El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 101

Ella estaba aún más avergonzada, maldita sea, ¿qué estaba pensando? ¿Era realmente el tipo de mujer que Teresa dijo, que se vía pura por fuera, pero no necesariamente era pura por dentro, tal vez era muy pervertida?

¡En este momento, Laura estaba un poco desconfiada!

-Ya que no he comido en todo el día y he tratado de complacerte, deberías cocinar para mí, ¿no?-

-Tú...- Ella se atascó.

El coche se paró, Laura se bajó y resultó que Teresa justo estaba parada en la puerta esperando.

Cuando vio el Bugatti azul, Teresa se quedó atónita y se acercó, en lugar de hablar con Laura, golpeó el cristal del coche de Oscar.

La ventanilla se deslizó hacia abajo y apareció el hermoso rostro de Oscar. -¿Qué pasa?-

-¡El gran jefe Oscar, finalmente hiciste algo bien y le hiciste quedar a Laura, de lo contrario realmente iría a molestarte!- Teresa había pensado en buscarle problemas a Oscar, pero no esperaba que lo podía detenerlo en el aeropuerto.

Oscar se congeló por un momento, frunció los labios y sonrió, -Señorita Teresa, ¡Es bueno que Laura tenga amigas como usted!-

-No me digas cumplidos, ¿quién es Laura para ti?- La mano de Teresa presionó contra el cristal medio subido de la ventanilla del coche. -Te lo digo, no tienes permitido intimidarla, incluso si eres el compañero de clase de mi hermano, si intimidas a Laura, ¡te lo devolveré!-

-¡Teresa!-, Laura se acercó al otro lado del coche y tiró a Teresa avergonzada, -Vamos a entrar ya.-

Oscar sonrió juguetonamente, sin dar explicaciones, pero preguntó, -Quiero llevarla de viaje, ¿puedes ayudarla a cuidar de Iker?-.

¿Qué era esto? Teresa se sorprendió.

-¡Oye! ¡Aún no has respondido a mi pregunta!-, Teresa no tenía la intención de descuidarlo.

Oscar miró a Teresa, luego se volvió hacia Laura, quien estaba un poco avergonzada junto a Teresa, su mirada se suavizó. -¡Ella es mi amor! Señorita Teresa, ¿está satisfecha con esta respuesta?-

¡Teresa se sorprendió! Sonrió de repente y dijo con audacia, -¡Está bien! Os vais de viaje, yo me cuido a Iker, y Andrés, ¿se llama Andrés? Quiero conocer a mi ahijado que solo le he visto una vez, también le puedes decir que venga. Llevaré a mis dos ahijados de viaje también.-

-¡Teresa!- Al escuchar su conversación, Laura fue golpeada por algo en su corazón. Él dijo que era su “amor”. Esta vez, lo dijo enfrente de Teresa, y el tono era tan serio que no pudo evitar conmoverse.

-¡No te preocupes, déjame hacerle una pregunta más!- Teresa le dio unas palmaditas a Laura. -Oscar, no tienes permitido abusar de Iker, Iker también es mi querido ahijado, ¡nunca dejaré que nadie se abuse de él!-

Oscar se sintió gracioso y asintió. -¡Te preocupas demasiado! Iker es muy lindo, ¿cómo podría abusar de él? ¿Puedo irme ahora?-

-¡Está bien!- Teresa no esperaba que Oscar dijera eso, pero estaba satisfecha con la respuesta. -Bueno, Laura, entremos, ¡nos tenemos que emborrachar esta noche!-

La mirada de Oscar recorrió a Laura y subió la ventanilla, el coche se fue.

Laura vio a Bugatti pasar lentamente, su corazón estaba fluctuando intrincadamente. “Amor”, ¿estaba calificada para ser su amor? En otras palabras, ¿estaba calificada para amar a alguien?

-¿Qué estás mirando?- Teresa la tocó, pero estaba extremadamente feliz. -¡Laura, este hombre se ve bastante bien, se rumoreaba que era un mujeriego! ¡No me esperaba que sea capturado por ti!-

-¡No digas tonterías!- Su rostro estaba tan rojo que parecía sangrar.

Teresa se rio como una ladrona, y de repente vio un chupetón en el cuello de Laura, sonriendo aún más maliciosamente, se acercó a su lindo rostro y preguntó, -Laura, ¿puedo hacerte una pregunta?-

-¿Qué?-, Preguntó Laura.

-¿Acabáis de hacer el amor?-, Preguntó Teresa y se echó a reír. -Dime, ¿cómo es Oscar en la cama?-

-Teresa...- Laura la empujó, avergonzada tratando de esconderse en cualquier parte. -Qué... ¡Qué mala eres!-

-Jajaja...- Teresa se rio. -Esto significa que no está mal, ¡mírate que estás tan roja! Jaja... Está bien, ya no me reirá de ti, ¡entremos!-

Tan pronto como las dos entraron al restaurante, vieron a Natalie, ella estaba sentada sola junto a la ventana, vestida muy decentemente, siempre luciendo como una mujer empoderada.

-¡Natalie está allí!-, Dijo Laura.

Teresa giró y vio una figura alta y sola no muy lejos de la columna, mirando a este lado. Sabía que tan pronto como apareciera Natalie, su hermano definitivamente aparecería a un lado.

Laura vio a Teresa inmóvil, siguió su mirada y vio a Tomás, que parecía fumar en un rincón del restaurante, y solo miraba en dirección a Natalie.

Ella se sorprendió por un momento, y estaba un poco perpleja.

-¡Vamos!- Teresa cogió a Laura y caminó hacia la mesa de Natalie. Pidió una taza de café para ella sola. Había un plato de ternera en la mesa, pero no lo había ni tocado.

-¡Natalie!- Laura llevaba mucho tiempo sin verla, después de esa conferencia de moda, era la primera vez que Laura veía a Natalie.

-¡Laura, eres tú!-, Natalie se quedó atónita, y cuando volvió a ver a Teresa, se sorprendió y sonrió, -¡Teresa! ¿Qué tal?-

Teresa se sentó frente a ella directamente, habló de forma borde. -¡Estoy bien, pero alguien no es bien!-

Laura no sabía por qué el tono de Teresa era tan agresivo y tiró de ella.

A Natalie no le importó, solo sonrió y tomó un sorbo de café.

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