El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 50

La verdad, Senda también estaba pensando en este problema, él quería ver si la muñeca de la chica estaba lastimada, ¿así que por qué no me la trajo a ver su muñeca forzosamente?

Pero, si el fuerzo en venirme, ¿no se quedaría más lastimada?

-Hedi está afuera- Senda tomó asiento en una silla, mirándola.

- Qué quieres hacer? - Mauren sabaía que él no se podía salir, así que estaba aquí para presumirse?

¿Desde hace cuando era que el joven amo se había tornado tan inactivo?

Senda levantó de repente y caminó en la dirección de Mauren. Ella se retrocedió subconscientemente con el pánico.

-Qué demonios quieres hacer? Senda, no tengo ni idea de cómo indagar la responsabilidad, y no tengo intención de hacerlo, ¡no me intimides tanto!

Mauren estaba tan enfadada que quería llorar! Si fuera otra persona ella podría luchar hasta al final, pero él es Senda Pérez, ¡un hombre que ella no podía luchar! Ya que Mauren estaba destinada a perder, por lo que ella no estaba destinada a vengarse para Liz, podía ella surgir y desaparecer por sí mismo?

Senda caminó hacia ella, Mauren normalmente tenía miedo de él, pero ella no esperaba que por el bien estar de sus amigas ella podría ocasionalmente ser muy valiente. Mauren miró a Senda.

-Tú…- De repente Senda extendió la mano, la agarró y se acercó de la cama.

- Déjame! - Mauren le empujó con fuerza, pero accidentalmente se lastimó la muñeca de nuevo.

La carita de Mauren estaba enredada por el dolor, él notó el dolor en sus ojos. Senda la colocó en la cama, y agarró su mano quitando la toalla de su muñeca, intentando sacar a su mano.

Mauren prefería aguantarse el dolor y se retrocedió su mano.

El frunció el ceño y dijo:

-Mauren, mi paciencia es limitada, ¿tienes que tratarte de esta forma conmigo?

- Si no mandas ceder las personas que están detrás de ti, entonces no puedo tratarme contigo de esta forma !

Él agarró su mano, pero ella no quería mirarle.

-Te aconsejo a que te des por vencida.

- Senda Pérez!

Él no habló, solo le miró la muñeca. Él no quería lastimarle cuando estaban en la playa, pero la agarró con demasiada fuerza. El hombre abrió el cajón y agarró en la caja de medicinas. Senda no habló de nuevo, solo vertió la medicina en la muñeca de Mauren y le frotaba la muñeca gentilmente.

Mauren no entendió a este hombre. ¡Unas veces era frío como el hielo, pero otras veces era amable con ella! Pero al final, todos los enredos se calmaron, no importaba lo bueno y lo malo, solo fue un contrato.

-Yo estoy bien, anda, por favor. - Ella conocía a él mejor que nadie. Si Senda no quería hablar de algo, incluso si ella le pusiera un cuchillo cerca de su garganta, él no diría nada.

Senda miró a su muñeca roja y hinchada, y simplemente continuaba frotando la medicina para ella, sin hablar. El ambiente se volvió un poco raro. Mauren quería retrocederse su mano, pero él no le dejaba.

¿Solo estaba un poco roja y hinchada, por qué estaba haciendo así?

Más una vez ella intentó retrocederse su mano, pero esta vez Senda la dejó irse y se levantó.

-Ya que eres mi prometida, yo no juntaré esfuerzos con otras personas para dañarte a ti o a tus amigos. – Fue esto lo que le preocupaba ella? ¿Ahora que él hizo esta promesa, estaría todo bien?

Él corazón de Mauren se conmovió un poco, ella lo miró, aunque él parecía un poco engreído, sus palabras parecían verdaderas. Él nunca había hecho promesas sin quererlas, pero cuando las hizo, las cumpliría.

-Ellos…

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