El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 90

De hecho, fue Maya quien llamó a la puerta hace un momento.

Maya entró empujando el vehículo médico y vio la herida en el brazo de Senda. Se sorprendió, y le preguntó, -Senda, ¿no le has detenido la sangre?-

Senda miró hacia Mauren.

Los latidos del corazón de Mauren se aceleraron instantáneamente, y no se atrevía a enfrentarle la vista.

Este tipo, ¿qué significaba mirarla ahora? Esto era notorio para decirle a Maya que esta herida fue causada por ella.

Maya miró a Mauren y luego a Senda, finalmente con las miradas posadas en la herida de Senda.

Suspiró levemente, y dijo impotente, -Vale, Mauren, Senda todavía está herido ahora, no puedes pelear consigo en este momento si tenéis ciertos conflicto.

Pues solo Mauren se atrevía a pelear con Senda. No se podría imaginarlo si lo intentara en vez de otra persona.

Pero, ¿Senda no podía vencer a Mauren? Era seguro haber debilitado su poder intencionalmente.

La cara de Mauren se puso roja, creyendo que Maya lo dijo a propósito.

Maya creía que esto era una pelea en vez de un flirteo, ¿ Realmente no podía entenderlo o simplemente evitaba la vergüenza para ella?

No importaba lo que fuera, en comparación con flirtear, lastimarlo por pelear parecía más cómodo para ella.

Ella dijo apresuradamente, -le trata la herida sangrada de nuevo.-

-Vale.- Maya sosteniendo la botella de agua desinfectante y el ungüento, quería sentarse junto a la cama.

Inesperadamente, el hombre sentado en la cama seguía mirando fijamente a Mauren, pido dominante, -Quién lo hizo, quién es el responsable.-

Mauren se mordió el labio, caminó hacia la cama con la cabeza gacha y tomó el desinfectante de la mano de Maya.

Cuando miró hacia arriba, no pudo evitar darle un vistazo a Senda.

-No lo he hecho a propósito. - ¿Por qué estaba tan serio?

Pues, cualquier persona debería tener un malentendido que ella realmente lo lastimó.

-¿Acaso no necesitas ser responsable por lastimarme?- La mirada de Senda era tan indiferente que ninguno pudo sentirse raro.

-Yo...-

-¿No quieres decir que no fui herido por ti, sino por chocarme accidentalmente contigo cuando tenemos acción íntima?-

-Tú...- Mauren lo miró furiosamente.

Él lo dijo a propósito para hacerle admitir que su herida se debía a que flirteó consigo.

Sabía que Senda era astuto, pero no esperaba que fuera tan astuto.

Respirando con fuerte, se sentó junto a la cama y le miró el brazo sangrante. Aunque se enojó mucho, de hecho, todavía se sentía poca culpable.

La culpabilidad parecía que no era un poco sino muchísimo.

-Mauren, desinfecta la herida, pero tenga cuidado porque le dolerá.-

Senda no permitió que Maya lo hiciera, por eso Maya solo podía guiarla desde un lado.

-Sí.- Mauren lo hizo lo más suave posible por temor a que realmente lo lastimara.

Cada vez que la expresión de Senda se cambiaba ligeramente, ella inmediatamente bajaba la cabeza para soplar sobre la herida.

Si fruncía el ceño, ella seguiría soplando con cuidado.

Con una boca se le acercaba cada vez más cerca al brazo, estaba a punto de besarlo.

En comparación con la indiferencia de los dos días anteriores, esta apacible apariencia era tan diferente.

Entonces, parecía que le gustaba fruncir el ceño cada vez más, frunciendo el ceño a propósito cuando el hisopo de algodón tocaba la herida.

Al final, incluso Maya no pudo soportarlo. ¿Cuándo Senda tuvo tanto miedo al dolor fácilmente?

Una vez antes , tuvo una operación sin anestesia después de haber sido cortado con un cuchillo y no le importaba nada.

Ahora, era seguro que estaba actuando frente a Mauren para que ella sintiera preocupación.

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-¿Cómo estás? ¿Todavía te duele?- Senda terminó por acceder a envolverle una gasa, bajo la fuerte petición de Mauren.

Después de terminar todo, vio su estado de ánimo que quedaba como de costumbre, pero frunciendo el ceño todo el tiempo, y no sabía si realmente le dolía tanto.

Sin embargo, al ver a Senda que frunció el ceño, se sintió incómoda.

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