El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 175

Era demasiado tarde para arrepentirse de lo sucedido y mucho menos para retroceder en el tiempo, así que solo podía esperar que Teresa le pidiera perdón cuando se calmaba.

Laura no imaginó recibir una llamada de Tomás, quien dijo que tenía algo que preguntarle, así que Oscar llevaba a Laura a visitarlo en el restaurante Espera.

Tomás les esperaba en la puerta. Cuando vio a Laura y Oscar salir del coche, le dijo a Oscar, -¡Quiero hablar con Laura a solas!-

Oscar reflexionó ligeramente y asintió con la cabeza.

Debido a lo ocurrido entre Natalie y Umberto, Laura sintió pena por Tomás. ¡Si no fuera por Umberto, él y Natalie serían una pareja tan feliz en este momento!

Tomás llevaba una camisa blanca, un traje plateado oscuro, un traje italiano de puro corte a mano, elaborado y esbelto. Se veía elegante. Siempre estaba limpio y ordenado, con un toque tanto de frialdad como de gallardía y una débil pena entre sus cejas.

Pensó que era probablemente por Natalie.

-¡Tomás, lo siento!- esto era el único que Laura podía decir.

Tomás se mostró una sonrisa de un poco amargo, -Laura, ¿está Natalie bien?-

Laura solo pudo asentir con la cabeza, -¡Bien!-

-¿Puedes ayudarme a invitarla?- Tomás volvió a preguntar.

Laura se congeló. Debido a su profunda culpa hacia Teresa y Tomás, Laura aceptó casi sin pensarlo, -¡Vale!-

Tomás asintió con la cabeza, -¡No digas que soy yo quien la invité!-

-¿Por qué?-

-¡No quiere verme! Pero tengo que verla.- la sonrisa de Tomás se tornó un poco apenada, -¡No te preocupes. Solo quería decir algo.-

Zarina recibió una llamada de Tomás, pensando con entusiasmo que quería discutir el compromiso. La última fiesta de compromiso había sido estropeada por Umberto, así que ella había estado deseando en recuperarla.

Pero cuando ella llegó al restaurante, Tomás le dijo, -¡Zarina, Lo siento!No te amo.-

Zarina miró a Tomás con sorpresa e incredulidad, -Tomás, ¿Por qué?-

-Zarina... - Tomás miró su cara pálida al instante y por un momento no pudo soportarlo, pero aun así apretó los dientes y dijo, -Lo siento-

Los ojos de Zarina estaban llenando de las lágrimas.

-¡Sé que no me quieres! Siempre lo sé.- Zarina murmuró, con la voz entrecortada por los sollozos, -Pensé que te enamorarías de mí si siempre estaba ahí para ti. Resulta que estaba equivocada... Lo siento... Tomás. No lo haré más.-

Vio sus lágrimas lo que le dolió el corazón. ¡Le daba pena una chica así!

Era toda la mirada tan apenada y tímida, termirada por una sonrisa impotente y amarga. Su voz estuvo suave, las lágrimas rodaron por las comisuras de sus ojos mirándole, como para echar una última mirada, -¡Adiós!-

Zarina salió corriendo de la sala el restaurante Espera llorando y volvió a mirar el letrero del restaurante. En un borrón de lágrimas, ¡Sabía que no era la mujer que él amaba!

Corriendo, con las lágrimas deslizándose por el viento. Resulta que el amor es realmente como un veneno que recorre el cuerpo y siempre deja secuelas. Y pensó, ¡debe estar muy enferma ahora!Tomás bajó la cabeza, con el puño cerrado a su lado pero no fue a seguirla.

Fue cuando llegó la llamada de Laura que Tomás se despertó.

Pero al otro lado llegó la voz de Laura, muy compungida, -¡Tomás, lo siento, Natalie había adivinó que eras tú quien la buscaba y me pidió que te transmitiera un mensaje!

¡Aprecia a las personas que te rodean! No te quedes siempre mirando al pasado. Tomás, lo siento... -

Las palabras no habían terminado y Tomás ya se reía amargamente.

Era el momento de que él desesperara por completo.

Al colgar el teléfono, respirando profundamente, Laura se sintió triste y incapaz de dejar de lado la culpa, -¡Tomás es realmente tan trágico! Esperando tan infatuadamente solo para recibir un final vacío.-

Oscar la abrazó con delicadeza, con una expresión de frialdad pero con un toque de calidez, -Vamos a ver a tu padre y a Natalie. No pienses más, ¡cada uno tiene su destino!-

Oscar llevó a Laura a la familia Gayoso. En todo el camino condujo con una mano y le tomó la suya con la otra. Laura de repente preguntó sentimentalmente, -Oscar, ¿crees que siempre nos tomaremos de la mano así?-

Nada más oír sus palabras, se tensaron tanto la mano de Oscar, -¡Laura, estás pensando demasiado!-

***

En el salón de la familia Maroto.

Zarina estaba llorando, muy triste.

-¡Zarina, no llores!- Sandra la consoló, -¡No llores más!-

-Sandra, me dice que quiere romper conmigo y nunca me ha querido. ¿Qué debo hacer?- Zarina lloró mucho.

Sandra suspiró y respondió, -¡Él no sabe lo bueno que eres!-

-¡Maldita sea! ¡Voy a matarlo!- Ernesto gruñó desde el salón.

-¡Papá! No lo hagas.- Zarina sacudió la cabeza, siguió llorando.

-¡Zarina, nadie puede hacerte daño. Papá no perdonaré a ese tipo!-

-¡No!- Zarina sacudió la cabeza. -¡No lo quiero, no más! Nunca más.-

Sandra la tomó en sus brazos, -¡Zarina, Todo irá bien!-

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