El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 102

Natalie se fue a toda prisa y Laura lo persiguió hasta el final del restaurante. -Natalie, ¿estás bien? No te preocupes, Teresa habla así de directa, ¡pero no tiene mala intención!-

Natalie negó con la cabeza y, de repente, vio un coche que se acercaba a lo lejos e inmediatamente dijo, -No pasa nada, Laura, debería irme ahora, ¡hay un coche que viene a recogerme!-.

Diciendo eso, un BMW negro se detuvo a su lado. Laura se sorprendió al ver que la ventanilla se deslizaba hacia abajo y el rostro de un apuesto hombre de mediana edad apareció a la vista. No sabía por qué, Laura se sorprendió por un momento. Sentía que su rostro era un poco familiar. Como si lo hubiera visto en alguna parte.

-¡Sube!-, Dijo el hombre con voz profunda.

-¡Adiós Laura!- Natalie inmediatamente fue al otro lado obedientemente y se subió al auto.

Como era de noche, no podía ver con claridad, por lo que Laura no vio el rostro real de la persona. -¡Natalie, adiós!-

Al ver cómo se alejaba el coche, Laura se quedó pensativa.

En el auto BMW, Natalie estaba sentada en la posición del copiloto, muy silenciosa.

-¿Quién era esa chica?-, Preguntó el hombre casualmente.

-¡Una amiga!-, Respondió Natalie.

-¿Que amiga?-

-¿Te interesó de nuevo?- Natalie arqueó una ceja. -¡Será mejor que no la toques, ella es de Oscar!-

-¡Interesante!- El hombre sonrió levemente, su rostro era muy guapo, aunque tenía más de cincuenta años, mostraba la belleza de un hombre maduro. -¿Cual es su nombre?-

-¡No lo sé!-, Respondió Natalie enojada.

-¿Qué tal si te dejo ir? ¿A cambio de nuestro contrato?-, Volvió a preguntar el hombre.

Natalie se sobresaltó y resopló con frialdad. -¿De verdad me dejarás ir?-

-¡Realmente me conoces! Jajaja...-

¿Quien era ese hombre?

¿Natalie parecía tenerle miedo?

Murmuró Laura, estaba preocupada en su interior. Natalie amaba a Tomás, y Tomás también amaba a Natalie. ¿Por qué se torturaban así?

¿Cuál era la relación entre Natalie y el hombre que conducía hace un momento?

-¿Qué estás haciendo aquí?- Hubo una voz baja repentina, Laura se sorprendió, y era Oscar.

-¿Por qué volviste tan pronto?-

-¡Solo llamé a Andrés, no volví!- Le preocupaba volver y discutir con su padre, lo más importante era que le preocupaba que ella estuviera sola afuera.

-¿Estás bien?- Laura inmediatamente se puso nerviosa.

-Parece deprimido, pero le dije que mientras sea obediente, ¡lo recogeré pronto! Y se puso contento.-

-¡Debe estar muy triste!-, Dijo Laura, sus emociones también bajaron. -¡Es mi culpa, todo es mi culpa!-

-¡No te cargues con todas las responsabilidades, subamos a comer, tengo hambre!- No había comido nada durante el día entero, tampoco comió la merienda en el avión, y realmente estaba hambriento.

-¡Sí! No hemos comido todavía, ¡acabo de dejar a Natalie!-

-¿Ella también está aquí?- Oscar arqueó una ceja.

-¿Sabes qué ha pasado entre ella y Tomás? ¡Parece que hay un malentendido entre ellos!-, Dijo Laura preocupada.

-Eso es asunto de ellos. Ya son adultos. Pueden manejarlo bien. Deberías pensar a dónde viajar conmigo. ¡Podemos aprovechar este momento para poder salir y divertirnos!-

-Pero Andrés sigue con tu padre, estoy un poco preocupada...-

-Poco a poco irá mejorando, tal vez cuando regresemos, ¡el mismo anciano ya tendrá todo claro! Por cierto, le gusta tener más hijos en casa. Si quieres que sea feliz, trabaja duro para tener hijos. ¡Tu tarea ahora es tener hijos!- Él sonrió y dijo, entraron al restaurante con su brazo alrededor de ella.

Laura se sorprendió por las palabras de Oscar, sonrojándose como camarones cocidos, realmente estaba sin palabras. -¡No soy una cerdita!-

-¡Pero espero que seas una cerdita!-, Dijo Oscar juguetonamente en su oído.

-Tú...- Ella no sabía qué decir.

Justo el ascensor llegó al segundo piso, subieron los dos. Laura levantó la cabeza, vio el hermoso rostro de Tomás, no había expresión extra en ella, solo indiferencia.

Estaba sentado enfrente de Zarina, no sabían qué estaba hablando.

Teresa también estaba deprimida en la mesa del comedor del otro lado.

-¿Oscar?- Zarina de reojo vio a Oscar y Laura, y gritó de sorpresa.

Tomás volvió a sus sentidos y vio a Oscar. -¡Sentarse juntos!-

Entonces, el camarero juntó la vajilla y las cinco personas se sentaron alrededor de la mesa.

-Oscar, ¿es novia?-, Dijo Zarina enérgicamente.

Laura inmediatamente bajó la cabeza, tratando de decir que no lo era, pero Oscar dijo suavemente, -¡Sí!-

Oscar solo se preguntaba por qué ella estaba aquí y estaba con Tomás ¿Se conocieron en la cita a ciegas?

La mirada de Tomás era como un rayo de luz vacío, su mente no estaba allí en absoluto.

Laura vio que sacaba el cigarrillo, lo encendió y fumó. Se veía que estaba muy deprimido, como si le hubieran arrebatado el alma.

-Tomás, ¿Natalie también vino?- Oscar miró al Tomás que estaba enfrente y preguntó.

Tomás fumaba un cigarrillo, su hermoso rostro indiferente parecía estar cubierto por una capa de niebla, lo que dificultaba la visión, su rostro estaba aún más frío y no hablaba.

Teresa dijo con frialdad, -¿No es solo una mujer?, hermano, ¿tan difícil te resulta de dejarla? ¡Es hora de despertar!-

-¡No necesitas preocuparte por mis asuntos!- Resopló Tomás con frialdad.

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