Ella estaba aún más avergonzada, maldita sea, ¿qué estaba pensando? ¿Era realmente el tipo de mujer que Teresa dijo, que se vía pura por fuera, pero no necesariamente era pura por dentro, tal vez era muy pervertida?
¡En este momento, Laura estaba un poco desconfiada!
-Ya que no he comido en todo el día y he tratado de complacerte, deberías cocinar para mí, ¿no?-
-Tú...- Ella se atascó.
El coche se paró, Laura se bajó y resultó que Teresa justo estaba parada en la puerta esperando.
Cuando vio el Bugatti azul, Teresa se quedó atónita y se acercó, en lugar de hablar con Laura, golpeó el cristal del coche de Oscar.
La ventanilla se deslizó hacia abajo y apareció el hermoso rostro de Oscar. -¿Qué pasa?-
-¡El gran jefe Oscar, finalmente hiciste algo bien y le hiciste quedar a Laura, de lo contrario realmente iría a molestarte!- Teresa había pensado en buscarle problemas a Oscar, pero no esperaba que lo podía detenerlo en el aeropuerto.
Oscar se congeló por un momento, frunció los labios y sonrió, -Señorita Teresa, ¡Es bueno que Laura tenga amigas como usted!-
-No me digas cumplidos, ¿quién es Laura para ti?- La mano de Teresa presionó contra el cristal medio subido de la ventanilla del coche. -Te lo digo, no tienes permitido intimidarla, incluso si eres el compañero de clase de mi hermano, si intimidas a Laura, ¡te lo devolveré!-
-¡Teresa!-, Laura se acercó al otro lado del coche y tiró a Teresa avergonzada, -Vamos a entrar ya.-
Oscar sonrió juguetonamente, sin dar explicaciones, pero preguntó, -Quiero llevarla de viaje, ¿puedes ayudarla a cuidar de Iker?-.
¿Qué era esto? Teresa se sorprendió.
-¡Oye! ¡Aún no has respondido a mi pregunta!-, Teresa no tenía la intención de descuidarlo.
Oscar miró a Teresa, luego se volvió hacia Laura, quien estaba un poco avergonzada junto a Teresa, su mirada se suavizó. -¡Ella es mi amor! Señorita Teresa, ¿está satisfecha con esta respuesta?-
¡Teresa se sorprendió! Sonrió de repente y dijo con audacia, -¡Está bien! Os vais de viaje, yo me cuido a Iker, y Andrés, ¿se llama Andrés? Quiero conocer a mi ahijado que solo le he visto una vez, también le puedes decir que venga. Llevaré a mis dos ahijados de viaje también.-
-¡Teresa!- Al escuchar su conversación, Laura fue golpeada por algo en su corazón. Él dijo que era su “amor”. Esta vez, lo dijo enfrente de Teresa, y el tono era tan serio que no pudo evitar conmoverse.
-¡No te preocupes, déjame hacerle una pregunta más!- Teresa le dio unas palmaditas a Laura. -Oscar, no tienes permitido abusar de Iker, Iker también es mi querido ahijado, ¡nunca dejaré que nadie se abuse de él!-
Oscar se sintió gracioso y asintió. -¡Te preocupas demasiado! Iker es muy lindo, ¿cómo podría abusar de él? ¿Puedo irme ahora?-
-¡Está bien!- Teresa no esperaba que Oscar dijera eso, pero estaba satisfecha con la respuesta. -Bueno, Laura, entremos, ¡nos tenemos que emborrachar esta noche!-
La mirada de Oscar recorrió a Laura y subió la ventanilla, el coche se fue.
Laura vio a Bugatti pasar lentamente, su corazón estaba fluctuando intrincadamente. “Amor”, ¿estaba calificada para ser su amor? En otras palabras, ¿estaba calificada para amar a alguien?
-¿Qué estás mirando?- Teresa la tocó, pero estaba extremadamente feliz. -¡Laura, este hombre se ve bastante bien, se rumoreaba que era un mujeriego! ¡No me esperaba que sea capturado por ti!-
-¡No digas tonterías!- Su rostro estaba tan rojo que parecía sangrar.
Teresa se rio como una ladrona, y de repente vio un chupetón en el cuello de Laura, sonriendo aún más maliciosamente, se acercó a su lindo rostro y preguntó, -Laura, ¿puedo hacerte una pregunta?-
-¿Qué?-, Preguntó Laura.
-¿Acabáis de hacer el amor?-, Preguntó Teresa y se echó a reír. -Dime, ¿cómo es Oscar en la cama?-
-Teresa...- Laura la empujó, avergonzada tratando de esconderse en cualquier parte. -Qué... ¡Qué mala eres!-
-Jajaja...- Teresa se rio. -Esto significa que no está mal, ¡mírate que estás tan roja! Jaja... Está bien, ya no me reirá de ti, ¡entremos!-
Tan pronto como las dos entraron al restaurante, vieron a Natalie, ella estaba sentada sola junto a la ventana, vestida muy decentemente, siempre luciendo como una mujer empoderada.
