

-Hedi está afuera, y nada pasó a tu amiga.- Él resopló fríamente, y dejó su mano.

Mauren se quedó un poco sorprendida, y levantó la cabeza para mirarlo.

El homre, con una aura de frío y fortaleza, se acercó a la mesa y abrió una botella de vino.

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