Los gritos sin cesar.
Liz se quedaba suspensa, la cual sentida en el suelo del balcón no podía reaccionar totalmente al ver Mauren caerse.
Una figura se abrió paso entre la multitiud deprisa como un viento.
Nadie lo miró claramente cómo pasó él, la velocidad tan rápida que estaba fuera de la imaginación de todo el mundo.
En un abrir y cerrar de ojos ya llegó al borde del balcón y se lanzó.
Los espectadores estaban tan asustados que apenas gritaron.
¡Las dos personas se cayeron juntos!
Esa vez, Mauren creyó que moriría sin ninguna posibilitad de sobrevivencia.
Ella renació en el mundo menos de un mes, ¿por qué no podía prolongar más la vida?
Antes aproximadamente se hubo ahogado, esa vez, ¿se caería a muerte directamente?
Si ella no podía vivir más larga, ¿por qué se le hubo dado la oportunidad de renacimiento?
El cuerpo siguió cayéndose, ella se sumergió completamente en el miedo a la muerte.
En las sombras, Mauren parecía ver que Senda se le acercó corriendo, pero su velocidad era demasiado rápida que la chica no podía confirmar con claridad.
Cada vez Mauren iba a morir, lo que veía y lo que pensaba eran Senda Pérez.
-¡Uf!-una punzada de ira se sintió en la muñeca y parecía ser agarrado con fuerza por alguno.
Mauren dio un grito por el dolor, se levantó la cabeza pero no podía ver patentemente quién la estaba sosteniendo.
¡Pero la respiración y el espíritu eran muy obvios!
-Senda...
Senda no dijo nada. Una mano trepó al borde del balcón, y la otra cogió a Mauren de la muñeca.
-¡Vamos! ¡Socorro!-Liz reaccionó finalmente y pidió ayuda inmediatamente de arriba.
Todos como si se despertaran de un sueño, al unos guardias intentar socorrerlos, una persona de detrás salió de repente corriendo a su velocidad más rápida lanzándose al borde del balcón.
Noan suspiró de alivio cuando le vio que Mauren estaba pendiente, y su corazón finalmente reanudó latir.
-Envíala arriba.-él se fijaba a Senda, luego se volvió la cabeza para contar a los guardias-Vengan a ayudarme a tomarlo.
Senda estaba sin expresión, sosteuvo a Mauren y la leventó lentamente antes de acercarse los guardias.
¡Qué fuerte los brazos de Senda!
Los guardias que vinieron a salvar se quedaba con la boca abierta.
¿Quién podía hacerlo? podía levantar a una chica adulta con solo un brazo, incluso, ¡la mantenía en alto!
Noan no tenía el tiempo para admirar la increíble fuerza de Senda.
Él la cogió del brazo de Mauren y la tiró al balcón sencillamente con la ayuda de Senda cuando la levantó el hombre.
-Sálvalo, sálvalo...-Mauren estaba meneada tras colgarse en el aire en tanto tiempo.
Pero cuando ella llegó al balcón, empezó a gritar -Sálvalo...Senda, ¡Senda!
-¿Te me preocupes tanto?-El hombre trepó al borde del balcón, luego saltó suavemente, finalmente arribó al balcón sólidamente.Radicalmente no él necesitaba la ayuda de los guardias.
Mauren se levantó forcejeando,y se lanzó sobre él-Senda...
Él estaba bien, ¡él estaba bien!
En aquel momento que ella acababa de salvarse, se preocupó mucho de que él se cayera por falta de energía.
No sabía que Senda era tan fuerte, en la generación pasada no hubo tenido ninguna oportunidad para conocerlo.
¡Pero él solo era un comerciante! ¿por qué un comercianten era más fuerte de la policía de fuerzas especiales?
En ese momento, ella se recostó en los brazos de Senda escuchando su latido y sintiendo su respiración, el corazón que estaba nervioso al extremo se aflojó finalmente.
Mauren suspiró tanto de alivio que apenas sostenía en pie.
Senda la abrazaba, echó una mirada suavemente a Liz que estaba al lado.
-Si te pasará algo, ella estará bastante triste. Si no quieres romper su corazón, no hagas estupideces más.
Él le tiró las palabras y recogió a Mauren, con las largas piernas salió de la muchedumbre.
Mauren exhaló un suspiro, abrió la puerta a sí misma y salió del coche.
Se levantó la cabeza, Senda ya entró en el salón, solo le dejó una fría espalda.
Mauren estaba un poco complicada porque acababa de experienciar la muerte, todavía no podía calmarse.
Pero parecía que Senda ya no le importó eso.
-Dama, ¿a dónde habéis ido?
Senda no le hubo permitido seguir, Hedi no se atrevió a inquirir lo que hicieron los dos.
-Hemos ido al hospital a vistar a un amigo.-Mauren le contestó en un tono suave.
-¿Esta noche ustedes van a regresar a la casa de Pérez? La señora Leide Moreno todavía no sabería que ya han salido.
-Pues...eso debe decidir por el señor Senda Pérez.-Senda estaba indiferente, aunque Mauern tuviera algunas palabras, de pronto no sabía cómo contarlo.
-Dama...-Hedi la siguió al salón, el cual parecía que quería decir algo,-El señor Senda Pérez...
-Dígame directamente si tienes algo que contarme.-Mauren se detuvo y lo miraba.
-¿Dama todavía está enojada al señor Senda Pérez? por aquel asunto.
Hedi creyó que Mauren no se emocionó, le continuó diciendo-De hecho, antes el señor Senda Pérez no ha sabido la verdad, también él no le ha tendido la trampa a usted.
-El señor Senda Pérez no le gusta explicar, por otra parte, para unos asuntos él no le queda remedio para explicar.
Hedi se fijaba en ella y le dijo sinceramente-Solo quiero contarle que el señor Senda Pérez nunca le ha pasado la idea por el mente que daña a sus amigos, ni siquiera a usted.
En realidad, Maure podía sentir que Senda no tenía la enemistad a sus amigos, en especial, a Liz.
Él hubo pedido a Hedi que le hubiera enviado la invitación a Liz, por lo menos significó que él ya hubo aceptado a su esa amiga.
Anoche como Mauren hubo tenido tanta conmoción, pero él no hubo querido decir nada, en su corazón como si hubiera un nudo que no se podía desatar, por eso era inevitable que se hubiera quedado impaciente.
En ese momento, ella ya estaba calma.
-Dama.-la sirvienta salió de la sala lateral llevando un ramo de rosas, tras saludar a Mauren, le miró a Hedi.
-Señor Hedi González, ¿de veras tengo que tirar las rosas tan bonita? ¡qué lástima!
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