El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 139

-Vete.-

El hombre se dio la vuelta.

Mauren estaba sin remedios, realmente sin remedios.

Solo lo llamó un viejo malvado, ¿no? ¿Por qué seguía estando enfadado?

De las diez a las once y media, ya llevó una hora y media enfadándose.

No la hizo caso cuando ella hablaba con él, y con una mala cara, le dijo que se fuera.

Mauren sospechaba que el Senda de esta noche no era el verdadero. ¿Por qué se volvería de repente tan inmaduro?

Intentó fingir que él no existía, pero…

-Vete.- Senda dijo fríamente, lo que hizo a Mauren sentirse nerviosa.

Le mostró claramente su enfado. Estaba tan enfadado que no pudo trabajar ni dormir.

Mauren incluso sospechaba que si la ira de él no podía desaparecer, nadie podría dormir.

-Senda…-

-Vete- La espalda fría hacía que ella se desesperara tanto que abandonó.

Sería bueno si ellos pudieran dormir tranquilamente, pero diez minutos después…

-Vete.-

Mauren, que casi se había quedado dormida, fue despertada.

El temperamento del propio Senda era tan frío que la hizo sentirse asustada, y con su frío tono, era increíble que pudiera quedarse dormida a su lado.

-Senda, ¿podemos hablar?-

-Vete.-

-Senda, lo siento. Realmente no quise decir eso.-

Mauren se frotó los ojos y tuvo que pedirle disculpas para que pudiera dormir bien esta noche y posteriormente.

Era la primera vez que se encontraba en una situación así y era la primera vez que se encontraba con un Senda tan inmaduro... No tenía experiencias, así que lo arregló con dificultades.

-Senda, de hecho, solo tienes veintisiete años. Estás en la mejor época de un hombre, entonces no eres nada viejo.-

-Vete.-

-Quiero decir que eres joven y tienes talento. Soy yo quien no ha visto tus puntos brillantes.-

Realmente no tenía el talento para echar flores.

Mauren volvió a frotarse las cejas y bostezaba varias veces.

-Senda, tengo realmente mucho sueño...-

-Vete.-

-Lo siento.-

Mauren ya no sentía sueño por sus palabras y se sentó de rodillas en la cama, mirando su espalda desesperadamente.

-Senda, ¿está bien que te preste disculpas? Te he dicho eso porque estaba enfadado contigo. Criticabas tanto mi guion que parecía no tenía ningún sentido.-

-Senda, el entorno en el que te encuentras y tu experiencia te harían pensar que mucho de lo que escribí no tenía sentido, e incluso era inmaduro.-

-Pero los jóvenes de dieciocho años son realmente puros.-

-Entonces, ¿no soy puro?- El hombre finalmente la miró, pero, la mirada era fría e intimidante.

Mauren no pudo evitar temblar. Obviamente debería estar asustada, ¿pero por qué quería reírse?

¿Senda decía que era puro?

-Jajá.- Mauren se rio secamente e inmediatamente explicó, -Quiero decir que a veces son inmaduros.-

-Senda, no puedes valorar a estos chicos y chicas de la forma de que valoras a ti mismo. Eres tan maduro y atractivo, que naturalmente crees que los demás no son perfectos.-

-Después de todo ellos todavía son jóvenes...-

-¿Soy viejo?-

-¡No, no, no, definitivamente no quería decir eso! Solo quería decir que son muy jóvenes, por lo que son poco atractivos y muy estúpidos.-

Senda estaba por fin dispuesto a comunicarse con ella. Aunque la comunicación era difícil, ¡era mejor que no hacerle caso y solo decirle que se fuera!

Mauren mostró una sonrisa halagadora, -Estás en la época más atractiva de un hombre, ¿no crees?-

Él no dijo nada y Mauren se recostó.

Senda seguía sin decir nada, y Mauren volvió a sentir sueño.

Diez segundos después, se cerraba poco a poco los ojos hasta que casi durmió.

Todavía estaba un poco inquieta por si Senda volvía a decirle algo, pero tenía mucho sueño...

De repente, una gran palma se acercó y cogió su mano con suavidad.

Mauren trató instintivamente de luchar, pero después de que él cogiera su mano, no quería soltarla.

Le costó mucho esfuerzo conseguir que abriera un poco los ojos, -Senda...-

-Duerme.-

-Pero...- ¿Por qué le cogía la mano?

Pero él ya había cerrado los ojos y la ignoraba.

Solo seguía cogiendo su mano estrechamente.

Cuando ella forcejeaba, él la sujetaba más fuerte, y cuando ella no forcejeaba, la relajaba un poco para que no se sintiera incómoda.

¿Qué estaba pensando a Senda? Ella tenía mucho sueño...

Después de un rato, la cabeza de la chica somnolienta se inclinó hacia un lado y esta vez, finalmente cayó en un profundo sueño.

Hasta que su respiración se estabilizó Senda abrió los ojos y la miró.

Los dos no estaban tan cerca, pero sus manos estaban juntas.

No pudo evitar recordar unas palabras en el guion de ella, -Con las manos juntas, estaban hablando de temas aburridos. Las dos estrellas en el cielo también parecían estar juntas, e incluso el viento que soplaba sobre el mar llevaba un dulce aroma...-

Diez dedos entrelazados...

Senda consiguió separar los dedos de la niña dormida, de modo que sus largos dedos se entrelazaron con los suyos.

¿Era este el aroma del amor que le gustaba a la chica?

Sorprendentemente, parecía tener realmente una aroma dulce...

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