Todavía no había noticias de Claudia.
Emiliano no tuvo más remedio que decidir llevar a Vicente para que recibiera tratamiento.
-Emiliano, lleva al abuelo de aquí, mientras yo me quedaré a buscar a la tía.- Mauren seguía preocupada por que pasara algún accidente con su tía.
Era posible que hiciera una estupidez en cualquier momento por el mal estado que se encontraba Claudia. No estaría tranquila si dejara a su tía sola.
-No, no puedo dejarte aquí por tu estado de salud.-
Era muy difícil para Emiliano que hubiera encontrado a Mauren y el abuelo. Por eso, Emiliano, de ninguna manera, aceptaría que Mauren se quedara.
-No, Emiliano, escúchame, es que tía...ha hecho algo muy malo, no regresará con nosotros incluso si tu gente la encuentra hasta que alguien consiga convencerla.-
-He dicho que no ...-
-Emiliano, puedo aconsejarle. Por supuesto, si puedes encontrar a alguien que me apoye, las cosas se pondrán mucho más fáciles.-
Después de que Emiliano acompañara a Vicente de vuelta ese día, reunió inmediatamente a los accionistas de la empresa que aún estaban dispuestos a unir sus fuerzas con sí mismo.
En cuanto a la persona que Mauren necesitara, llegó a la isla por la noche.
-Tú ...- No era la primera vez para Jairo que veía a Mauren. Sin embargo, solo la había visto una veces y ni siquiera le había saludado.
En sentido estricto, de hecho no conocía mucho a Mauren.
No obstante, eso ya no importaba tanto en este momento. Lo que importaba era... -¿Dónde está mi mamá?-
-Todos están buscándola.- Respondió Mauren, quien se quedó aquí solamente para esperarla.
-Después de que la tía se haya adentrado en el bosque, no sé si se ha escondido, no podemos encontrarla por todos los lados.-
Mauren le tiró de la manga, diciendo, -Primo, ven conmigo a buscarlo.-
Jairo se unió inmediatamente a ella y se adentró en el bosque.
La palabra “primo” que acababa de pronunciar conmovió el corazón de Jairo.
Emiliano dijo que esta chica era la la hija de su tío.
Jairo no pudo familiarizarse con ella de inmediato, pero sintió que esta chica era mucho más bonita comparada con Bita.
-¿Qué está pasando exactamente?-
Este bosque era demasiado grande y denso, pero todos habían registrado la parte delantera.
Ahora, todos se concentraron en la parte de atrás, las profundidades del bosque.
Las profundidades estaban cubiertas de maleza, por lo cual era aún más difícil buscar a una persona.
Jairo acababa de regresar con mucha prisa, de modo que no conocía bien lo que había pasado en la empresa.
Sin embargo, básicamente se había enterado de la situación general.
No se sabía qué método había utilizado Bita para que su abuelo le transfiriera todas las acciones.
Después de eso, unió fuerzas con José. Ahora consiguió obligar a la junta directiva a reconocerla como presidenta y a destituir a Emiliano.
Pero Emiliano había dicho que todavía no se sabía si este acuerdo sobre la transferencia de acciones era auténtico.
Emiliano decidió demandar a Bita, pero la persona clave el abuelo seguía en coma.
Todavía no estaba claro qué pasaría. Sin embargo, ¿qué estaba pasando con su madre?
-Ha colaborado con Bita ...-
-¡Imposible, mi madre no es así!- Jairo replicó inmediatamente.
Mauren lo miró de reojo y comprendió lo que estaba pensando.
Si fuera él, tampoco querría creerlo.
-La verdad es que fue la tía quien me lo confesó.-
Jairo movió los labios, queriendo hablar, pero al final no dijo ni una sola palabra.
Mauren continuó diciendo, -Creo que la tía probablemente lo hizo por una codicia momentánea, pero ahora se ha arrepentido.-
Fue por el arrepentimiento y el remordimiento hacia Vicente y la familia López que se escondió y no quiso enfrentarse de nuevo.
Ella era una de las culpables del lío en el que Gu se había metido ahora.
Jairo tal vez podría entender el sentimiento de su madre poco a poco.
-Mamá, tú ...-
De repente, Mauren tiró de él y se puso de puntillas. Luego, le dijo algo al oído.
Jairo lo pensó, asintió con la cabeza y continuó caminando hacia adelante.
Pero no sabía qué había pisado y, de repente resbaló hacia abajo.
-¡Primo!- Mauren se quedó boquiabierta y rápidamente le persiguió, gritando, -Primo, ¿cómo estás?-
-¡Señorito Jairo!-
Los guardaespaldas también los persiguieron y gritaron en voz alta, -Señorito Jairo, ¿está bien? ¡señorito Jairo!-
Sin embargo, no lograron ninguna reaccionó de Jairo.
Mauren estaba bastante ansiosa, y empezó a gritar, -¡Tía, le ha pasado algo al primo, tía!-
Acababa de sugerirle a Jairo que fingiera tener un accidente.
Inesperadamente, se cayó de verdad por descuido y se deslizó hacia abajo desde la ladera.
Sin tener la respuesta de Claudia, Mauren dijo con urgencia, -Vosotros dos, mirad si hay un camino por el que se puede bajar.-
-¡Sí, señorita!-
Los dos guardaespaldas buscaron inmediatamente a su alrededor.
Mauren se agachó en la ladera y siguió gritando hacia la oscuridad de abajo, -Primo, ¿cómo estás? ¡Responde! ¡Primo!-
¿No había ningún sonido? ¿Podría ser que de verdad hubiera ocurrido algo?
Justo cuando Mauren estaba tan ansiosa que no sabía qué hacer, alguien salió corriendo de detrás de la hierba por el otro lado del bosque.
-¡Jairo! Jairo, ¿cómo estás? ¡No asustas a mamá!-
Mauren miró hacia atrás.
Bajo la luz de la luna, ¿la mujer de rostro ansioso quién podría ser si no fuera Claudia?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El corazón de Señor Peréz