El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 138

Mauren sospechaba que ella ofendía a Senda otra vez, pero en realidad, no sabía qué había dicho mal.

De todos modos, nunca se pudo entender a un hombre por completo y no tenía sentido pensar en ello.

Recogió las cosas, puso su portátil en la mesa y se dispuso a sentarse en el suelo para trabajar.

El hombre frunció las cejas de inmediato, -¿Es necesario comportarte así en mi lugar?-

-¿Cómo?- Mauren levantó la cabeza para mirarlo. Se comportaba con normalidad, ¿no?

-Ven a mi lado.-

-Pero, realmente tengo cosas que hacer...-

-Ven a mi lado.- Senda, un poco impaciente, le echó un vistazo fríamente, -Trae tu portátil.-

Mauren, que no entendía la situación, solo pudo llevar su portátil a su lado.

-Siéntate.- Senda señaló el asiento de su lado.

Hizo otra llamada y pronto la criada entró con una silla que hacía juego con el escritorio.

Parecía que ellos dos iban a trabajar juntos a partir de ahora.

¿Pero ella podía trabajar con Senda?

-¿Cómo? ¿No te gusta la silla?- Al ver que ella dudaba en sentarse, Senda volvió a coger el teléfono.

-¡Sí me gusta!- Mauren le impidió inmediatamente.

¿Qué tenía que ver la silla con esto? Solo pensó que la forma que Senda utilizó para establecer el convenio tácito entre ellos era demasiado calurosa.

Senda de esta noche era muy diferente.

Antes, cuando ella había estado en su habitación, él se había concentrado en sus propios asuntos.

Pero esta noche, parecía que él había estado observándola hasta ahora.

Incluso después de que ella colocara su muñeca en la cama, él la había estado mirando durante mucho tiempo.

Tal vez era porque le molestaba que ella trajera algo tan infantil a su cama.

Sin embargo, la cama de Senda era tan grande que parecía tener al menos tres metros de ancho.

Solo ocupaba 1,2 metros , así que no debería molestarle…

-Si te gusta, ¿por qué no te sientas?- El hombre volvió a fruncir las cejas.

-Me sentaré…- Mauren no podía saber qué estaba pensando él.

Se sentó no muy lejos de él, intentando inconscientemente mover su silla hacia el otro lado.

Al segundo siguiente, él se sintió descontento,-¡No te muevas!-

Mauren se asustó y con sus manos que intentaban mover la silla, se encontró con su mirada, -Senda…-

-Ven aquí.- ¿Era tan temible como para ella intentar alejarse de él una y otra vez?

Mauren sólo pudo acercarle un poco.

Ella hizo una mueca, pero finalmente acercó a él.

Por fin ella estaba a su alcance, entonces Senda se sintió satisfecho.

Al ver que ella estaba sentada muy rígida, él dijo fríamente, -Haz tus propios asuntos.-

Cuando ella estaba con otros, siempre se sentía relajada, pero cuando estaba con él, siempre estaba rígida.

El disgusto del hombre hizo a Mauren sentir más perplejo.

Intentó encender su portátil, pero una vez que Senda lo vio, mostró una expresión de disgusto.

-¿Qué edad tiene?- Recogió el portátil y lo miró con más disgusto.

-¿Todavía se puede usar? El Internet debe ser demasiado lento con este portátil.-

-Senda, si el Internet es muy lento, deberías hacer que alguien revise el WIFI de esta villa.-

-¿La respuesta lenta del ordenador no afecta al Internet?-

El Internet en su villa nunca tendría un problema.

Mauren se mordió el labio y estaba llena de disgusto.

Sabía que él era muy poderoso y utilizaba las cosas de primera clase.

¿Pero qué problemas tenía su portátil? Hacía tres años lo compró, así que podía ser usado perfectamente...

Él no lo usó, ¿no? ¿Entonces por qué despreciaba su portátil?

Senda, sin embargo, ya había cogido su teléfono y ordenado, -Lleva un portátil.-

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