El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 181

Riendo estúpidamente, Laura se dio cuenta de que gradualmente se sumergió en sus ojos profundos y negros. El amor que había en el fondo de esos ojos le hizo perder la cabeza. De repente se sonrojó y rápidamente bajó las escaleras, pero detrás de ella permanecía una mirada ardiente y afectuosa.

***

Cuando la puerta de vidrio del baño se abrió, se pudo ver a Oscar envuelto casualmente con una toalla alrededor de su cintura. Bajó las escaleras con esa pinta. En su mano llevaba una toalla para secar el cabello que goteaba.

En la cocina, Laura estaba ocupada haciendo cosas. Como ya era muy tarde, no le daba tiempo a preparar arroz. Hizo un plato de sopa de huevo, y luego simplemente preparó dos platos fríos.

Al darse la vuelta, encontró a Oscar apoyado contra la puerta de la cocina, con solo una toalla de baño alrededor de su cintura. Su cuerpo esbelto era comparable con los cuerpos de modelos. Su rostro se sonrojó, -¿Por qué no te pones la ropa?-

Sus cejas bonitas se fruncieron, dio un paso adelante y la abrazó para ponerla en sus brazos. Laura no pudo esquivarlo, así que apagó el fuego. Dejó que le diera un beso sofocante en su abrazo hasta que no podía soportarlo más y suplicó que la soltara.

-¡Suéltame ya, la sopa está lista!-

Solo entonces Oscar la dejó ir. Un sentimiento de felicidad llegó a su interior, haciendo que la tristeza de esos días finalmente se disipara.

Sosteniendo la sopa, dijo, -¡Date prisa en cambiarte de ropa, no te resfríes!-

La siguió hasta la mesa del comedor, -¡No me voy a cambiar porque de todos modos luego me lo tengo que quitar!-

-Tú...- Ella frunció el ceño, su cara estaba ruborizada, -¡Venga, ve!-

Impotente, le apretó la mejilla, -¡Vale, mandona!-

-¿A quién llamas mandona?- dijo negándose a aceptar ese apodo, parecía que estaba haciendo la coqueta, eso le hizo sentir más tierna por dentro.

Rápidamente bajó la cabeza y le dio un pico en los labios, luego subió las escaleras para cambiarse de ropa.

Ella miró su cuerpo erguido con la cara sonrojada. Cuando puso los platos en la mesa, él aún no había bajado. Así que se acercó a la ventana y se paró frente a la enorme ventana francesa, mirando la noche oscura.

“Papá, ¿lo viste en el cielo? ¡Lo siento, le amo! Seré feliz. ¡Papá, te quiero para siempre!”. Lo dijo en mente. Laura juntó las manos y cerró los ojos, ¡suplicando que ella y Oscar pudieran ser felices toda la vida!

Cuando abrió los ojos, ¡de repente apareció alguien de pie fuera de la ventana de vidrio! Esa persona estaba al otro lado de la ventana de cristal mirándola en silencio, su expresión era tan fría como un zombi.

-¡Ah!- Laura gritó asustada, dando un gran paso hacia atrás, ¿a quién vio?

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