El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 223

-Yo te ayudaré. No te preocupes, ¡dejaré que tu madre te acompañe esta noche!- Oscar lo agarró y comenzó a ayudarlo a desvestirse. Ese era su hijo. Tocó su piel con una mano grande, disfrutando de la cálida sensación del afecto entre familia. Aunque su hijo estaba cabreándolo deliberadamente, todavía estaba muy complacido en su interior porque ese era su hijo.

-¡No te llamaré papá aunque me des un baño!- Volvió a sonar la voz infantil.

-¿Por qué?-

-Porque has hecho sufrir mucho a mamá, ¿cómo puedo dejar que seas papá tan fácilmente?- Lo que dijo Iker hizo que Oscar sintiera la conciencia culpable. Era cierto, ¡¿cómo podía ser tan fácil?!

Fuera del baño, Laura, que estaba parada junto a la ventana mirando la nieve de fuera, no pudo evitar reír, preguntándose por qué su hijo se negaba a llamar a Oscar papá.

Sacó dos certificados de matrimonio de su bolsillo. Sosteniendo el certificado de matrimonio, miró el cielo a través de la ventana y dijo en mente, “Papá, mamá, Nico, ¡estoy muy feliz ahora! ¿Estáis felices en el cielo?”.

Después de ducharse y secarse, Oscar lo tomó en brazos para salir. Iker de un vistazo vio que Laura estaba parada junto a la ventana, pero su madre ni siquiera notó que habían salido.

Iker le susurró al oído a Oscar, -Mamá debe estar extrañando al abuelo y al tío. ¡Tú te encargarás de consolarla!-

-¡Tu mamá necesita que la consuele a solas!- Oscar aprovechó la oportunidad para decir, -¿Puedes dormir solo esta noche? Que esta noche es la primera noche en que tus padres han conseguido el certificado de matrimonio. ¿Puedes hacerme un favor, hijo?-

***

-¡No has dado crédito a tus palabras!- dijo Iker frunciendo los labios, -¡Llamaré al abuelo!-

-¡Ponte la ropa primero!- Oscar ayudó a su hijo a vestirse.

Laura recuperó su consciencia al escuchar las voces. Se volvió para ver a Oscar vistiendo a su hijo. Esa escena la hizo sentir feliz, -Creo que mañana podemos hacer un muñeco de nieve, ¡porque parece que va a nevar toda la noche!-

-¡Mamá, mañana te haré un gran muñeco de nieve!- Iker se ordenó el suéter, -¡Voy a hacer una llamada ahora, os dejaré media hora a solas!-

Oscar y Laura se miraron y sonrieron, la expresión de Oscar era más bien frustrada, -Mocoso, ¡¿solo me das media hora por pena?!-

-¡Media hora es suficiente!- Iker lo pensó astutamente y luego dijo, -¡Si no lo quieres, olvídalo!-

-¡Gracias hijo, papá te está muy agradecido!-

-¡Tú no eres mi papá!- Iker se bajó de la cama con cara de creído, -¡Yo no te reconozco!-

-Mocoso, ¿por qué no soy tú papá?-

-¡Eso por no haberme reconocido antes!-

-¡Mocoso, lo que estás haciendo es torturar este viejo cuerpo de tu padre!-

-Ni siquiera el abuelo dijo que tenía un viejo cuerpo, ¿cómo te atreves a fingir tener un viejo cuerpo? ¡A ver si se lo digo al abuelo para que te pegue el culo! Mamá, me voy, tienes que protegerte y no dejar que el pervertido se te acerque demasiado, ¿vale?- Iker no se olvidó de recordárselo a Laura.

-¿Realmente sólo tiene cinco años?- Oscar sintió un dolor de cabeza, -¿Soy un pervertido?-

Laura se encogió de hombros y preguntó, -¿Acaso no lo eres?-

-Laura...- Oscar se acercó a ella, extendió la mano y abrazó el cuerpo de Laura con fuerza por detrás, para que ella pudiera apoyarse en su abrazo, luego le susurró al oído, -¿De verdad soy un pervertido?-

Viendo que su mano grande caía sobre su cintura, Laura sonrió levemente y se volvió para mirar al apuesto hombre que estaba delante. Deslizó suavemente sus dedos sobre su fuerte pecho y presionó en la posición del corazón de Oscar, -Si no eres un pervertido, ¿que es lo que estás haciendo ahora?-

-¡Cariño!- Oscar frunció su ceño bonito, su mirada profunda contenía ternura, y sus manos agarraron la cintura de Laura para apretarla íntimamente contra su robusto cuerpo, -¡Solo seré pervertido contigo!-

-Si te atreves a enamorarte de otras mujeres, me temo que tu hijo será el primero en no estar de acuerdo. Te aconsejo que no lo irrites. No pasa nada que me irrites a mí. Pero si lo irritas, ¡me temo que no lo pasarás bien en el futuro!-

-¡No me atrevo a hacerlo!- Oscar ya había experimentado hacía mucho lo que ese mocoso era capaz. Además, ese niño era tan terco como una mula, hasta ahora no lo había llamado papá.

