A Mauren le sorprendió que Angelo viniera, justamente antes de que Mauren se preparase a pagar la cuenta.
-¿Por qué has venido aquí?- Ella estaba un poco perpleja, debido a que no fue la hora de comer.
-Tengo mucha hambre y vengo.- Tan pronto como llegó Angelo, Xavier inmediatamente le cedió un lugar al lado de Mauren.
Después de sentarse, Liz también le pidió al camarero que agregara un par de palillos para Angelo.
Analola y Liz habían cultivado un grado bastante alto de comprensión en poco más de dos meses.
Al ver las adulaciones de Liz, Analola no se quedó atrás e inmediatamente le entregó el menú a Angelo.
-Señor Angelo, vea lo que quiere comer, y les pediré que le hagan de inmediato.-
Angelo miró los platos sobre la mesa y dijo a la ligera, -Nada, ya hay muchos platos.-
Liz y Analola no se atrevieron a dejar que el gran jefe comió las sobras, incluso Xavier y Roberto tampoco.
Jorge también dijo, -Señor Angelo, vea qué quieres comer. Les pediré que se lleven las sobras.-
-No hay necesidad pedir más...-
-Será mejor que pidas.- Mauren miró el menú y dijo tranquilamente, -Si no, ¿cómo pueden dejarte pagar la cuenta?-
Después de una ráfaga de tos, los amigos se sintieron repentinamente tan avergonzados que en ese entonces no supieron si debían encontrar un hueco terrestre para esconderse.
Esa tonta Mauren, ellos solo querían ahorrarle algo de dinero.
¡Fue demasiado maldito que hubiera dicho los pensamientos de todos en voz tan alta!
Angelo sonrió y la miró a esa chica indiferente.
-Me temo que todo el mundo lo sabe, que su jefe es muy pobre. ¿Verdad?-
Aunque Septiembre Medios fue solo una pequeña empresa de su familia Angelo, en realidad no fue grande para ellos.
Sin embargo, debido a la relación con Mauren, Angelo siempre prestaba una especial atención al tema de Septiembre Medios.
Recientemente, después de que su programa de selecciones generales estrenó a la televisión, los índices de audiencia se dispararon y siempre se ocupaba en los primeros. Por lo tanto, hubo que celebrarlo.
Fue una celebración por el éxito de la empresa, entonces obviamente ella como jefa debería pagar la cuenta.
-Uh, eso ... jaja. Meramente quiero que señor Senda se reúna y lo celebre con nosotros.-
Analola en secreto le dio a Mauren una mirada en blanco. Esa chica tonta, no volviera a crear problemas.
Mauren bajó la cabeza para beber una copa y no dijo nada más.
Sin embargo, Angelo no era tonto, y seguramente entendió lo que querían decir.
De todos modos, él fue rico. Para él, gastar unos cientos euros e incluso unos miles euros fue una total nimiedad.
-Está bien. Pido una ración de tortilla de patatas, jamón ibérico, paella.-
Angelo devolvió el menú a Analola y le dijo, -Ya está.-
Analola se quedó atónita por un rato, mientras Liz también se quedó estupefacta.
-¿Qué les pasa?- Angelo les preguntó y arqueó las cejas.
-No pasa nada.- Analola llamó inmediatamente al camarero para agregar comida a Angelo.
Aprovechando el momento en que Angelo iba al lavado a lavarse las manos, Analola miró a Mauren con una expresión de asombro, -¿Mauren, Angelo...realmente no es tu novio?-
Nadie creía en que ellos no fueran novios.
-¡Eso es! ¡Definitivamente están enamorados!-
Liz también quejó mirándola, -Nos has dicho que sois simplemente amigos. Me parece que todas las palabras son mentiras.-
¡Los platos que Angelo pidió hacía un momento todavía quedaron sobre la mesa!
¡Esos platos fueron los que Mauren pidió antes!
Todos los amigos pidieron uno o dos platos. Dado que Mauren pagaría la cuenta, ella pidió uno más.
Los tres platos, sin la menor desviación, fueron exactamente iguales.
¡Todos estos fueron los platos favoritos de Mauren!
Angelo conocía claramente sus preferencias, algo que demostró que los dos tuvieron una relación especial.
Con respecto a esta cosa, Mauren no pudo explicar claramente por medio alguno.
Todos estaban sorprendidos ni podían reaccionar en un ratito.
“!Ese Angelo, es demasiado amable!” Ellos pensaban.
Liz se rio carcajadas y le preguntó tentativamente, -¿Es verdad? ¿Podemos decir cualquier broma?-
-¿Acaso quieres insultarme?- Angelo dijo. No fue raro que los empleados le insultaran a su jefe en privado.
-¿Cómo es posible?- Con tan buen jefe, los demás podían envidiarles mucho. ¿Cómo era posible que le insultara?
Liz tenía tanta curiosidad. Tanta curiosidad fue como que estaban a punto de ser devorados por a curiosidad.
-E…señor Angelo, Mauren y tú… vosotros… e… ella y tú…-
-¡Ay!- Analola no pudo aguantar y dijo directamente, -Lo que ella quiere preguntar es si Mauren y tú sois novios.-
Mauren la miró con mucho enfado. Pero, a Analola no le importó.
Todos los amigos le miró a Angelo.
Solo veían que Angelo bebió una boca de agua, dejó la copa y echó un vistazo a la chica de su lado.
De repente rio y dijo, -Yo quiero hacerlo. Todo depende de ella.-
-¡Ah!- Mauren casi se ahogaba por la bebida.
¿Ese tipo, lo dijo a propósito?
A la hora de salir, Liz y Analola agarraron al brazo de Mauren y la llevaron al baño femenino. Para obtener la verdad, ellas casi la dieron amenazas de golpearla.
-Nos dijiste que no tenéis relación especial. No obstante, Angelo nos ha dicho que todo depende de ti.-
-Él ha dicho broma, de verdad. Puedo jurar.- Mauren molestó mucho. ¿Por qué nadie creía en ella?
-Mentiras. La mirada de que él te ve llena de mimos. Tiene que haber mostrado su emoción contigo. ¿Por qué no le admites? ¡Qué hombre tan perfecto es!-
-De acuerdo. ¿Aún amas a Senda? Pero, ¿por qué no considera que Angelo es tan amable? ¿Aquel Senda indiferente era comparable?
De repente, una voz fría sonó desde el pasillo, -¿Sí? ¿Es verdad?-
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