El Heredero romance Capítulo 87

Ni siquiera hacía falta pensarlo, ¡Diego ya sabía lo que quería Filipa!

Debería querer que se fingiera ser su novio para enfrentar a su tía.

En cuanto al hecho de fingir ser el novio de otra persona, Diego realmente ya tenía experiencias ricas.

-Señor Diego, por favor, sólo es un pequeño sacrificio fingir ser mi novio. Es que, Emilio y sus compañeros, se parecen demasiados caprichosos y tu pareces más maduro, así que, eres el mejor candidato. Si no me ayudas, mi tía seguramente me hará conocer a ese chico y ¡de verdad no lo quiero ver!-

Filipa suplicó.

Aunque Diego quiso negarse, no pudo encontrar una razón para negarse.

Después de todo, Filipa le ayudó varias veces. Esta vez que le pidió ayuda, tampoco era algo muy difícil para resolver y se sentía mal por negarla.

-¡Vale!-

Diego asintió y lo aceptó.

Después de colgar el teléfono, Diego no subió las escaleras. Le dijo a Emilio y sus compañeros que se subieran primero, y él cogió un taxi, y se fue a la casa de la tía de Filipa.

La familia de su tía también era bastante adinerada, y tenían una villa en la Ciudad YG.

Cuando llegó, Filipa ya le estaba esperando en la puerta y al lado de ella, y había una chica de la misma edad.

Esta escena, de cualquier manera, le recordaba a Diego la última vez que fue a la casa de Yoana. ¿Acaso siempre se encontraría la misma situación cada vez que se fingía ser el novio de alguien?

Diego salió del auto y saludó a Filipa.

-¡Ay! Dios mío, prima, ¿esto es tu novio Diego? ¿Cómo ha podido venir en un taxi?-

La chica de su lado era bastante blanca y bonita, pero en este momento, se le veía realmente despectiva y decepcionada mirando a Diego.

Parecía que Filipa no reveló la identidad de Diego.

Por lo tanto, la chica adinerada no sabía nada.

Al ver la ropa de Diego, parecía un plebeyo pobre. Encima vino en un taxi, ¿sería muy humilde, no?

Ella estaba extremadamente decepcionada.

-Vera, no entiendes, ¡Diego es una persona muy amable! ¡Qué tiene de malo ser mi novio!-

Filipa corrió hacia Diego y le tomó del brazo, sonriendo dulcemente.

Sería genial si el señor Diego fuera realmente su novio en este momento.

Pensó Filipa.

-Está bien, ¡espero que mis padres y primos no digan nada cuando te vean más tarde!-

Vera Ferrero frunció los labios, de verdad no quería mirar más a Diego.

Se dio la vuelta y entró.

Diego se quedó atónito, -Maldita sea, ¿no dijiste que solo vería a tus tíos? ¿Por qué hay tanta gente?-

Filipa hizo una mueca, -Todos vinieron después de que te llamé. Lo siento, señor Diego, ¡ayúdame sólo por esta vez!-

Diego estaba indefenso, -¡Venga vale, solo esta vez!-

En realidad, antes de llegar, Diego lo imaginó que todo era muy fácil. Al conocer a la familia de la tía de Filipa, definitivamente le compararían con el chico que le presentaron a Filipa. En ese momento, sacaría un poco de sus ventajas y le podría ganar.

Así era fácil.

Pero ahora, como vino tantos familiares de Filipa, le molestó bastante a Diego.

Resultó que, vinieron tanta gente porque se enteraron de que Filipa estaba aquí, normalmente se llevaba muy bien los familiares de su tía y tenían relaciones de comercio. Además, se enteraron de que Filipa tenía novio.

-Filipa, ¿él es tu novio?-

Después de entrar, antes de que hablaran los mayores, un grupo de jóvenes de la misma generación se adelantaron y hablaron.

Todos miraban a Diego.

No mucho después, estas personas se mostraron una mirada sospechosa.