-¡Espero que sea verdad!- Laura sonrió dulcemente, estaba muy contenta.

Oscar la abrazó con fuerza, -¡Cariño, en media hora podemos hacer muchas cosas! Por ejemplo, tener hijos...-

-¡Realmente eres un pervertido!- Laura sintió la reacción de su cuerpo, así que con la cara ruborizada frunció los labios, -¡No tengo tiempo!-

-¿De verdad quieres dormir con tu hijo esta noche?- Oscar sonrió con malicia, dejando que su mano grande se moviera sobre la espalda de Laura, sus ojos profundos se oscurecieron gradualmente, su mirada estaba llena de provocación.

Laura negó con la cabeza de manera airada y divertida, -¡De verdad que solo estás pensando en el sexo todo el día!-

Sintiendo que sus muslos estaban frotando sus piernas, e incluso se pusieron en medio de sus piernas, Laura se sonrojó instantáneamente.

-Cariño, ¡volvamos a la habitación!- La voz magnética de Oscar era excepcionalmente baja. Tomó a Laura en brazos, abrió la puerta de una patada, regresó a su habitación de al lado, y cerró la puerta con llaves. Hizo esa serie de movimientos todo seguido.

Pronto, los dos cayeron sobre la gran cama del costado. Oscar apretaba desde arriba el cuerpo suave que tenía debajo, sus grandes manos empezaron a tocar todas las partes de Laura con mucho atrevimiento.

Laura gimió incontrolablemente bajo la provocación de su gran palma. En su hermoso rostro gradualmente se pudo ver rubor.

-Cariño...- susurró nuevamente. Oscar rápidamente encontró los labios rojos de Laura para besarlos, el salvaje beso llevaba conmoción y excitación. Una mano tiró violentamente la ropa de Laura y se deslizó directamente dentro de su ropa, acariciando su suave piel.

¡Toc, toc! El golpe de la puerta sonó de repente, y luego llegó la tierna y orgullosa voz de Iker, -Mamá, el abuelo dijo que viene a recogernos. Dijo que no se puede tener otro hijo ilegítimo si no estáis casados. Mamá, ¿lo escuchaste?-

Oscar se recostó sobre Laura con frustración. El deseo que acababa de despertar desapareció por completo con las palabras de su hijo, y gruñó enojado, -Mocoso, ¿no dijiste que nos ibas a dar media hora?-

-¡Levántate!- Laura ordenó su ropa con la cara ruborizada y fue a abrir la puerta.

Tan pronto como se abrió la puerta, el rostro inmaduro de Iker apareció en la puerta con una sonrisa de tramar algo malo. Se encogió de hombros, ignoró los ojos enojados de Oscar y abrazó la cintura de Laura, -Mamá, estoy aquí para protegerte. ¡Tenemos que esperar que el abuelo venga a recogernos!-

-¡Maldita sea!- Frunció el ceño Oscar, -¡Mocoso, lo hiciste a propósito! ¿Tu abuelo realmente dijo eso?-

-¡Por supuesto!- Iker levantó la barbilla y anunció sin ningún miedo, -El abuelo dijo, “Si quieres casarte con mi hija, haz los procedimientos debidos. De lo contrario, ¡ni lo sueñes!”.-

-¿En serio dijo eso?- Oscar no creía que Umberto fuera tan cruel.

-¡Si no me crees, llama y pregúntaselo al abuelo!-

-Mamá, vayamos a mi habitación y me cuentas un cuento. Puedes quedarte tranquila en el futuro, ¡porque te protegeré estrictamente de acuerdo con la petición del abuelo!-

-¡Está bien! Vamos a contarte un cuento.- Laura tomó a su hijo de la mano y estaba a punto de irse.

-¡Espera, Laura, déjame hablar con mi hijo!- Oscar apretó los dientes y se puso de pie de repente.

-¡No hay nada que hablar, estoy deseando que mamá me cuente un cuento! ¡Mamá, vámonos!- Tan pronto como vio la cara enojada del hombre frente a él, Iker sonrió malvadamente con sus ojos en grandes y dijo, -Mamá dormirá conmigo de ahora en adelante!-

-Mocoso, ¿no será porque tú le dijiste algo a tu abuelo?- La hermosa cara de Oscar estaba distorsionada, -¿Ya no quieres a un hermanito o una hermanita?-

-No me importa no tener hermanitos de momento, mamá aún es muy joven, si tú no puedes, ¡no me importaría tener un padrastro!-

-¡Maldita sea!-

-Solo tengo poco más de cinco años. Tú tienes más pinta de ser maldita. ¡Yo aún espero vivir muchos años de vida!- Iker se encogió de hombros y quería irse.

