-¡Candela, yo no maté a la abuela, y no soy una mala persona, no voy a matarte!-
Mauren agarró con fuerza el brazo de Candela, y el sudor brotó en su frente de forma precipitada.
-Candela, realmente no soy una mala persona, ¡créeme!-
Candela finalmente se calmó y miró a Mauren, pero todavía no estaba segura de si era una persona buena o mala.
Como en el lugar del accidente sólo estaban Leide y Mauren, no había ninguna tercera persona.
¿Podría la silla de ruedas haber rodado por sí sola si Mauren no la hubiera empujado?
-Hace un poco de sol aquí, busquemos otro lugar para hablar.- Angelo levantó la vista.
Era casi mediodía y la cara de Mauren ya estaba roja por el sol.
Mauren miró a Candela con ansiedad y una súplica en sus ojos, -¡Por favor, confía en mí!-
Candela dudó durante mucho tiempo antes de asentir finalmente con la cabeza.
…
Las dos chicas se sentaron juntas a la sombra del árbol.
Angelo se mantuvo a distancia y no participó en la discusión.
-Quiero ser claro contigo primero, yo no maté a la abuela. Si no me crees, no sé cómo explicártelo.-
Mauren se quedó mirando a Candela con una mirada sincera.
Tenía que ganarse la confianza de Candela antes de poder continuar la conversación.
Candela suspiró también, un poco impotente.
-Madame Mauren, sinceramente, te creo.-
En la mente de Candela, Bita no sería definitivamente la futura Madame de la familia Pérez.
La única Madame principal de la familia Pérez sería Mauren.
-Puedo observar claramente que a Madame Leide le gustas mucho, y en cuanto a Bita, en realidad Madame Leide…-
Se detuvo un momento y no pudo evitar mirar a su alrededor.
Angelo era el único que estaba en la zona. Aunque estaban bastante lejos, Candela bajó la voz discretamente mientras hablaba.
-Madame Leide tiene un poco de miedo de Bita, que parece… como si diera miedo.-
-¿Por qué?- ¿Este incidente también tenía que ver con Bita?
-Madame Mauren…-
-Llámame Mauren, ya no soy la Madame de familia Pérez.- dijo Mauren con calma.
Candela se mordió el labio. Sólo había pasado un mes y las cosas habían cambiado mucho.
-Mauren-, la llamó Candela, lo que condujo a los sucesos de esa noche.
-Después de que te fuiste esa noche, la gente de Bita también se fue, pero Bita se quedó en la habitación de Madame Leide toda la noche.-
-Fui tranquilamente a ver a Madame Leide después y no encontré nada raro. Pero Bita se quedaba allí todo el tiempo y yo siempre me sentía incómoda.-
Candela recordó aquella noche y hasta ahora le resultaba extraña.
Aunque el guardaespaldas de Bita no se quedaba, esas dos doncellas siempre estaban allí.
La sensación era la de ser vigilado todo el tiempo. Y esas dos doncellas tenían un carácter especialmente malo.
-Había planeado ir a buscar al señor Senda a la mañana siguiente.-
Candela sabía que Madame Leide y Senda tenían una muy buena relación.
-Pero por alguna razón, me sorprendió ver a Bita arrodillada frente a Madame Leide llorando a la mañana siguiente.-
-Había querido escuchar lo que Bita le decía a Madame Leide, pero no hubo ninguna posibilidad, porque las dos doncellas me echaron.-
-Entonces, después de eso, Bita se fue y Madame Leide no parecía diferente de lo habitual. Así que fui a preparar el desayuno para Madame Leide y le serví para que se levantara.-
-Madame Leide estaba sorprendentemente de muy buen humor cuando desayunó ese día, nada que ver con la noche anterior.-
-Madame Leide también dijo que todo estaba arreglado, que cuando Victor volviera, todo saldría a la luz, y dijo que por fin podría estar tranquila.-
-¿Dijo exactamente lo que le iba a decir a Victor?- Eso era lo que más le importaba a Mauren.
-¿Eso significa que Luisa Díaz y Madame Leide estuvieron solas un tiempo?-
Si Candela fuera a por la manta, sería un largo paseo.
A un ritmo humano normal, tardaría al menos diez minutos.
Eso significaba que Candela dejaba a Madame Leide, dejando a Madame Leide y a Luisa solas. Son por lo menos diez minutos en el medio.
¿Qué pasó en esos diez minutos?
Mauren volvió a preguntar, -¿Y qué viste hacer a Luisa y a Madame Leide cuando volviste más tarde?-
Candela negó con la cabeza, -No estaban haciendo nada, Luisa se fue después de que yo volviera, no debí entrometerme en lo que estaban hablando.-
Mauren no dijo nada más y se quedó en silencio un rato antes de decir, -Vuelve primero, no es una buena influencia si la gente te ve salir corriendo ahora.-
-Está bien, aún no he encontrado trabajo, he venido aquí hoy específicamente para presentar mis respetos a Madame Leide.-
Madame Leide trataba muy bien a la gente cuando estaba viva.
Todos los sirvientes de la familia Pérez, ninguno de ellos odiaba a Madame Leide.
Candela dijo esto, pero de nuevo, Mauren se sorprendió, -¿Ya no trabajas en la familia Pérez?-
-Luisa dijo que no me encargué de Madame Leide antes de que tuviera el accidente, así que me despidieron…-
Candela inclinó la cabeza un momento antes de volver a levantar la vista y sonreírle.
-No pasa nada, ya estoy buscando un trabajo, no tienes que preocuparte por mí.-
Mauren asintió y trató de buscar algo en su bolso para dárselo, Candela inmediatamente dijo, -Mauren, no me des dinero, no lo aceptaré.-
-¿Cómo sabes que…-
-Senda también me ofreció dinero, pero lo rechacé, es cierto que no me ocupé de Madame Leide y tengo suerte de que no me hagan responsable.-
-¿Senda?-, Senda se ofreció sorprendentemente a pagarle.
-Sí. Senda podrá parecer frío, pero en realidad es un buen tipo.-
Candela miró la hora y se ocupó de levantarse, -Tengo que ir a presentar mis respetos a Madame Leide, y esta tarde tengo una entrevista, así que me voy.-
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