-¡Natalie está allí!-, Dijo Laura.
Teresa giró y vio una figura alta y sola no muy lejos de la columna, mirando a este lado. Sabía que tan pronto como apareciera Natalie, su hermano definitivamente aparecería a un lado.
Laura vio a Teresa inmóvil, siguió su mirada y vio a Tomás, que parecía fumar en un rincón del restaurante, y solo miraba en dirección a Natalie.
Ella se sorprendió por un momento, y estaba un poco perpleja.
-¡Vamos!- Teresa cogió a Laura y caminó hacia la mesa de Natalie. Pidió una taza de café para ella sola. Había un plato de ternera en la mesa, pero no lo había ni tocado.
-¡Natalie!- Laura llevaba mucho tiempo sin verla, después de esa conferencia de moda, era la primera vez que Laura veía a Natalie.
-¡Laura, eres tú!-, Natalie se quedó atónita, y cuando volvió a ver a Teresa, se sorprendió y sonrió, -¡Teresa! ¿Qué tal?-
Teresa se sentó frente a ella directamente, habló de forma borde. -¡Estoy bien, pero alguien no es bien!-
Laura no sabía por qué el tono de Teresa era tan agresivo y tiró de ella.
A Natalie no le importó, solo sonrió y tomó un sorbo de café.
-Laura, ¿cómo estás?-, Preguntó Natalie con una sonrisa, aparentemente no afectada.
-Natalie, estoy bien, ¿cómo estás tú?- Laura no supo qué preguntar, así que contestó así, pero mirando a Tomás que se iba apresuradamente, finalmente no pudo evitar preguntar, -¿Tú y Tomás?-
-¡Éramos compañeras de clase!-, La interrumpió Natalie. -Laura, la ternera de aquí es bueno, ¡puedes probarlo!-
Era obvio que Natalie no quiso decir nada.
Cuando Teresa regresó, tenía la cara de mala leche. Cortó con un cuchillo y un tenedor la carne agresivamente. -Natalie, realmente no entiendo. Ya que no te gusta mi hermano, ¿por qué viniste a su restaurante? ¿No estas provocando deliberadamente su tristeza?-
Natalie se sorprendió, sus manso que sostenían el cuchillo y el tenedor temblaron, y luego sonrió levemente. -Esto es un restaurante, me gusta el ambiente aquí, ¡solo venía a comer!-
-Pero casi te convertiste en mi cuñada, Natalie, que una persona desapareciese repentinamente después de ver a sus futuros suegros, y luego solo mandó un mensaje para romper la relación, pero ahora viene a aparecerse delante de su exnovio ¿No te parece extraño?-Teresa estaba muy enojada.
Laura en ese momento ya sabía lo que estaba pasando, resultó que Natalie realmente tenía una historia con Tomás, y también conoció a sus padres.
Natalie tiró de las comisuras de sus labios y sonrió, tratando de mantener su mirada elegante, -Teresa, la próxima vez prestaré más atención, ¡no apareceré delante de Tomás! ¡Comed despacio, yo ya estoy llena!-
-¡Natalie!-, Laura la agarró, -¡Ni si quiera has comido!-
-¡No te apresures, dejémoslo claro!- Teresa sostuvo el cuchillo y el tenedor y miró a Natalie con dureza, en ese momento Teresa era como una luchadora, y sus ojos eran tan afiladas que temblaban.
Natalie enarcó ligeramente las cejas y volvió a sentarse. -¡Está bien, adelante, Teresa!-
-Natalie, te respeto porque a mi hermano todavía le gustas, ¡y todavía estás soltera durante todos estos años! Creo que todavía amas a mi hermano, de lo contrario no vendrás aquí, pero si os amáis mutuamente, ¿por qué os vais a torturar? ¿Cuántos años tienes? ¿Cuántos años te quedan para perder?-
-¿Y qué?-, Preguntó Natalie con calma.
Mientras hablaba, vio una figura blanca en el ascensor abierto, Laura reconoció que era Zarina, era la chica quien tuvo una cita a ciegas con Oscar ese día, o, mejor dicho, ella era la hijastra de su madre.
Zarina llegó al segundo piso, miró con elegancia y le dijo al camarero, -¡Llame a su jefe, solo dile que Zarina está aquí!-
El camarero llamó de inmediato a Tomás, poco después, la alta figura de Tomás se acercó desde un extremo del restaurante y todos miraron.
Tomás miró a Natalie inconscientemente, pero aún sonrió y caminó hacia Zarina, luego los dos se pararon junto al ascensor y hablaron de algo, Tomás llevó a Zarina a la mesa de un lateral y se sentó.
-¿No puedes simplemente ceder el paso? ¿Qué hizo mal mi hermano?- ¡Teresa realmente no entendía lo que pasó! Ella continuó preguntando.
-¡No fue su problema, fue el mío!- Natalie vio a Tomás hablando y riendo con Zarina, sus ojos se nublaron y dijo débilmente, -¡No te preocupes, no volveré!-.
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