En la playa de arena. Las dos figuras comenzaron a moverse de nuevo.
Pero esta vez, era el hombre que llevaba a la chica a la espalda. Caminando a la luz de la luna.
-Este peso, ¿te maltrata Senda?- Ligera como una gatita. Sorprendentemente no había presión cuando ella presionó en la espalda.
-¿A las chicas les gusta estar más delgadas? ¿Tienes algún problema con que pierda peso?-
Mauren lo fulminó con la mirada. De todos modos, este hombre sólo se metió con ella.
Como el dios a primera vista. Después de sólo estar juntos por menos de un día. Descubrió que no sólo no era como un hada. El temperamento también era muy malo.
Todos fueron engañados por esta apariencia. La gente que no lo conocía también pensó que realmente era tan gentil como el jade.
-Ya estás súper delgada. ¿Todavía pierdes peso?- Angelo se rió. -¿No tienes miedo de que tu pecho desaparezca? El tuyo ya parece el de un chico.-
-Tonterías. ¿No ves mi bonito pecho?-
¡Esto es demasiado! ¡Cómo te atreves a burlarte de mí por no tener un cuerpo perfecto!
Aunque no era tan rollizo como el pecho de Bita. Pero al menos sigue teniendo copa B, ¿vale?
Para una chica de dieciocho años. Este tamaño está bien. ¿Por qué tenemos que tener copas CDEF?
Los pies dolían como el infierno. ¡Ella no quería molestarse con él!
Los ojos de Mauren se posaron en el largo cabello de Angelo .
El largo cabello estaba casualmente atado detrás de la cabeza. El pelo volaba con la brisa del mar. Tenía un aspecto sorprendentemente bonito.
No pudo evitar levantar un mechón de pelo. Lo envolvió en la punta de los dedos y jugó con él.
Las cejas de Angelo se arrugaron y se enfadó. Le devolvió la mirada -¡No me toques el pelo!-
No esperaba que el largo pelo se enredara en su mano. Su vuelta hacia atrás le provocó directamente dolor en el cuero cabelludo.
Sus cejas se fruncieron más, parecía más infeliz -Suéltalo.-
Mauren ignoró su enfado. Por el contrario, preguntó con curiosidad -Oye. ¿Está difícil ordenar el pelo largo?-
Parecía muy suave y liso. Pero. Para un hombre. parecía un poco problemático, ¿no?
Angelo no dijo nada. Mauren volvió a preguntar -¿Por qué tienes el pelo largo?-
-Eres un entrometido.-
-Debes haber sido un chico rebelde cuando eras joven.-
-No.-
-Entonces eras un estudiante de arte.-
-Estudiaba mecánica.-
-Entonces...- Pensó ella. De repente, se rió a carcajadas -¿Eres tú el pasivo?-
Angelo no entendió qué significaba eso. -¿Hmm?-
-¿No has oído hablar de ello? Activo y pasivo. El activo toma la inicial en una relación gay y el pasivo, Jajajaja...-
-Mauren. Quieres morir, ¿no?-
-Jajajaja...-
El hombre de pie en el lado de la carretera. Mirando a las dos figuras todo el camino de vuelta desde la playa. El estado de ánimo era indescriptiblemente complicado.
No pudo evitar volverse en silencio. Quería echar un vistazo al hombre sentado en el coche. Pero no se atrevió.
Finalmente. Angelo descubrió que el ambiente no era el adecuado. Se enderezó ligeramente y miró al frente.
-¿Qué? ¿Por fin quieres admitir que eres gay?- Mauren se rió mientras se enderezaba.
Pero pronto se dio cuenta también. La atmósfera era, en efecto, del toda extraña.
Levantó la cabeza para mirar al frente. Aunque la figura de pie en el lado de la carretera estaba un poco borrosa en la noche. Pero aún así pudo distinguirla vagamente.
Hedi.
-Déjame bajar.- Hedi vino. No era difícil imaginar quién estaba sentado en el coche detrás de él.
Tal atmósfera. Si no fuera por Senda. Simplemente no existiría.
Angelo no habló. Tampoco la bajó.
Todavía la llevaba hacia la carretera.
Su coche estaba en el lado de la carretera. No estaba lejos del coche de Senda.
Hedi les saludó inmediatamente -Señora.-
Al principio, era un poco incomprensible por qué Angelo la llevaba en brazos.
Pero cuando se acercó, lo entendió. Hedi se ocupó de decir -Señora. ¿Está usted herida?-
Se volvió. De repente vio los ojos de hielo de Senda.
Los ojos parecían un poco fríos. Pero no tan fríos como para incomodar a la gente. Simplemente nada diferente de lo habitual.
Pero. Siempre había un tipo de emoción que Mauren no podía ver. Hacía que fuera difícil para ella quedarse quieta.
-Senda.- Llamó suavemente. Pero no sabía por qué era tímida frente a él cada vez. Era como ser inferior a los demás.
¿La sensación de ser atrapada en el adulterio?
No está bien. Ella y Angelo no hicieron nada ilegal o inapropiado. No importaba si la pillaban en adulterio o no.
-Señor Senda, ahora ...- Hedi dudó antes de decir -¿Volvemos a la familia Pérez?-
-Al hospital.- Senda separó su cara y encendió su cigarrillo.
Hedi se apresuró a abrir la ventanilla del coche. A la señora no le gustaba el olor de los cigarrillos. Señor Senda no había fumado durante mucho tiempo cuando tomó el coche con la señora.
Eso parecía que señor Senda estaba... un poco irritable esta noche.
Senda miró por la ventanilla del coche. Mauren, sin embargo, miraba el cigarrillo que tenía entre los dedos.
No era adicto a fumar. Sólo levantaba de vez en cuando la mano para dar una calada. Como en la desintoxicación de alguna cosa.
La acción era muy lenta. No había ninguna acción elegante especial. Pero el ambiente era siempre tan noble como un rey.
El hospital. Pronto llegaron.
El médico examinó a Mauren y desinfectó la herida. Después de limpiar la herida les recetó más medicamentos.
Era el momento de partir. Mauren no pudo evitar mirar fijamente a Senda y le dijo -¿Todavía tienes la cabeza mareada hoy?-
-No.- Dijo él con la voz indiferente y frío.
Seguramente se sentía bien. Ya no la necesitaba. Incluso la actitud era también fría.
Anoche el hombre que no quería que ella se fuera de su lado. En este momento ha desaparecido hace tiempo sin dejar rastro.
Coche en la calle sin acelerar hacia adelante. Media hora más tarde. Estaban de vuelta a la familia Pérez.
Inconscientemente, se resistía un poco a este hogar.
Pero, no se arrepentía de haber venido. Era inútil resistirse.
Al salir del coche, se acercó a Hedi y le preguntó -¿Cómo estuvo la abuela esta noche? -
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