El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 183

El pescador no esperaba que esta chica supiera el precio del mercado.

El hombre que estaba a su lado era elegante. La ropa y el temperamento eran absolutamente extraordinarios.

Un hombre tan rico y aristocrático. A primera vista, sabía que era un rico elegante.

¿Cómo podían siquiera regatear al comprar algo?

-Pequeña. ¿Has estado en el mercado? ¿Qué precio de mercado es este? Es todo un rumor, ¿no?-

Los pescadores no se dejaron intimidar. Todavía querían seguir mintiéndoles.

-Estos percebes míos son diferentes. Han sido capturados hoy en la isla. Mira qué frescos están. ¿Pueden ser los mismos que se venden fuera?-

-¿Qué percebes no se han capturado hoy? Si estuvieran muertos, ¿quién estaría dispuesto a comprarlos?-

Mauren no estaba dispuesta a transigir en absoluto. Su postura de regateo con la cintura cruzada era como la de algunas mujeres de mediana edad.

-Mira el tamaño de tus percebes. Los de fuera cuestan 15 euros el kilo. Son más grandes que los tuyos.-

-Eso es porque percebes no están completamente maduros en esta temporada del año.-

-No importa la temporada que sea. De todos modos, ese es el precio actual del mercado. Me lo llevo todo con 50 euros.-

-Eso no servirá 50 es demasiado poco. Deberían ser al menos 80.-

-¡No!- Mauren gruñó y se dio la vuelta para irse.

Las cejas de Angelo se arrugaron juntas. Una ganga. Este tipo de cosas realmente no estaba de acuerdo con su identidad.

-Si te gusta ...-

-¡No me gusta!- Mauren tomó su mano en una mano, tirando de él para salir.

Ella no tiene miedo del enemigo como el lobo. ¡pero ella tiene miedo de los compañeros de equipo como los cerdos!

Ella ha estado trabajando duro. ¡Pero él quería arruinar su objetivo!

Angelo todavía no estaba acostumbrado a tener contacto con las mujeres. Quería alejarla. El pescador detrás de él murmuró en voz alta -Pequeña. . ¿Cómo es eso?-

-50 euros. Ni un euro más.- Mauren tiró con fuerza de Angelo para que se fuera.

El pescador resopló. Finalmente dijo enfadado -¡50! Aquí tienes!-

Angelo aún no había reaccionado. Mauren ya lo había soltado. Con paso ligero, volvió junto al pescador.

Al principio pensó que habían hecho el ruido así. No era un acuerdo exitoso. Probablemente todos no estarían muy contentos.

Pero inesperadamente. En cuanto se dio la vuelta, vio a Mauren y al pescador riendo y discutiendo.

-Este percebes al vapor es particularmente delicioso. Pero a los jóvenes os gusta jugar en la playa, es bueno asarlo y comerlo.-

El pescador le presentó con entusiasmo la receta -Prepara un poco de salsa de ajo. Después de asarlo, sumérjalo. Está garantizado que estará delicioso.-

-Mm-hmm. ¿Cómo se llama este pescado?- Mauren señaló el pescado que había en otro cubo.

-Se llama pescado salpicado. Hay que freírlo crudo para que sepa bien.-

-Entonces paso. Voy a asarlo a la parrilla.-

-Entonces asa esto. Camarones de mar. Súper dulce.-

-¿Cuánto cuesta?-

-¡10 euros!-

- 7 euros. No más!-

-Pequeña. Tu novio es muy rico. ¿Qué hay de malo en dejarme ganar un poco más? Eres tan tacaña.-

-No me importa si mi novio es rico o no. Incluso si es rico, ha trabajado duro para ganarse su dinero. ¿De quién es el dinero fácil de ganar?-

-Sí, sí, sí, eres buena. No puedo discutir contigo. Toma, este cangrejo de mar. 7 euros todo para ti.-

-¡Bien!-

Finalmente. Angelo gastó menos de cien, cambiando un montón de cosas.

Caminando por la playa con unas cuantas bolsas grandes. Todavía estaba un poco en trance. ¿Cuándo se convirtió en un hombre amante de la familia que iba al mercado a comprar comida?

Pero la actuación de Mauren ahora mismo realmente lo dejó muy sorprendido.

La chica frente a él era realmente la prometida de Senda. ¿La futura gobernante de la familia Pérez?

Por esos pocos cientos de euros. Ella negoció con él sin importarle en absoluto su apariencia o imagen.

¿Alguna vez Senda la había visto tan fea?

-¿Por qué sigues mirándome así?- Alquiló una parrilla y se sentó en la playa. Mauren le echó un vistazo cuando estuvo libre.

-¿Vas a quedarte ahí parado para siempre? No querrás comer después, ¿verdad?-

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