El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 461

Noan conocía muy bien a Mauren. Además, con estos últimos dos años llevándose con ella, la conoció aún mejor que antes.

La primera vez que Noan vio a Senda, percibió que Mauren ya estaba pensando en cómo escaparse de aquel hombre.

-Pero como ya te ha perseguido hasta aquí, ¿adónde más puedes huir?-

La palabra “huir” había estado dando vueltas en la cabeza de Mauren durante toda la tarde y una noche.

Realmente quería huirse, marcharse inmediatamente e ir a un lugar donde Senda nunca la encontraría.

Sin embargo, ahora que sabía que ella estaba aquí, no sería fácil escaparse.

Además, llevaba a sus dos hijos en el camino, le resultaría aún más imposible hacerlo.

-No te preocupes, no importa cualquier problema que encuentres, siempre estoy a tu lado.- Noan la envolvió suavemente en sus brazos.

-Está bien. Ya no siento nada por ese hombre. Ahora que la crisis de Grupo López se ha resuelto, aunque venga, no tendrá ningún efecto sobre mí-

Estas palabras parecían servir para consolar a Noan, quizá también a ella misma.

Noan asintió, quería decir algo, pero no estaba seguro de si debía decirlo.

Era raro que él tuviera esa reacción. Mauren le miró y preguntó, -¿Quieres decirme algo?-

-Aún no se han arrestado a Bita.-

Mauren se quedó aturdida por un momento y no supo qué decir.

El hombre dijo ligeramente, -Tu familia ha estado concentrándose en buscarte, y por tanto no se han prestado atención a buscar a Bita.-

-¿Acaso no han llamado a la policía?- Ella creyó que siempre que se llamara a la policía, habría gente para buscar a Bita.

-¿O es que ya no está en Ciudad Norte ni Ciudad L?-

-Puede ser. Tu familia no le da demasiada importancia, pero la policía la ha estado buscando, pero nunca ha podido encontrarla-

En realidad, Noan estaba tratando de insinuarle algo con esas palabras.

No sabía por qué tenía que decírselas.

Además, hacer eso tampoco le traería beneficios.

Sin embargo, creyó que Mauren debería saberlo.

-Ahora Grupo López y Grupo Pérez vuelven a tener cooperaciones. Las dos compañías están teniendo muchos proyectos en desarrollo y ese proyecto del que Jaime Pérez se encargaba, ahora se lo encarga Senda-

Mauren no dijo nada, porque no quería saber nada de Senda.

Pero sabía que Noan lo dijo porque estos asuntos estaban relacionados con ella.

Mirando al cielo, Noan dijo tranquilamente, -He oído que transfirió cinco por ciento de las acciones de Grupo Pérez a Jaime a cambio de ese proyecto.-

Al oír esto, Mauren agarró fuertemente a la barandilla.

¡Cinco por ciento de las acciones! Ella conocía lo que significaba ese porcentaje.

Eran suficientes para una familia vivir diez vidas de lujo.

“Ha renunciado a cinco puntos de las acciones suyas en Grupo Pérez para ayudar a Grupo López, ¡este hombre está loco!”, ella pensaba.

-Entonces... ese proyecto de Grupo López...-

-Han cancelado el contrato de manera pacífica.- Esto era lo que quería decir Noan.

Eso quería decir que las acciones de Senda fueron regaladas para ayudar a Grupo López.

En lugar de decir que era por el bien de Grupo López, mejor decir que era por ella, Mauren.

Aunque Noan no quería que Mauren y Senda tuvieran más relaciones, ya que Senda había venido aquí a por ella, sintió que Mauren tenía el derecho a saber lo que hizo Senda.

No quería afectar la decisión de Mauren ocultándola parte de la verdad.

De hecho, ya se había acostumbrado a estar al lado de Mauren, mirándola y protegiéndola en secreto.

La confesión de aquella noche se debió al estímulo de Xavier Muñoz, además del hecho de que, efectivamente, había bebido mucho.

Así que, fue una acción impulsiva.

No sabía cuánto tiempo había pasado en el balcón antes de que ella decidiera que no quería seguir en Ciudad Sur.

Nada más entrar en la sala, vio que Noan salió de la habitación de los niños y estaba contestando al teléfono en un susurro.

Mauren se situó a un lado de la sala, observándolo en silencio.

Pareció que fue una llamada de la empresa y que había pasado algo urgente, pero no lo decía muy claramente.

Pronto, Noan colgó el teléfono y se volvió a mirarla.

-¿Algún asunto urgente de la empresa? -preguntó Mauren.

-Sí.- Noan asintió, -Esta noche Señor Ocampo fue atacado y varios de los personales encargados de protegerlo resultaron heridos, por eso la compañía decidió mandarme a escoltarlo de vuelta al país.-

-¿Habrá peligro?- Mauren había oído hablar de este señor Ocampo y sabía que era un pez gordo.

Si era que incluso los guardaespaldas resultaron heridos, entonces no sería un asunto fácil.

-Trabajando en el Grupo Seguridad, no me creerías si digo que no hay peligro, ¿verdad?-

Noan no quería mentirle porque sabía que ella no lo creería.

Es más, a veces resultó hacerle a uno más preocupado mintiendo.

Por lo tanto, nunca mintió las mentiras bien intencionadas.

-No te preocupes, sé que mi esposa y mis hijos me están esperando en casa. Seguro que voy a protegerme.-

Este fue el mayor manifiesto del sentido de responsabilidad de un hombre.

Mauren asintió y le buscó un traje. Luego le preparó el equipaje antes de acompañarlo hasta la puerta.

Mientras se dirigía a la puerta, todavía estaba preocupada, -Tienes que tener cuidado.-

-De acuerdo.- Noan quería irse, pero al mismo tiempo, se sentía un poco triste por eso.

Cuando estaba a punto de marcharse, se detuvo y se volvió de repente. Agarró a Mauren, bajó la cabeza y le dio un beso en la frente, -Espérame.-

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