El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 49

La puerta de la habitación de Mauren estaba cerrada cuando Senda subió al piso.

Estuvo vacilante, no supo si llamar a la puerta.

El señor Senda Pérez era conocido por su omnipotente. Fue increíble que no se atrevió a abrir una puerta.

Hedi pasó detrás de él y dijo con tono bajo -Señor, ¿necesita que vaya a verle al señora?-

-¿Qué quieres ver?- la actitud de Senda se cambió.

¿Acaso su mujer es la persona que él quería ver en cualquier momento?

-No, no quise decir eso- Hedi se asustó por su mirada fría. Madre mía, ¿por qué la situación cambió de repente?

El señor Senda era muy valiente a diario. Pero en este momento, no atrevió a abrir una puerta. Solo quiso ayudarlo.

No tuvo nada mala intención. ¡Dío mío!

Por fin, Senda se puso en pie al frente de la puerta y la llamó.

¿La habitación de su propia mujer necesita la mano de otra persona para abrir?

Sin embargo, ¡la persona de la habitación no respodió y lo ignoró!

Senda frunció el ceño. ¡Si alguien se atreviera a hacerse rogar en el pasado, no podría aparecer ante él!

Hedi estuvo un poco preocupado. ¿Si el Senda daría una patada con furia a la puerta para abrirla?

Aunque Senda se muestraba tranquilo y indiferente generalmente, en realidad, era muy feroz en algún momento.

Lo que no esperaba fue que Senda llamó otra vez a la puerta en vez de la pateó.

Pero todavía no tuvo ninguna respuesta.

Hedi estuvo un poco inquieto. ¡El humor de la señora no era mejor que el del señor!

Fue la tercera vez que Senda tocó la puerta de Mauren. Y esta vez, el golpe fue un poco duro.

Por fin, la persona interior salió de la habitación.

Hedi se relajó. Mientras regresó a su habitación para no estorbar la conversación de estos dos, de repente, se detuvo.

Por lo tanto, cuando Mauren abrió la puerta, vio la cara aturdido de Hedi.

-¿Qué pasa?- No se veía muy amigable y estaba muy mal esta noche.

-Yo... Yo saludo a usted. Ja, ja, ja-

Hedi estaba tan avergonzado que se puso la piel de gallina. ¡Señor, acaba de decir que no le dejaba a nadie a ver su mujer!

Ahora, cuando abrió la puerta Mauren, se quedó a un lado, fingiendo que no pasó nada.

Pero, usted fue la persona que quería ver a Mauren.

Por supuesto, Hedi no se atravió a revelar la intención de Senda. Por eso, dio una sonrisa forzada -Señora...-

-¡No necesito su saludo!- Mauren se volvió y cerró la puerta con mucha fuerza.

Una mano grande se extendió detrás de Hedi, la cual impuso suavemente la puerta que estaba cerrando.

-Él solo es un subordinado que te saluda con amabilidad. ¿Por qué humillarlo así?-

La figura agigantado apoyó en la puerta. Parecía que no le importó nada. Pero, en realidad, se pudo ver una tensión en sus ojos.

¿Acaso el señor Senda se temían que era expulsado por la señora?

Hedi pudo ver esta tensión claramente.

Lo que no entendió fue que ¿para que se complicara la situación? Senda fue un hombre tan orgulloso de morir.

¡Parece que la señora no era fácil de conllevar ahora!

Si se encontró esta situación en el pasado, ¿Cómo fue posible que Senda lo hiciera caso? Ya estaba bien que no pateara a esa persona.

Parecía la señora ser diferente para el señor.

Mauren miró a la persona estuvo al lado de la puerta y dijo con frialdad -¿Qué tiene que ver contigo?-

Ella no quería humillar a nadie. Hedi solo cumplió la orden de Senda y no hizo nada mal.

Si hubo un error, fue culpa de ese hombre. Ella nunca había culpado a Hedi.

Ella solo no quiso ver a Senda ni a su gente. ¿Incluso la quitaría este derecho?

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