El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 171

Bita fue expulsada del Pabellón de Río.

Quería volver a pie pero los guarderías no le dejaron hacerlo.

Bita estaba muy descontenta pero ahora Victor estaba dentro. No podía discutir con ellos.

Pero ella era la mujer más guapa de Ciudad Norte. No quería perder su reputación.

Fue expulsada por Hedi. ¡Qué vergüenza!

La abuela vieja estaba dentro y no dijo nada. ¡Qué mala!

Le iba a hacer algo en el futuro.

Después de que se fue Bita, también se habían ido los ruidos.

Mauren no entendía por qué Bita dejó de fingir. Antes siempre le importaba mucho su imagen delante de otros. Y era una mujer elegante ante los demás.

¿Pero por qué estos días hizo muchas tonterías?

No, no era hacer tonterías. Se creería importante y se le había olvidado de fingir.

¿Por qué creía que ella era importante?

¿Tenía relación con la abuela?

Senda se bajó del coche y Mauren lo cuidaba mucho. Se dada miedo de que este hombre se sintiera mareado otra vez.

Un brazo de Senda estaba en el hombro de Mauren. Parecía no podía caminar sin su ayuda.

Sobre la noticia que a Senda no le gustaba que las chicas lo tocara. No funcionaba con Señora Mauren.

Las noticias que decían que no se enamoraban y su matrimonio era para contentar a los abuelos. Ya se notaba que eran falsas.

Si no se enamoraban, pues, ¿qué era amor?

Bueno, ¿tener sexto en el coche era amor?

La relación entre Señor Senda y Señora Mauren era mejor que los amores tontos.

-¿Por qué han venido, abuelos?-

Senda miró a las dos personas y les preguntó en voz suave.

-Abuelo, abuela- Mauren también los saludó.

Leide miró la herida del frente de Senda. Aún no podía ver claro porque estaba cubierto por la gasa.

Se sentía triste.

-¿Es grave la herida? He visto la noticia de la tele que una piedra te ha hecho daño. Nadie me lo informa.-

Se puso un poco enojada. Si no había visto la tele, ¿no se lo contarían nunca?

-No se preocupa. La herida ya fue bien tratada. Se va recuperar muy pronto.-

Mauren no quería que la abuela estuviera tan preocupada y dijo, -No es grave. Solo tiene que descansar unos días.-

-No se lo hemos dicho antes. Es que no queremos que se preocupe. De verdad, Senda está bien.-

-¿Sí? ¿Estás muy bien?- Mauren miró a Senda.

-Claro. Estoy bien, abuela.- Senda asintió con la cabeza.

Estaba muy mono.

-Mauren, debes hacerle tomar la medicina. A Senda no le gusta tomar la medicina cuando era un niño.-

La abuela lo conocía muy bien. Cuando sabía que él estaba herido, recordó que no le gustaba tomar la medicina.

-¿Por qué ya habéis vuelto a casa hoy? ¿Le han tomado la inyección?- Leide preguntó.

-Sí, ya le han tomado la inyección.-

Victor murmuró un poco. Parecía que no estaba contento.

Las palabras eran un consuelo para Leide. Eso estaba bien. Pero Mauren solía mentir. No le gustaba que mintiera mucho.

Mauren no sabía por qué Victor no estaba satisfecho con ella. Ya sabía que Victor no le gustaba.

Pero no le importaba.

Para consolar a Leide cogió la mano de Senda y le mostró la herida de la inyección.

-Abuela, mira, ya le han puesto la inyección. No se preocupa. Es la verdad.-

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El corazón de Señor Peréz