El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 169

La mujer estaba llorando como si su marido estuviera herido.

Los empleados domésticos la miraron y parecían un poco embarazoso.

El hombre en el coche no respondió nada.

Mauren bajó la cabeza y miró al hombre que estaba durmiendo encima de su pierna.

No se sabía si era por la medicina que lo ayudó a dormir.

Se quedó dormido en su pierna después de subir al coche.

Tan perfecto como Senda que estaba roncando un poco. Se notaba qué cansado estaba recientemente.

Hedi dijo que durante estos días cuando ella no estuvo en casa Senda no se durmió más de 3 horas cada día. Básicamente trabajó toda la noche.

Mauren no sabía qué trabajo era tan urgente que tuvo que estar tan ocupado.

Pero desde las palabras de Hedi Mauren se dada cuenta de que eso tenía relación con ella.

¿Le influyó tanto la discusión entre ellos?

¿Ella podía hacerle una influencia tan grande?

-Señora Mauren, ya llegamos a casa.- Hedi se lo recordó en voz baja.

Normalmente Senda no dormía tan bueno como así pero ahora estaba durmiendo muy bien. Cuando oyó el ronquido durante el camino de volver a casa, Hedi se sentía feliz.

Estaba muy contento como que su niño tenía un buen sueño.

Aún ya llegaron a casa pero nadie lo despertó.

Mauren también no quería despertarlo. Sin embargo, la mujer de afuera no paró de llorar.

-¿Cómo estás, Senda? ¿Te has herido muy grave, sí? Lo siento. Cuando estás en el hospital, no estoy contigo.-

Ella quería acercarse al coche. Ian Pinto la paró y dijo, -Señor Senda acaba de volver desde el hospital. Que dejes que descanse, por favor.-

Todavía no abrieron la puerta del coche. Ian no sabía qué estaba haciendo Señor Senda dentro del coche.

Además no había bajado Señor Senda. No deberían molestarle.

-Todavía no veo a Senda. ¿Cómo puedo dejar de preocuparme por él? Ian, por favor me dejes que lo vea.-

Bita López no paró de llorar y su cara con buen maquillaje quedaba brillante en el sol. Parecía muy pobre.

Ian se sentía mal pero Señor Senda todavía estaba en el coche. No podía tomar la decisión.

-Espera un poco. Ahora va a bajar Señor Senda- Ian se lo dijo en voz baja.

Bita lloró con la voz más alta, -Senda, ¿de verdad estás malo? Déjame que te vea. Déjame que te cuide, ¿vale?-

El hombre frunció el ceño. Parecía que se puso infeliz.

Mauren le tocó el frente y preguntó, -Ya llegamos a casa. ¿Nos bajamos?-

Senda solo murmuró un poco, se dio vuelta y abrazó la cintura de Mauren.

Senda puso su cara en la barriga de Mauren y durmió otra vez.

Mauren se preocupaba que su ropa iba a tocar la herida de Senda y protegió con la mano.

Pero casi en el sueño Senda creía que Mauren quería empujarlo afuera y la abrazó con más fuerza.

Mauren no sabía qué hacer. Ahora él estaba malo y podía hacer cualquier cosa que quisiera. Además él era Senda.

Senda siempre hacía cosas que quisiera. No importaba si estaba enfermo o herido.

Pero le parecía muy mono cuando Senda estuviera tan infantil.

-Hedi, te bajas primero. Dejamos que duerma más. Puedes informarles que preparar la cena.-

-Vale.- Hedi se bajó el coche tranquilamente.

Acabó de bajarse del coche. Hedi vio a Bita que estaba llorando fea. Hedi frunció el ceño y le daba vergüenza a Bita.

Cuando vio a Hedi, Bita corrió hacia a Hedi y preguntó, -¿Qué tal Senda?

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