Oscar se derrumbó por completo. ¿Por qué sentía que no parecían padre e hijo sino más bien enemigos? A ese paso, ¿cómo podría vivir tranquilamente en el futuro? -¡Laura, tienes que decir algo!-

-¿Qué debería decir?- Laura parecía inocente. Sentía ganas de reírse viendo la pinta impotente de Oscar, pero lo contuvo.

Iker estaba aún más orgulloso, parpadeó sus grandes ojos y dijo triunfalmente, -Creo que el abuelo es muy inteligente. El abuelo dijo que no se lo puedes poner fácil a los hombres, ¡porque una vez que consigan algo, no lo aprecian!-

-Dios mío, ¿te enseñó esto?- Oscar se quedó aturdido y levantó a su hijo, -Laura, hablaré con mi hijo en privado, ¡déjanos a solas!-

Después de hablar, tomó a su hijo en brazos y bajó las escaleras, -Mocoso, me equivoqué, ¿puedes dejar de torturarme?-

-¡No lo dije yo, lo ha dicho el abuelo!- Iker aclaró el asunto.

En ese momento, Lorenzo estaba mirando la televisión en el piso de abajo. Oscar pensó por un momento y miró a su padre como pidiendo ayuda, -Papá, ¿quieres otro nieto?-

***

Lorenzo giró la cabeza, -¿Tenéis el certificado de matrimonio?-

-¡Sí, fuimos a por el certificado hoy!- Oscar abrazó a Iker y lo puso en el sofá.

-¡Entonces, prepara la boda lo antes posible!- Lorenzo miró a su nieto, por supuesto que entendió lo que quería decir su hijo, -Iker, ¿qué tal si juegas al ajedrez conmigo?-

-¡No!- Iker negó con la cabeza.

-¿Por qué?-

-No tengo tiempo. ¡A partir de hoy seré el guardaespaldas de mamá! ¡Tengo que proteger a mamá de ser molestada por pervertidos!-

-¿Hay un pervertido en esta casa?- Lorenzo se quedó sin habla por su nieto genio.

-¡Sí, uno muy grande!- Iker hizo un gesto, y Lorenzo no pudo evitar querer reír. Oscar se quedó sin habla y solo pudo poner los ojos en blanco.

-¡Buen chico!- Lorenzo, naturalmente, sabía a quién se refería.

El hermoso rostro de Oscar estaba distorsionado. En lugar de la tranquilidad y la frialdad que tenía normalmente, tenía una frustración e impotencia que un hombre común tendría. Era una suerte que había encontrado a su hijo, pero no esperaba que le gustara tanto fastidiarle.

Lorenzo también estaba muy ansioso con su nieto en sus brazos. Como había muy poca gente en la familia Rasgado, estaba claro que también estaba muy preocupado, pero al ver que su hijo estaba tan vigilado por su nieto, solo pudo hacer algo para ayudar a su hijo, -Iker, ¿qué tal si te llevo a ver a una abuela?-

-¿Es el antiguo amante del abuelo?- preguntó Iker con duda.

-¡Oh! ¡Yo no soy un mujeriego!- Lorenzo también sintió dolor de cabeza. Efectivamente, ser demasiado listo tampoco era algo bueno, -Es una abuela que te tuvo en brazos cuando eras muy pequeño.-

-¡Pero afuera está nevando, no es seguro salir ahora!- Iker negó con la cabeza, -Abuelo, ¿no podemos ir mañana?-

-¡Me temo que mañana ya se habrá marchado!- dijo Lorenzo.

-¿A dónde se va? ¿No quieres casarte con otra abuela?- Iker arqueó una ceja, -¡No me importaría si te casas con una abuela!-

-¡Mocoso! ¡Incluso te atreves a hacerme bromas ya!-

Hablando de eso, Oscar también asintió, -Papá, has estado trabajando muy duro y has estado muy solitario en estos años. Si hay alguien adecuado, ¡también espero que encuentres una novia!-

-¡No digas tonterías! ¡No necesito una novia!- Resopló Lorenzo con frialdad, -¡Vamos! ¡Buen chico, ve a cambiarte de ropa!-

-Ya me he duchado, ¡qué poco considerado por tu parte sacarme a ver a alguien ahora, abuelo!- Iker hizo un puchero y miró a Oscar con preocupación, -Te dejaré por hoy. ¡Mañana mamá y yo nos iremos a vivir con el abuelo!-

Oscar se quedó sin habla, ¿en qué mundo estaba? Ya se había casado con su esposa legalmente, pero aún necesitaba la aprobación de su hijo para tener sexo con su mujer, ¿no era eso terrible?

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