“Maldita sea, Filipa es tan guapa, qué expectativa tiene, ¿no? ¡Obviamente está muy fuera de su alcance!”

-Filipa, al principio queríamos invitarte a la fiesta del crucero. Pero siempre dices que tienes algo que hacer, ¡resulta que estás aquí con tu novio!- dijo una chica.

-Es verdad, ¡pero justo podemos ir juntos más tarde!- sonrió Filipa y no soltó ni un momento la mano sostenida de Diego.

En cuanto a sus primos, ninguno de ellos saludó a Diego.

Filipa también sabía que despreciaban a Diego.

Pero Filipa no se atrevió a exponer precipitadamente la identidad de Diego porque no obtuvo su consentimiento.

Al ver que Diego no estaba demasiado enojado, Filipa se sintió aliviada.

Pero Diego no era que no estaba enojado, sino que ya le daba igual. Tuvo bastante experiencia de este tipo de ocasiones, lo único que había que hacer era contener la respiración y callarse.

-¡Está bien, Filipa, siéntate!-

En ese momento, una mujer de mediana edad se puso de pie. Era la tía de Filipa y se llamaba Yolanda Cano.

Era la dueña de una cadena de productos de belleza. Su ganancia anual era de decenas de millones y por eso, su piel está muy bien cuidada.

Pero como había visto a demasiada gente adinerada, se sentía muy incómoda cuando vio a un tipo tan corriente como Diego.

-Tu nombre es Diego, ¿verdad? ¿Dónde está tu casa? ¿De qué hace tu familia?-

Preguntó Yolanda a la ligera.

Todos los adinerados de la segunda generación miraron a Diego con desprecio.

-¿Acaso su casa está en un campo y sus padres son campesinos?-

-Oye, de verdad no lo entiendo. ¿Cómo pudo Filipa buscar uno de condición tan mala? Si él fuera mi novio, ¡habría saltado de aquí y suicidarme!-

-Míralo. Desde que entró, no se atrevió a decir ni una palabra. Obviamente, nunca había visto este tipo de casa y se puso nervioso. Es como un campesino que acaba de entrar a la ciudad por primera vez en su vida. ¡Nunca llegaría a la altura de Álvaro!-

-Joder, ¿de qué estás hablando? ¿Él? ¿Le comparas con Álvaro Sessa?-

A un lado, varios hombres y mujeres ya se habían juntado para comentar de Diego.

Y Vera, cuando escuchó que todavía lo comparaban con Álvaro, dijo con desdén.

-¿Quién es Álvaro?-

-Es el chico que Yolanda quería presentarle a Filipa. Su familia es de la industria de la cadena de hostelería, y él mismo está estudiando en la Universidad Norte en la Ciudad JL, y además, ¡es el presidente de sindicado de estudiantes del Departamento de Economía y Gestión!-

-Es una persona muy excelente y no se puede comparar con algunos.-

Las voces de ellos no eran bajas y Diego las escuchó a todas.

No estaba enojado, sino deprimido.

“¿De verdad era tan importante que una persona tenga dinero o no? ¿Desde cuando el criterio para describir lo bueno o lo malo de una persona, ya no era por su carácter, sino que era por su dinero? Si eres adinerado, todo lo que harás o lo que dirás sería correcto, de lo contrario, ¡no serás nadie!”

Diego recordó en todo del pasado y pensó sentimentalmente.

Luego miró a Yolanda y dijo, -Mi familia está ahora en un pequeño pueblo de un condado, y mis padres, ¡hacen unos pequeños negocios!- dijo Diego con sinceridad.

-Puff, viene de una pequeña zona rural, así que sus padres deberían abrir una pequeña tienda en el pueblo, ¡Dios mío!-

Vera y sus compañeros le despreciaron aún más.

En cuanto a Yolanda, no dijo nada a Diego, y ahora, al escuchar esto, se enojó aún más y maldijo directamente, -Entonces de qué derecho tienes para estar con Filipa, ¿por qué? ¿No te avergüenzas?-

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