El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 100

Él no esperaba que ella tomara la iniciativa, y ella no esperaba que él continuara, maldito hombre, ¿no habían hecho ya? ¿Por qué lo quería de nuevo?

Su beso fue tan suave, provocativo y dulce. Él besó su delicada y encantadora barbilla, y luego lamió sus sensibles y suaves lóbulos, probó sus rosadas cuencas de sus orejas. Ella se estremeció, sintió olas de hormigueo una tras otra por todas sus extremidades.

Y su mano penetró lentamente en la parte inferior de su abdomen plano, era difícil imaginar que ella, que ya había dado a luz a un niño, aún pudiera tener una figura tan atractiva.

-¡No!- Su resistencia era tan débil.

-¿Sí o no?- Su mano ya le habían separado las piernas.

Laura se sorprendió. -Oscar, si lo acabamos de hacer-

Después de decir esto, su rostro se sonrojó, -¡Vete!-

-¡Te deseo!- Él no pudo contenerse más, deslizando su dureza ya listo para penetrar en su cuerpo nuevamente, y haciendo el baile más salvaje en su vagina.

A lo largo del día, tocaron incansablemente la armoniosa sonata una y otra vez. Sus cuerpos estaban completamente cerrados, apretados y cálidamente presionados uno al otro.

Oscar hizo el último empujón en su cuerpo, y no pudo evitar dejar escapar un gruñido y una corriente de calor.

Oscar apartó su cuerpo y vio que se había quedado dormida débilmente en sus fuertes brazos. Las comisuras de sus labios no pudieron evitar engancharse y la ayudó a cubrirse. La miró adormilada con delicadeza, y luego tomó el teléfono.

El teléfono se conectó, el tono de Oscar era indiferente. -¿Fuiste a verla?-

Lorenzo en el otro extremo, se quedó desconcertado, no negó que había advertido a Laura, pero aun así rugió con rabia, -¿Y qué?-

-¿Por qué la buscaste?- Estaba muy enojado, ¿qué tenía esto que ver con Laura?

Cuando Lorenzo escuchó el tono de reproche de su hijo, no pudo evitar enojarse aún más. -¿Qué pasa?, dio a luz a un niño y, ¿ya dio a luz a vuestro amor?-

Su primera llamada no fue para pedir clemencia para poder volver a trabajar en el Grupo Rasgado, sino para preguntarle por Laura. La chica se veía muy linda, pero ¿y qué? También fue gestante subrogada ¿Qué había de atractiva en una mujer así que se vendía por dinero?

-¿Quién te permitió verla?- Oscar no pudo evitar levantar la voz, y Laura en la habitación también se despertó con su voz.

-¿Ella te lo contó todo? ¡Esta mujer es realmente siniestra!- Lorenzo se enfadó aún más. ¡No podía odiar más a las mujer que denunciaban por las espaldas!

-¿Crees que ella es tan aburrida como tú? ¡Lo adiviné yo mismo! ¡No dijo ni una palabra!-

-¿Cómo lo sabrás si ella no te dijo nada?- Lorenzo no lo creyó.

Oscar le dio pereza explicarle, solo dijo, -Andrés es mi hijo, quiero que tenga a su madre, es mi asunto, tú eres solo su abuelo, ¡no tienes derecho a interferir!-

-¡Sigo siendo tu padre, el que te dio la vida!-, Resopló Lorenzo con frialdad. -Tú y Andrés tenéis que hacerme caso. ¡Es lo que me debes!-

-Dejaré que alguien lleve a Andrés. Si te sientes solo, búscate otra esposa, ¡no tengo ninguna objeción!- La voz de Oscar era alienada e indiferente, pero había un toque de preocupación.

-Tú... eres un hijo rebelde, siento lástima por tu madre, ¡No lo vas a conseguir!-, La voz de Lorenzo era furiosa. -¡No casarás con ella, no harás que Andrés viva con ella, la dueña de la familia Rasgado debe ser tan culta y educada como tu madre!-

-Mi mamá está muerta, ella murió por darme a luz, y yo soy el culpable, el que la mató... No te preocupes, Laura no será la dueña del Grupo Rasgado, ¡ella es solo mi mujer! ¡Madre de Andrés!-, dijo Oscar con indiferencia.

Laura se conmovió por sus palabras, Oscar, él...

-¡Sí que debes lamentar por tu madre!-, Rugió Lorenzo como si le diera en su el dolor. -¡Pero no dejaré que le lleves a Andrés! ¡Andrés es mi nieto y el futuro heredero del Grupo Rasgado!-

-¡Andrés es mi hijo, yo sé mejor que tú lo que necesita!- Nunca tuvo amor maternal, encima su madre murió por haberlo dado a luz, y por eso durante su vida fue acusado del delito de haber matado a su madre.

Lo sentía por su madre, ¡porque mató a su madre!

¡Lo sentía por su padre, hizo que viviera el resto de su vida en una soledad!

Estaba condenado, ¡pero Andrés no podía vivir sin su madre! No quería que el niño experimentara la soledad que había experimentado él de pequeño. Él no podía recuperar a su madre, pero la mamá de Andrés todavía estaba viva, ¡no tenía derecho a privarlo de su amor maternal! Cinco años ya eran suficientes para crear heridas para un niño.

Laura seguía en estado de shock, cuando recuperó la mente inmediatamente se levantó y se vistió, estaba indecisa porque él estaba discutiendo con su padre por ella, no era el resultado que ella quería.

Sabía que lo que el señor Lorenzo consideraba no era irrazonable, ¡era una mujer con un antepasado sucio!

Oscar colgó el teléfono y se quedó en el pasillo, con el rostro sombrío y aterrador.

Laura abrió la puerta y vio que él estaba parado en la entrada solo con una bata, sosteniendo el teléfono en su mano, sus ojos no pudieron evitar de mirar al otro lado.

Se dio la vuelta cuando escuchó la voz, y la vio, sus ojos se suavizaron, -¡Puedes dormir un rato más!-

¡Sabía que estaba agotada, la agotó!

Su rostro estaba caliente, bajó la cabeza y se miró los dedos de los pies. -Te has peleado con tu padre, ¿verdad?-

-¡No!-, Negó, abrazándola entraron en la habitación. -¡No te preocupes, volveré y traeré a Andrés ahora!-

-¡No!- Laura negó apresuradamente con la cabeza.

Aunque realmente quería ver al niño, pero debía pensar por el bien del niño y debe hacer solo aquello que le beneficia. Ella estaba confundida ahora.

Se sorprendió y puso el teléfono en la mesilla de noche.

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